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Aproximación investigativa - Quinta entrega

Repsol-YPF: en todo el mundo

Por Enzo Vicentín

     Tal como dijimos en la primera entrega de esta serie de notas, la empresa española Repsol tuvo en su desarrollo un antes y un después de YPF. El "viejo Repsol" (según palabras de la misma empresa) controlaba el acotado mercado español, y sus inversiones en el exterior de la península ibérica no estaban al nivel de las 10 petroleras más poderosas del mundo. Pero luego de 1999, con la compra total de la YPF argentina (en una operación de 15.000.000.000 U$S en la que le compró al Estado su 15 % de participación accionaria), Repsol pasó a ubicarse entre las seis o siete petroleras más importantes, en otras palabras se convirtió en el "nuevo Repsol" que hoy sigue creciendo. Ese quiebre en la historia de la empresa significó la expansión de Repsol sobre todo el continente americano, disponiendo para ello de los beneficios impresionantes que obtuvo del mercado argentino. Sin ser exagerado, puede repetirse algo manifestado en la primera entrega: "su estructura mundial, y latinoamericana en particular se sustentan por los rendimientos conseguidos en Argentina tanto en la era de la convertibilidad como ahora".

     La expansión en los últimos cinco años del "nuevo Repsol" tuvo y tiene a Latinoamérica como eje del crecimiento de la empresa. Esto obedece a que las explotaciones petroleras en África y Medio Oriente ya están desde hace tiempo en manos de otras empresas con más historia y riqueza que Repsol-YPF. En esas zonas Repsol ha invertido pero ocupando una posición marginal en el mercado: posee algunos campos de explotación aunque no muchos, en Libia, no registra inversiones en Arabia Saudita por ejemplo, y su entrada a Irak fue gracias a la invasión yankee del año pasado. En cambio en Latinoamérica Repsol-YPF ha encontrado un mercado de menor interés para las petroleras históricas, pero de grandes potencialidades para su crecimiento.

Una corporación

    Son muy contados los casos en que una sola empresa petrolera se hace cargo de una inversión importante. La regla parece ser la asociación en proyectos que luego otorgan ganancias para todos los que participan, como son casi todos los proyectos de exploración en cualquier parte del mundo. Las gigantes petroleras funcionan corporizadas, cartelizadas se podría decir. Por eso al hablar de las inversiones de Repsol es necesario hablar de los porcentajes que posee en cada una de ellas, porque si no se daría la falsa imagen de que esta empresa española controla todo lo que toca.

La estrategia que Repsol-YPF desplegó en Argentina en los últimos 5 años obedeció a un plan estratégico de generación de ganancias, de "creación de valor" según la jerga económica (como se expresó en la segunda entrega). Por lo tanto, y a manera de hipótesis, podemos suponer que las prácticas y maneras de desenvolverse en el mercado no son atributo de nuestro país solamente, sino que son homogéneas para todo el continente americano. No sumaría aquí ni a Asia ni a África, primero por falta de información y cierto desconocimiento de sus realidades, segundo porque allí Repsol no ocupa una posición dominante como sí la ocupa en muchos países latinoamericanos.

     Ya descripta la estructura del "pulpo" en Argentina (en la segunda entrega), a continuación veremos la estructura de Repsol-YPF en todo el continente, obviamente sin tantos detalles como los que se contaban para Argentina. Empezando por Sudamérica, hay que comenzar diciendo que salvo en Uruguay y Paraguay, la mano de esta empresa está por todos lados. Repsol-YPF es líder de la distribución de GLP en Argentina, Ecuador, Perú, Chile y Bolivia. El GLP, recordemos, significa Gas Licuado de Petróleo, pero se conoce mas comúnmente como gas de garrafa. La distribución es el área de comercialización del proceso productivo, y no incluye a las áreas de extracción y producción o transporte. En Argentina por ejemplo, el grupo Camuzzi es un distribuidor de gas que no posee pozos, aunque participa en gasoductos. Como se dijo, Repsol-YPF es líder sudamericano en la distribución de GLP, pero a eso también le suma fuentes de producción (en concreto, pozos) en Argentina, Bolivia y Perú. Según la misma empresa, dichas inversiones tanto en distribución como en producción "implican una fuerte ventaja competitiva al fortalecer la integración vertical". Desglosemos un poco las afirmaciones anteriores: en Chile Repsol-YPF posee el 45 % de Lipigas, empresa líder en ventas en el mercado chileno. Lipigas controla las 4 empresas que se reparten todo Chile en cuanto a GLP se refiere. Repsol compró su parte accionaria en el año 2000. En Perú Repsol-YPF participa del mercado de GLP a través de Solgas Repsol, teniendo un 28 % del mercado detrás de PetroPerú, que controla más del 40 %. También participa con un 30 % en Lima Gas (distribuidora), empresa que controla el 11 % del mercado nacional. 28 + 11 = 39 % del mercado peruano en sus manos, casi lo mismo que PetroPerú. En Bolivia Repsol-YPF opera con dos sociedades, una para el comercio minorista y otra para el mayorista. Hay que recordar el nivel de dependencia que la población boliviana tiene con respecto al GLP, ya que casi la totalidad del país consume gas de garrafa ante la inexistencia de redes de gas natural. Por último, en Ecuador Repsol-YPF adquirió no hace mucho el 25 % de Duragas, empresa líder en la distribución de GLP en Ecuador.

Resistencias

    Así como las estrategias se repiten a lo largo y ancho de todo el continente, las resistencias de los que sufren la expansión de Repsol también se multiplican. En la entrega anterior vimos las luchas en Argentina que llevan adelante los trabajadores de Caleta Olivia y los mapuches de Neuquén. Pero en el resto del continente también están presentes estas problemáticas. Algo mencionamos con respecto a la oposición de pueblos indígenas ecuatorianos a la construcción del Oleoducto de Crudos Pesados. Cito a continuación una carta publicada en Rebelión (año 2002) de una activista indígena, que dirigiéndose al presidente de Ecuador dice: "En su gobierno nos endosaron la construcción del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) junto al Plan Colombia. De un lado llegaron los vientos cargados de glifosato que nos enferman y el miedo y la militarización del sector; y de otro, llegaron los ingenieros, abogados y contratistas de ese fantasma que se llama OCP. Nos ofrecieron "miles de puestos de trabajo", "escuelas, centros de salud y negociación justa" a cambio de nuestras tierras, de la selva y de agotar el petróleo ecuatoriano. Las autoridades cantonales, con excepción de Máximo Abad, les creyeron. Algunos "miramos y esperamos". Y algunos nos comenzamos a organizar. Otros aceptaron sus ofertas: "les daremos cien millones de sucres por su finca señor tal…" dijeron a algunos campesinos que desde que comenzó la guerra al norte no habían visto un billete de 50.000 y creyeron que era mucho dinero". Pero este no es el único caso de protesta indígena. En Colombia, por ejemplo, este año algunas comunidades llevaron a cabo un fuerte reclamo en contra de la explotación de sus suelos a cargo de las multinacionales del petróleo. Lo que pidieron fue que las empresas utilicen tecnología para causar menos daño sobre los recursos naturales, pero les respondieron con algo de plata para "callar" a algunos dirigentes y con represión de los paramilitares a los que no aceptaron la extorsión. En México el proyecto de los CSM impulsado por Fox y sus secuaces a favor de Repsol-YPF y otras multinacionales está encontrando críticas de numerosos sectores que denuncian una "privatización encubierta" de la estatal PEMEX. Los artículos publicados en el periódico La Jornada son sumamente críticos de los proyectos del gobierno mexicano por ejemplo. Por último, en Bolivia los campesinos han demostrado que su lucha en contra de privatización de los recursos en hidrocarburos no se redujo a una sola vez, sino que se prolongó en el tiempo hasta estos días. Las tomas de yacimientos en el sur del país son ejemplos de esto, como la ocurrida el 3 de Junio pasado en la zona de Cuevo en reclamo de tierras para cultivar. Otras luchas son las provocadas por los derrames de petróleo sobre arroyos de donde las familias indígenas extraen agua para vivir, como fue el caso de las comunidades de Los Penocos y Azurduy cercanas a Santa Cruz de la Sierra. El responsable del derrame ocurrido en Marzo fue la empresa Andina S.A., propiedad de Repsol-YPF.

Resumiendo, la posición de Repsol-YPF en los mercados de GLP sudamericanos no siempre es dominante como lo es en Argentina o Perú, pero como vimos siempre es considerable.

     Todo lo dicho anteriormente gira en torno al mercado de GLP. Aunque es un mercado importante para la empresa, los mayores beneficios de Repsol (y de todas las petroleras en general) están en la producción y comercialización del petróleo y el gas natural. En este punto ya sabemos que en Argentina su porción de mercado está por arriba del 50 %. Pero también ha incursionado en estos últimos tiempos de expansión sobre Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela.
Ubicación de los bloques de exploración en territorio peruano. Aquí no se encuentran bloques de explotación.
En Perú Repsol-YPF realiza actividades de exploración principalmente, esto es, la búsqueda de yacimientos ricos en petróleo o gas natural para su posterior explotación. A fines de 2003 la empresa tenía derechos sobre 5 bloques de exploración. En Bolivia participa en 10 bloques de exploración pero también en 25 bloques de explotación, en donde el gas natural es la "vedette". El año pasado Repsol-YPF se quedó con el 50 % de la empresa Andina S.A. (productora) luego de absorber las partes que en ella tenían Perez Companc y Pluspetrol. Con una aclaración: Pluspetrol es propiedad de Repsol-YPF, así que esa venta fue como un regalo de una hija para su madre, o una auto-venta. Hay que recordar por otro lado que Repsol-YPF invirtió bastante en la zona de Tarija para llevar adelante el proyecto de exportación de gas natural hacia México y EEUU junto con British Gas y Pan American Energy, que quedó trunco con el levantamiento popular del año pasado pero que parece revivir luego del referendo ganado por la posición del presidente boliviano Carlos Mesa. En Ecuador, la empresa tiene solo 3 pozos de explotación, pero de hecho Ecuador es un país que no tiene grandes recursos en cuanto a petróleo se refiere. Lo más importante que hizo Repsol en suelo ecuatoriano fue invertir junto con 6 empresas más (Techint y Petrobrás entre ellas) en el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP): un oleoducto de 500 Km. de largo que lleva la producción de crudo desde la selva ecuatoriana hasta la costa del Pacífico, y que costó unos 1.000 millones de dólares en inversión. Dicho oleoducto generó resistencias de los pobladores indígenas, que denunciaron el grave impacto ambiental sobre sus tierras. En Colombia la participación de Repsol no es sustancial: tiene 5 bloques, 4 son de exploración, solo 1 de explotación. Por último en Venezuela Repsol-YPF tiene un importante núcleo de producción tanto de petróleo como de gas natural. Posee 7 bloques, de los cuales 6 son de explotación. Repsol-YPF es la segunda empresa de Venezuela luego de la estatal PDVSA, con la cual realiza negociaciones en producción y exploración.

     Está claro que las inversiones de Repsol-YPF que vimos en el párrafo anterior no se acercan al nivel de la explotación en Argentina. Es decir, en ninguno de los países sudamericanos anteriormente nombrados Repsol-YPF alcanza los niveles de producción, cuota de mercado, ganancias operativas, etc. que la empresa registra en nuestro país. Pequeña gran diferencia: Argentina es el único país que entregó literalmente su petrolera estatal.

     Si pensamos que Sudamérica es el único escenario en donde podemos hablar de Repsol-YPF nos equivocamos. Centro y Norteamérica son dos zonas en donde la empresa tiene hacia el futuro enormes expectativas. En los últimos dos años Repsol ha entrado en los EEUU pero sólo marginalmente, a través de asociaciones con otras petroleras de gran capital. La estrategia en suelo estadounidense esta atada al éxito del proyecto que Repsol-YPF lleva adelante junto con British Petroleum (BP) y British Gas (BG) en Trinidad y Tobago. En dicha isla del Caribe estas empresas comenzaron en 1999 una explotación de terminales productoras de gas natural licuado. En la actualidad la producción de estas plantas crece año a año y constituye una verdadera "joya" para las petroleras participantes, ya que las ganancias del precio dolarizado del gas natural son más importantes debido a los bajos costos del transporte marítimo. En el horizonte está abastecer en mucha más cantidad a los EEUU y México, pero al parecer el camino va a ser largo y las competencias agresivas. Repsol-YPF también ha incursionado sobre Cuba, aunque por ahora solo en el área de exploración. Además de Trinidad y Tobago y EEUU, el otro gran espacio de expansión de Repsol-YPF se ubica en México. En el mes de octubre de 2003 la empresa obtuvo un "Contrato de Servicios Múltiples" (CSM) para el desarrollo y explotación del bloque Reynosa-Monterrey situado en la cuenca de Burgos en el Noreste de México. El contrato fue adjudicado en la primera licitación internacional convocada por la empresa nacional mexicana PEMEX para participar en actividades de desarrollo y producción de campos de gas en el país. Con este contrato, Repsol YPF se convirtió en la primera compañía internacional que consigue participar en las actividades de desarrollo y explotación de hidrocarburos en México. La aparición de los "Contratos de Servicios Múltiples" en México abrió la puerta a la privatización del petróleo mexicano. Y Repsol fue la primera que mostró interés. El caso de México es paradigmático, porque recuerda y mucho al proceso que en Argentina se llevó adelante durante el gobierno de Alfonsín: una empresa estatal que otorga concesiones de explotación del subsuelo a empresas privadas con la excusa de que no tiene capacidad para invertir. Aquí YPF, y allá y en estos momentos Pemex. La estatal mexicana abrió el juego al control privado de los recursos, siendo los "Contratos de Servicios Múltiples" análogos al Plan Houston de Terragno y compañía. El gobierno de Fox dice que el Estado seguirá siendo rector de los recursos, pero ese es un viejo y falso argumento que esconden todas las privatizaciones. La lógica es la siguiente:
Foto de la página oficial donde se promueven los Contratos de Servicios Múltiples. La bienvenida de Pemex no es para nosotros, sino para las grandes empresas petroleras.
Con los CSM se permitirá al contratista determinar dónde, cómo y cuántos pozos hay que perforar en la cuenca de Burgos. Y será Repsol quien firme los 30 o más contratos que se requieran. Su obligación consistirá en someter a consideración de Pemex el programa, y éste lo aprobará. Vuelvo a repetir que el caso mexicano es paradigmático porque está atravesando lo que acá ya pasó, está mostrando cómo las estrategias se repiten, cómo Repsol actúa acá y allá con un mismo libreto y con ayudantes políticos muy bien pagos. Vale aclarar que Repsol-YPF ya está en México desde hace tiempo, con su empresa Gas Natural, que controla 8 de las 14 redes de distribución de gas natural del país.

     América es sin dudas el gran objetivo de Repsol-YPF. Su página oficial nos indica que posee inversiones en Europa, Asia y África, pero salvo en el "viejo continente", las demás son de poca importancia. En el norte africano lo más importante para Repsol-YPF parece ser Libia, en donde produce petróleo en cantidades importantes. También en Marruecos (GLP) y Argelia (exploración y producción) registra inversiones. En el África subsahariana Repsol-YPF se encuentra en Sierra Leona y Guinea Ecuatorial: en ambos se encuentra explorando suelos aunque en el primero ha incursionado en el negocio del gas natural. Irán, Kazajstán e Indonesia son todos países en donde Repsol-YPF recién se está abriendo paso a través de la exploración de suelos. Francia, Italia e últimamente Grecia se han convertido en los objetivos en continente europeo. Repsol-YPF está alrededor del mundo, pero su principal objetivo está en América.

     A lo largo de las cinco entregas sobre Repsol-YPF hemos tratado de dilucidar quién es esta empresa que aparece en Argentina por todos lados, repasamos la historia de su formación, su estructura en Argentina que incluye a numerosas empresas subsidiarias, su participación en el mercado del gas natural en tiempos en que se habla de una "escasez" que como vimos no existe, de sus limitaciones productivas propias de toda gran empresa capitalista y en esta última hemos intentado un acercamiento a lo que hace Repsol-YPF en el resto del mundo, principalmente el continente americano. Esta serie de notas ha tratado de abarcar lo máximo posible, a veces en detrimento de una mayor profundidad es cierto, pero son riesgos de un enfoque global de esta empresa presente en casi todo el mundo.



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