Los consejos de Seguro

presentados por Adrián Alvarado

Tarzán se agarraba la cabeza y gritaba, Jane no sabía que hacer porque el rey de los monos no decía nada coherente, solo se tomaba la cabeza con las manos y gritaba como un simio al que lo aquejara un dolor muy fuerte. Claro, se dijo Jane, Es eso, al loco le duele mucho la cabeza, entonces le preguntó al susodicho si era eso y Tarzán le gritó que sí, que se le partía el coco, ¿Y que querés que haga? le dijo ella, Andá y decile al brujo de la tribu que te de algo porque me mato, le dijo Tarzán con el rostro desencajado de dolor, Jane salió a los piques y a mitad de camino se encontró con un oso sentado sobre un tronco con la cabeza entre las garras, lo saludó con la mano y siguió su carrera, cuando hubo hecho algunos metros se volvió intrigada y le dijo: ¿Que onda vos por acá?, me parece que la selva africana no es lugar para un oso grizzli, No soy un oso grizzli, soy un oso pardo y estoy acá por accidente, el avión que me trasladaba a un zoológico de ciudad del cabo se cayó por acá cerca, ¿Y la tripulación?, Murieron todos, ¿Y ahora que vas a hacer?, No se, me parece que voy a tener que acostumbrarme, al fin y al cabo el oso es un animal de costumbre, El hombre, ¿Que pasa con el hombre?, Nada, que el hombre es un animal de costumbre no los plantígrados, Eso lo decía mi padre, Mi padre también solía decirlo, me tengo que ir, si andás por acá nos vamos a ver de nuevo, a menos que te morfe algún tigre, Veremos dijo Lemos, expresó el oso con la seguridad de quien no le teme a casi nada, Jane le deseó lo mejor y siguió su camino, cuando llegó a la tribu buscó al brujo y le contó lo que le pasaba a Tarzán, el tipo se la quedó mirando con los ojos como huevos fritos sin decir una palabra con un hilo de baba colgando de una de las comisuras, jane se dio cuenta enseguida que el brujo estaba en trance porque vio los restos de unos hongos en un plato que había sobre la mesa, Está de las muelas, dijo para sí en voz baja, igual no se dio por vencida y le pidió por favor que le diera algo para calmar el dolor, el brujo pareció entender y buscó unas hojas, se las puso en una hoja más grande y se la dio con una sonrisa alienada, ella le agradeció y volvió a la casa del árbol.

En el mismo lugar de antes volvió a encontrarse con el oso pardo quien estaba sentado sobre el mismo tronco comiendo ahora una pierna de cristiano, ¿No era que los tripulantes habían muerto en el accidente? le preguntó Jane, Claro que se murieron en el accidente, ¿por quien me tomas?, un hombre después de muerto es solo carne, Tenés razón, perdoname, nos vemos. Cuando llegó a su casa tarzán estaba preparando una horca con una liana, ¡Pará loco que haces!, le dijo, Acá te traigo un remedio que me dio el brujo, ahora en un ratito te hago un té y vas a ver como te mejorás, tarzán que solía ser un tipo amable le quitó el paquete de las manos presa de la desesperación y se comió las hojas y la que hacia de paquete también, después siguió gritando pero ahora desde el baño, el potente laxante natural hizo efecto de inmediato y tarzán se olvidó casi con la misma rapidez del dolor de cabeza.

Libertad a Seguro


“Cada vez que llueve me acuerdo de tu canaleta”, este es el primer verso de un largo poema amoroso que escribiera Renato a su amada Yisela quien lo había abandonado por sus problemas de adicción al ajo.

Renato no era poeta ni mucho menos, apenas si sabía escribir, de hecho escribía con una cantidad enorme de errores de ortografía que hacían casi imposible una lectura fluida de sus poemas, Me tiran al bombo la métrica, decía, entonces recurrió a un amigo que tenía una prima que estudiaba letras, esta después de leer el poema citado con anterioridad y otros dos que empezaban así : Lavando la tetera me recordé de tus caderas, y No me pidas que te olvide si tengo todavía una tanga amarilla colgando en el baño de la caniya. La prima del amigo que se llamaba estela le dijo a su primo que eso no tenía ningún valor literario, que era ofensivo para el género femenino y que de ninguna manera los iba a corregir, al final la convencieron diciéndole que era por amor y que le pensaban pagar generosamente por sus honorarios la suma que ella considerara satisfactoria.

Así Yisela empezó a recibir todos los días con un cadete un sobre azul con poemas a los que al principio no les dio ninguna importancia pero que después leyó con indisimulada pasión al punto de calentarse como una loca, y ciega de amor lo fue a buscar y terminó desilusionándose porque Renato estaba más gordo y con un aspecto que no distaba mucho de ser el de un croto. No entiendo, dijo Yisela, Esta pinta que tenés no tiene nada que ver con las cosas que escribís, ¿Y vos que esperabas? No se, otra cosa, Todos esperamos otra cosa por eso nos va como nos va, le dijo Renato, Bueno, me voy, le dijo Yisela, ¿Porqué milaidi?, Porque dejé el horno prendido y porque este amor no tiene futuro, Ningún amor tiene futuro pero todos son eternos, tengo que anotar eso, Escribilo y mandamelo mañana, Ya fue piba, se cortó el chorro, si no volvés conmigo no te escribo más, Yisela lo miró así y le dijo, Mejor, mas vale no hacerse ilusiones al pedo, borrón y cuenta nueva, y se dio vuelta de esa forma que se están imaginando, lo último de ella que vio Renato fue su pelo ondeando y entendió que no la vería nunca más.

Después yisela publicó los poemas que Renato le había enviado y se hizo famosa mal, abrazó con fuerza los vicios y la mala vida y terminó sola triste y suicida.

Renato vivió muchísimo tiempo y no alcanzó la sabiduría porque era más rápida que el.

Libertad a Seguro


Hay un camino para días nublados donde  llueve intermitentemente y las piedras se acomodan unas junto a otras porque juntos es mejor como decía mi abuela Lucía y después te agarraba y te abrazaba fuerte, uno podría suponer que esto es muy educativo para un pibe que está creciendo pero no, porque los castillos en el aire no se pueden sostener por mucho tiempo a menos que estén colgados y las piedras no se juntan solas, alguien tiene que arrimarlas entre si como el pelo de mi abuela Lucía que era gris y olía a canela y se lo agarraba con un tiento que es como un hilo de cuero muy resistente que también sirve para otros menesteres de antes.

Hay un camino para días soleados donde no llueve nunca y las piedras crujen e intentan separarse porque las mismas se dilatan como mi abuela Lucía que era gorda y pretendía que todos comiéramos como ella y nos obligaba a comer huevos fritos en el desayuno como Jesús que se morfaba doce huevos por día porque ese es un numero cabalístico, por eso eran doce los apóstoles, doce los botones de su túnica y doce las veces que iba orinar por día etc. Los huevos de pascua son el símbolo de aquellos que sabía comer el hijo de dios y que le cocinaba con amor y aceite su madre Maria del Carmen Valenzuela que le planchaba el pelo a su hijo que tenía unos rulos rebeldes y endemoniadamente ensortijados.

El día que Jesús realizó el milagro de solidificar la sopa sus padres se asustaron pero así y todo cortaron la sopa con cuchillo y se la comieron en silencio tratando de tomar con naturalidad un hecho evidentemente sobrenatural, después lo mandaron a pasear el perro para poder hablar tranquilos y el pibe volvió con un rinoceronte que sabía hacer el muertito.

La gente empezó a acercarse al rancho de Jesús porque los rumores no corrían como reguero de pólvora porque aun no se había inventado en ese lugar del mundo pero con todo y sandalias los rumores corrían rápido y así fue como empezaron a hacer unos mangos con las rutinas milagrosas del niño porque las gentes se aburrían muchísimo y salvo en las crucifixiones no había espectáculos para el sano esparcimiento del espíritu.

El número de la multiplicación de las empanadas de pescado era uno de las más aplaudidos, ni hablar del momento en que convertía el agua en vino, la gente lo tomaba y una vez adentro lo volvía a convertir en agua por que el pequeño vigilante ya de chiquito estaba en contra del consumo de alcohol pero a la gente le pegaba igual.

Parece que cuando los padres en la tierra del hijo de dios empezaron a cebarse con las riquezas que generaba Jesús el barba se puso como loco y mandó un arcángel a romperle las piernas a José, después ya se sabe que Jesús resucitó a los tres días de ser cruelmente asesinado no por milagro sino por Haber comido tantos huevos que encierran adentro la llave de la de la puerta de madera a través de la cual se accede a la inmortalidad.

Libertad a Seguro


Evaristo era escritor, había nacido para eso o por lo menos eso creía y llevó a cabo una enorme tarea para lograrlo.
Le dijeron que leyera mucho y leyó mucho, le hizo caso a los escritores como Bioy Casares que solían decir que por lo menos hay que escribir una hora por día aunque no sirva para nada, el hacia todo eso y más, terminó la secundaria y se inscribió para hacer la carrera de letras y era el mejor alumno pero escribía horrible, no había caso, el tipo no tenía una pizca de talento y por más que se esforzara en escribir como un loco no le salía nada digno de elogios, en todos los concursos en los que participaba no era siquiera mencionado pero decidió no darse por vencido.

Si el tuviera que explicar como se le ocurrió la idea de empezar a experimentar con animales no podría explicarlo con seguridad, pasó que en algún momento empezó a probar drogas porque alguien le dijo que así es como se le ocurrían cosas a algunos escritores y en algunos de esos viajes si bien no escribió nada decente se le ocurrió la idea de empezar a escribir con un método que el llamó “action wraiting” que consistía en escribir en cualquier estado de la mente exacerbada por las porquerías que tomaba y después tratar de hacerlo legible, no le salió,  lo que escribía drogado era aun más feo que lo que escribía de cara y no había forma de arreglarlo, pensó y pensó, porque no iba a darse por vencido ni aun vencido y se le ocurrió la idea de experimentar con animales, empezó claro con su propio perro pero el can se negaba a poner las manos en el teclado, siguió con el gato, lo puso a caminar por el teclado a ver si escribía algo copado pero el felino se aburría rápido y salía rajando. Fue durmiendo cuando soñó la solución a sus problemas, gallinas, soñó con gallinas, al otro día invirtió todo lo que tenía y compró gallinas y teclados de pc, alguien lo ayudó a conectar los teclados a un solo ordenador y los dispuso en el suelo, trece eran los teclado y dieciséis las gallinas, les puso un nailon a los teclados y después distribuyó maíz sobre ellos y largó a las gallinas para que morfen y tecleen, después corregir y darle forma a ese desquicio fue una tarea titánica pero lo logró, terminó así su primera novela y dado el estilo pensó que estaría bien hacerla en televisión y allá fue.

En la tele a nadie se le caía una idea ni a palos entonces decidieron ponerse a hacer la novela de Evaristo al cual le compraron el material por bastante menos de lo que después terminaron ganando porque la novela que hicieron con el libro de Evaristo fue un éxito inmediato de audiencia, la novela se llamaba Méndiga de amor y fue vista y recordada por millones de personas.

La novela narraba la historia de Mabel que era una pobre niña abandonada por su madre que fuera adoptada por una azafata de aerolíneas argentinas que termina muriendo en un terrible accidente aéreo, después de la tragedia Mabel literalmente se transforma en una méndiga de amor y le va muy mal pero al final le va bien, Evaristo no vio un mango de las enormes ganancias que obtuvo la novela que escribieran las gallinas y que el corrigió con tanto amor, a la final se volvió loco mal y quiso matar a alguien pero lo mataron  primero y se murió.

Libertad a Seguro


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Poemas urbanos.

1

En el puente
sobre la línea marrón del río
alguien acelera la moto
y la luna se sacude
con mi corazón adentro
digo me rindo
y planto bandera
en otro lugar:
un marcador
entre dos páginas.

2

Dos ruedas
casi redondas
y el gabinete
de una heladera
con maderas
en los flancos
que alguna vez
fue blanca
un palo en cada mano
y la fuerza de las piernas
en la cara del hombre
(animal de tiro de si mismo)
que arrastra por las calles
su miseria de cartón
rumbo a la villa.

3

En este presente precipicio
la fascinación del abismo
es irresistible
acomodo los brazos
en los flancos
flexiono las rodillas
y con un impulso voluntario
me lanzo
alcanzo el piso
de inmediato
estaba en la vereda
estoy en la calle
y ese colectivo
no va a frenar.

4

Encima
me acuerdo de todo
repaso
(vano ejercicio)
lugares
situaciones
ademanes
y palabras
que ya no tienen
significado
en medio
del desatino
de domingo
a la siesta y un par de
desencuentros
tarjeta en mano
espero un colectivo
que va a venir nunca.

Delfina Contreras

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