Una familia disfuncional, una familia más, que se suma a las que ya padecemos, así nos va.
Seguro & Delfina & La Bestia de marzo
A menudo los hijos se nos parecen y así nos dan la primera pista para llegar a la conclusión de que los hemos educado mal. Nuestros hijos no deben parecerse a nosotros, nosotros debemos parecernos a ellos, ganarles de mano, alimentarlos con grandes porciones de su propio crecimiento y comer las migajas que suelen dejar. Este método tiene sus riesgos porque existe la posibilidad de estar criando dictadores monstruosos y egocéntricos capaces de exigir la compra de un televisor de plasma con conexión satelital por medios coactivos, como por ejemplo una huelga de hambre o la promesa de asesinar a sus padres mientras duermen.
Mi hijo, sangre de mi sangre, quien fuera criado con absoluta libertad hoy nos amenaza por escrito. La Bestia, como llamamos a Sergio, aun no sabe escribir muy bien, por eso es que recurriendo a publicaciones gráficas recortó palabras y armó este mensaje, dos puntos, "Comprar a mí televisor de plasma con direct tv o morir".Todavía no sabemos si la palabra morir está referida a nosotros o a el mismo, les recuerdo que La Bestia está haciendo una huelga de hambre.
Hablamos con la criatura pero no hubo caso, solo nos miraba con los ojos rebosantes de odio. No podemos ni queremos comprarle lo que pide, le dimos razones y nos escuchó, al final nos dio las buenas noches y se retiró a sus aposentos.
A las tres de la mañana escuché ruidos, me levanté sigilosamente y descubrí a La Bestia morfando a escondidas directamente de la heladera. Enternecido me fui a dormir, al otro día descubrí que el engendro se había morfado todo lo que quedaba de la torta que pensaba desayunarme. En el plato había dejado una fotito recortada con una mano haciendo fáquiu.
Libertad a Seguro, a Delfina y a La Bestia.
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Serán cientos las estrellas que iluminarán tu camino cuando caiga la noche y seguirán tus pasos sus estelas invisibles.
Ellos se acomodaron, se pusieron en busca del pasado y no encontraron nada porque tus huellas se habían borrado y ningún documento escrito quedó en cajón alguno porque nunca tuviste intención de documentar nada, por lo tanto tuvieron que guardar todos los instrumentos y volverse por donde vinieron. Apretaron sus sienes con las manos que le colgaban al costado del cuerpo y sus ojos se salieron de las orbitas por la presión y el cansancio y el hastío al que fueron sometidos por no saber, por no entender que sufrir no es suficiente, nunca es suficiente.
Al fin, habrás de entender que todo lo que hagas será digno y no dudarás de tu criterio ni por un segundo, porque serás quien buscaste ser y habiendo crecido alcanzarás tu cima primera, y perderás tus dientes y tu piel se caerá en una flaccidez definitiva, los músculos de tus piernas estarán blandos y flacos como tus huesos que ya no podrán soportar el peso como antes, como ahora, tu cabeza dirá su última palabra y la lengua se moverá en tu boca y serán dos las palabras y sonaran a demasiado y sabrás que aun no es suficiente.(nunca es suficiente), (quiero más), (más).
Aun estoy, hablo, soy y he crecido para entender que nunca basta, que demasiado es suficiente y es poco y hace falta aprender el oficio de mejorar todo el tiempo que resta y es esta una verdad que digo por decir algo que podría acompañar tus pasos en este camino que no tiene señales ni flecha alguna y es tu camino y el mío también, por ahora, y ahora es mucho y mucho me sabe a poco. (quiero más), (más).
Y cientos de miles serán las estrellas que iluminen tu camino sin huella para que veas y sepas que están, como una lluvia de luces que te llenará el pelo de fuego tibio. Así sabré donde estás y podré buscarte para que mi mano cobre sentido y será mi luz también y me reconoceré así en el reflejo de tu párpado cerrado dos veces. (nunca es suficiente, más), (más).
Delfina Contreras |
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