Los consejos de Seguro

presentados por Adrián Alvarado

Las primeras victimas de las bolsas fueron anónimas y por consiguiente no entraron en las estadísticas ni en la agenda de los medios, dos cirujas, a los dos los encontraron con bolsas en la cabeza asfixiados, vivían en un basural, ahí murieron y ahí fueron enterrados, basura a la basura. Después los cadáveres en los volcaderos empezaron a preocupar a los grandes generadores de desperdicios, el modus operandi del supuesto asesino serial era el mismo, todos los muertos tenían una bolsa de plástico en la cabeza, la policía no tenia pistas ni ideas, mientras tanto los cuerpos se acumulaban.
Los medios empezaron a hacer leña del árbol caído con el debilitado gobierno haciéndolo responsable de la situación por no haber hecho a su tiempo una campaña seria contra el uso indiscriminado de bolsas de plástico, pero la gente intuía, casi como animales, que no existía ningún asesino serial que ultimaba a sus victimas asfixiándolas con bolsas, ya no había lugar para la duda, las consecuencias eran evidentes.
Cuando empezaron a aparecer muertos en supermercados y shopings también empezó a circular lo que podría haber sido un mito, varios testigos coincidían en sus versiones, de golpe, según sus palabras, vieron a alguien con una bolsa en la cabeza tratando desesperadamente de sacársela y aun ayudándolo no pudieron desprender el plástico de la cara del o de la desafortunada, las bolsas entonces estaban atacando a la gente por sí mismas, parecía ridículo pero era así, las calles quedaron desiertas a merced de las bolsas que dueñas y señoras bailaban felices como la bolsa de belleza americana.
Poco después un científico iluminado descubrió que ciertos polímeros habían logrado mezclarse con células orgánicas adquiriendo inteligencia y lo primero que se les ocurrió fue deshacerse de los hombres, a la final la guerra la terminamos ganando nosotros pero esa solo fue una versión cinematográfica, en realidad perdimos pero no nos dimos cuenta.

Libertad a Seguro


La señora se sentó en una mesa que daba a la ventana, se sacó los dientes postizos y llamó al mozo, pidió un café completo y un vaso de agua limpia para depositar la dentadura, el mozo trató de explicarle que no podía exponer la prótesis sobre la mesa en un vaso porque le daba mal aspecto al establecimiento, la señora le dijo que traiga entonces una taza grande de loza con agua así nadie vería los dientes que tanto avergonzaban al gastronómico. El garzón fue a preguntar y le dieron el visto bueno, le llevó una taza grande hasta la mitad de agua, la señora depositó la dentadura dentro y todos contentos, la casa estaba en orden.

Después de tomar el café no va que la señora se saca la peluca y la pone arriba de la mesa. Blanca y radiante la pelada y el pelo de artificio al lado de la taza con los dientes. Vuelve el mozo a pedirle que aunque sea guarde la peluca en su cartera y la señora que no, que no le entra, que si se la quiere llevar y guardarla en otro lado que se la lleve, el tipo va y consulta con el dueño, vuelve y se lleva la peluca con un poquito de asco dado que todavía estaba caliente.

La casa volvía a estar en orden pero no duró mucho porque la señora se sacó una de las piernas y la puso sobre la silla de al lado. Vino ahora el mismísimo dueño del bar en persona dispuesto a echarla pero no pudo porque cuando se acercó a la mesa la señora se desenroscó la mano izquierda y tomándola con la derecha saludó al dueño del bar exhibiendo una amplia y amable sonrisa sin dientes. Entre conmovido y conmocionado el hombre le preguntó si estaba haciendo todo aquello a propósito y la señora le dijo que sí, que lo hacía a propósito porque necesitaba hacerlo, y el tipo que porque no lo hace en su casa y ella que si no tiene derecho a salir a tomar algo como el resto de los mortales enteros que no necesitan incomodas prótesis para vivir y el tipo que sí, que está bien, que tiene razón pero... y ella que le pide si no le puede llevar la bolsita de la sonda al baño y el tipo medio que llora y va al baño de mujeres  vacía la bolsa y se la lleva de vuelta y la señora ya no está.

Sobre la mesa los dientes, la mano izquierda y la pierna en la silla y un ojo de vidrio sobre una nota que decía "Dios no existe".

Libertad a Seguro


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Dónde el comienzo
dónde el final
cuando viene fluyendo
en basto cauce
en extenso
meandroso
recorrido
desde la cima
hasta la mar
de lo que viene.
El durante es ahora
no hay dique
ni compuertas
no hay forma de parar
esto
yafue
de tal modo
que
ni la puta poesía.


Después de mucho hablar
caigo en la cuenta
que no dije nada
y me llamo a silencio
entonces
no va
que la voz sigue
sonando en mi cabeza
que por más que la sacudo
no se acomoda
y salgo afuera a caminar
y lloro a los gritos
y los perros me miran
y los astronautas
se rasgan las vestiduras
y las volteretas de la cometa
y una desconocida
que me abraza
y me dice
que no es para tanto
Vos qué sabés
le digo
si lo que me atormenta
también
suele
tomarme
en sus brazos,
ella me suelta
y me mira a los ojos
así
y se va
dejándome un poco más sola.

Delfina Contreras

Las naranjas del patio
en el piso de pasto
están pudriéndose
y un caracol
se arrastra
por uno
de los enormes hongos
de la tipa
que no es una señora
es un árbol
que solo sabe
irse para arriba.

La Bestia

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