El chabán del agua por Miguel Espinaco Me tomé el trabajo y lo busqué: las dos palabras juntas tendrían que dar algún resultado pero no, apenas las listas de noticias que hablan de Cromañón por un lado y de Reutemann por otro, como si no hubiera ningún vínculo más cercano entre ellos, que la simultaneidad de los titulares que los mencionan. No es que los diarios se hayan olvidado del Lole, no es eso. Desde el fallo por Cromañón hasta hoy, salió en los diarios por postularlo a Duhalde como presidente para el 2011 y después salió mencionado por Duhalde y por la Chiche que le contestaron y después más veces por la movida de Latorre y mil veces más por sus me importan tres pitos y por sus candidaturas en el medio del culo. Sin embargo, poco y nada se dijo sobre los puntos de contacto que existen entre la causa Cromañón y sus condenas, y la causa inundación de Santa Fe y sus impunidades. A veces me da la impresión de que Reutemann está blindado, de que podría aparecer filmado matando a alguien de catorce puñaladas y que sus admiradores y sus publicistas discutirían en los diarios como tema central por qué había una cámara en el lugar del hecho, mientras él se quejaría con frases enrevesadas de que todos lo atacan y le tiran con un exocet. Seguro que esa idea mía es un poco exagerada, claro, sin embargo es bien verdad que los mismos motivos por los que Chabán fue preso lo mantienen a Reutemann invicto, ocupando los diarios como dirigente político, en vez de ocuparlos como procesado judicial. Puede ser que haya otros factores, claro. En Cromañón murieron casi dos centenares de personas y en la inundación de Santa Fe el número es todavía motivo de debates, y aunque relevamientos extraoficiales hablan de más de cien, las cifras del gobierno de Reutemann apenas reconocieron veintitrés. En el incendio del boliche en el que tocaba Callejeros, murió mucha gente que los medios de comunicación reconocen como gente, ese apelativo social que no incluye demasiado a los que viven en los barrios de la periferia que fueron, predominantemente, los candidatos a la asfixia por inmersión en la capital santafesina. Cromañón está en Buenos Aires, la capital de la información y de los multimedios, en la que no es muy seguro que dios atienda, pero sí es verdad que atienden los móviles de los grandes noticieros. Santa Fe, en cambio, queda algo más lejos de la noticia. Pero la verdad es que esos argumentos no parecen resultar suficientes. Uno lee estrago doloso seguido de muerte y uno lee cohecho activo, y la verdad es que los conceptos parecen tener que ver con la inundación de Santa Fe, parecen venirle como anillo al dedo, es más, tienen que ver con cuestiones que se ventilaron en la causa por la inundación, en la que casualmente nunca fue citado el Lole, a pesar de haber sido él, el que aparece como el Chabán de aquel hecho. En la causa judicial por la inundación de Santa Fe se debate, por ejemplo, el tema de la brecha no cerrada entre el tramo 2 y la cota natural más elevada, por la que se metió el río en la ciudad. En las proximidades temáticas de ese tema, que aparece a primera vista como una cuestión técnica, está el discutido contrato con la empresa Gualtieri que construyó el problemático tramo 2. ¿Reutemann, que era el jefe del gobierno santafesino, no tiene que ver con eso? ¿No habría que investigar el cohecho activo en relación con esa cuestión? ¿No tiene nada que ver esto con el montaje de lo que resultó finalmente la trampa mortal de la inundación, del mismo modo que Chabán tiene que ver con la trampa mortal que resultó Cromañón? ¿No se parecen mucho Chabán dejando cerradas las puertas de escape de Cromañón, con Reutemann callando la necesidad de evacuar la ciudad para que evitar las muertes? Las coincidencias resultan un poco escandalosas y es extraño que no hayan sido repetidas en todos los diarios, especialmente porque lo de Reutemann tiene algunos agravantes: él tuvo mucho más tiempo que Chabán para minimizar los resultados negativos de las acciones que a lo largo de su gobierno terminaron posibilitado la entrada del río a la ciudad, él tuvo varios días durante los cuales podría haber garantizado la evacuación masiva. Pero no lo hizo, ya se sabe, prefirió esconderse en el a mí nadie me avisó que se hizo tristemente famoso, mientras contaba a quien quisiera escucharlo que la culpa de que hubiera un agujero en las defensas había sido responsabilidad de la naturaleza. La causa Cromañón tiene elementos para varias discusiones, es cierto. Me traen muchas dudas estas causas que sufren una gran presión pública y no me parece convincente para nada que se hable de estrago doloso para lograr que las penas sean más impactantes. El dolo no resulta de que haya muchos muertos o de que haya pocos, o de que la causa tenga más o menos prensa. El dolo resulta de la intención y es difícil pensar que Chabán o los otros inculpados, tuvieran la intención de que los pibes murieran asfixiados. De igual modo, tampoco creo que Reutemann quisiera que hubiera muertos en Santa Fe. Sí creo que hace falta subrayar los parecidos, porque Reutemann no tendría que ser hoy candidato a nada, tendría que estar políticamente condenado por haber organizado el Estado incapaz de prever semejante tragedia, más que eso, el Estado que dispuso los elementos para que esa tragedia resultara posible. Y Reutemann, obviamente, tendría que ser también jurídicamente condenado en una causa en que el informe técnico, escrito por peritos supuestamente imparciales, dice que "se considera que hubiera correspondido disponer la evacuación del sector sur de la autopista hasta los barrios del sector sur de la ciudad durante el transcurso del día 28 de abril, una vez fracasadas las medidas tendientes a cerrar la sección de ingreso” (citado en Imprevisión y desidia). A contraluz de estos parecidos ignorados o mejor dicho, deliberadamente ocultados, se ve claramente la impunidad, el resultado de haber montado un aparato judicial lleno de parientes y amigos, el resultado de haberse convertido el hombre de los empresarios que mueven los negocios, las informaciones y las noticias, el resultado de haber armado un feudo que lo mantiene en pie, a expensas de la justicia y de la verdad. Opiná sobre este tema |
![]() |
||
|