“Aparentemente no pasaba nada en Córdoba”

por Miguel Espinaco

A Cecilio lo conocí en otro reportaje ya hace un par de décadas.  Realizábamos por ese entonces la investigación para lo que terminaría siendo finalmente el libro Hay un positivo y en el relato de vida que armábamos por aquel entonces, se filtró el relato del cordobazo.  Era inevitable, claro, porque era parte de la historia que intentábamos contar.

Era casi natural que al cumplirse cuarenta años de aquellos hechos que conmovieron al país, me acordara de Cecilio.  Le escribí el mismo 29 para ver si el sábado 30 podíamos coordinar una entrevista por teléfono desde la radio, pero una computadora que no funcionó demoró la respuesta y entonces el programa ya se había pasado.  “En realidad yo tendría que haberme dado cuenta antes, porque también hubiera estado bueno sacar el reportaje en la anterior revista.  De cualquier manera, me parece piola que saquemos algo en la próxima”, le escribí, a modo de propuesta.  Los mensajes fueron y vinieron y al final acordamos que lo mejor era hacer un reportaje por mail, tomarnos todo el tiempo que nos dejaba la espera de este número de la revista que estás leyendo ahora, para que las preguntas fueran y las respuestas vinieran en una especie de diálogo con delay al cuadrado.

Este es el reportaje a Cecilio Manuel Salguero, ahora Licenciado en Comunicación Social y  periodista Digital, entonces un militante de Córdoba que participó en el Cordobazo.

MdH: La primera pregunta es para que te presentes a vos mismo por aquellos años, que nos cuentes si eras estudiante, si trabajabas,  qué temas se hablaban entre la gente con la que tenías  relación, si militabas en alguna organización y cuales eran los temas de debate, los planes, las ideas.

Cecilio: Yo tenia 23 años, estudiaba "Ciencias políticas y diplomacia" en la Universidad Católica de Córdoba. También trabajaba como inspector, acá le decimos "zorro gris”,  en la Municipalidad.  En 1967 junto a Mariano Pujadas, Miguel Angel Bustos, Jorge Mende, Marilor Pappaterra, Alberto Molinas, Claudio Erenfer, Miguel Moze, Hugo Baretta, y otros, habíamos fundado la Asociación de Estudios Sociales (AES) de orientación tercermundista-peronista de base.  Nuestras inquietudes eran de un gran compromiso social y político, a favor de los pobres, explotados y marginados sociales, mayoritariamente peronistas. Éramos frontalmente opositores a la dictadura fascista de Ongania y al clero integrista conservador (Ciudad Católica, Verbo, Opus Dei) dirigidos por el Cardenal Primatesta y los jesuitas de la UCC.  Admirábamos a Evita, Camilo Torres, Ernesto Guevara, Agustín Tosco, Atilio López, Raimundo Ongaro, Rodolfo Walsh, Rodolfo Puigros, Hernández Arregui, Scalabrini Ortiz, Ernesto Jaureche, Willian Cook, Jean Paul Sartre, Fran Fanon, Marx, Lenin, Mao Ste Tung, Ho Chi Min, Angelelli, Sandino, Jose Hernández, Moreno, Belgrano, San Martín, Bolivar, Mariategui, Tupac Amaru, Helder Camara, etc. y los luchadores por la liberación nacional y social contra el imperialismo y la dependencia de los países del tercer mundo. Nos unimos a la CGT de los Argentinos de Atilio López y Agustín Tosco, adherimos a los programas de Huerta Grande, La Falda y 1º de mayo de 1968.  Distribuíamos la revista “Cristianismo y Revolución” dirigida por García Elorrio y el Semanario de la CGTA dirigido por Rodolfo Walsh.  Participamos en las barricadas, actos relámpagos y planes de lucha junto a la CGTA, la coordinadora de Centros Vecinales y el movimiento estudiantil de la UNC y la Tecnológica.  El objetivo era derrotar a la dictadura - que tenía un plan de permanecer 20 años desde 1966 a 1986 - recuperar los Derechos Humanos, sociales y políticos, recuperar la Democracia, lograr la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados, en especial de Juan Domingo Perón.

MdH: La segunda pregunta tiene que ver con cómo recordás el  Cordobazo, los días en que se fue gestando, la construcción esa más molecular que a veces la historia pierde de vista,  pero que es el vapor que al final hace estallar la caldera.

Cecilio: Desde la muerte del obrero-estudiante SANTIAGO PAMPILLON, el 8 de septiembre de 1966, comienza la organización de la oposición a la dictadura fascista. Durante esos dos años y medio se suceden numerosas huelgas obreras y universitarias. Toma de fabricas, barricadas, actos relámpagos, huelgas de hambre, movilizaciones y planes de lucha.  Así se va creando un clima social y político donde los dictadores se quedan solos apoyados por Primatesta, un sector del clero alto, los salesianos, jesuitas, dominicos, franciscanos  etc, los empresarios mas ricos y los políticos conservadores, junto con un reducido grupo de burócratas sindicales de derecha. Se va plasmando la UNIDAD OBRERO-ESTUDIANTIL en la calle y en las luchas sociales. Influyen en nosotros las luchas en Corrientes, Rosario, Tucumán que son reprimidas violentamente, mueren distintos activistas (Cabral, Bello, Blanco y Hilda Guerrero de Molina) y cientos son encarcelados y torturados con picana eléctrica.  Así llegamos a mayo de 1969, donde la CGTA elabora un plan de lucha consistente en paros con movilización en cada semana. Ante la pretensión por parte del Ministro neoliberal de Economía Adalberto Krieger Vasena de eliminar el "sábado ingles" (4 horas pagadas no trabajadas semanalmente) y las "quitas zonales" (diferencia de sueldos a favor de los obreros del interior) la CGTA de Córdoba prepara un paro con abandono de fábrica para el 29 de mayo de 1969. Todos los sectores populares  apoyan la iniciativa y participan activamente. Mas de 50.000 personas, la mayoría jóvenes, tomamos con barricadas los barrios y el centro de la ciudad e incendiamos numerosos comercios de firmas imperialistas (Xerox, Citroen, City Bank etc.). Se cree que por la feroz represión murieron más de 100 personas, pero eso nunca se pudo investigar.  En la noche del 29 entran el ejercito, la gendarmería y la fuerza aérea y retoman el control de la ciudad tomando prisioneros a mas de 3.000 personas, que encierran en los cuarteles en el camino a La Calera  La suerte de la dictadura estaba echada, se acortaban los tiempos y su derrota definitiva se iba acelerando ante la gran Resistencia Popular.

MdH: El Cordobazo empezó como una movilización más de las tantas que se estaban llevando adelante en medio de un proceso de lucha que levantaba temperatura.  ¿Cómo se vivían los días anteriores, mientras planeaban las marchas y hacían los carteles y discutían las consignas?  ¿Ustedes se esperaban que terminara resultando un Cordobazo?

Cecilio: El día 29 de mayo había una gran expectativa sobre los alcances del “paro activo”, la gente había pasado los días anteriores preparando todo tipo de materiales para tirarle a la policía (bombas molotov, clavos miguelitos, gomeras con bulones, etc.) También haciendo panfletos, pintadas con brocha y con aerosol.  Se sabia que Augusto Timoteo Vandor (colaborador de la dictadura) había venido a Córdoba, durante la semana, a persuadir a los dirigentes de las “62 organizaciones peronistas” para levantar el plan de lucha. Se volvió ante su fracaso total. Las principales consignas eran: “Abajo la dictadura”, “Libertad a los presos políticos”, “Elecciones libres”, “Perón vuelve”. NO ESPERABAMOS, de ninguna manera que todo terminara en un “Cordobazo”, como gracias  al pueblo resultó, adelantando los tiempos de descomposición de la dictadura y fortaleciendo el  campo popular. Así comprobamos que APARENTEMENTE NO PASABA NADA EN CORDOBA, pero que subterráneamente habían madurado las condiciones objetivas y subjetivas para pasar a la ofensiva contra los dictadores fascistas. Las numerosas campañas de agitación, concientización y movilización callejera dieron fruto en la gran rebelión del 29 y 30 de mayo de 1969

MdH: Es bastante difícil en estos tiempos de Tinelli y de debate político light, hacerse una idea de cómo se vivían aquellos días.  Ustedes se enteraban en las noticias de las varias represiones en Rosario, en Corrientes y escuchaban en la radio sobre Vietnam y el mayo francés y leían volantes y periódicos que escribía Tosco, pero al mismo tiempo eran los sábados circulares de Mancera y los discursos de Onganía y los teleteatros de la tarde y los que hablaban añorando a Illia.  ¿Cómo se vivía ese choque en las familias, en el barrio, en la misma facultad, en los trabajos?

Cecilio: El clima social y cultural era de una gran represión, TODO ESTABA PROHIBIDO, ser joven era un delito y eras sospechoso en la vía publica. La policía te paraba, te pedía documentos y te humillaba por tener el pelo largo, minifaldas, etc.  El atropello era total, se allanaban bares, lugares bailables, barrios y viviendas sin orden judicial y se encarcelaba a los ciudadanos por cualquier excusa. La mayoría de los detenidos era torturado y las mujeres violadas….en las comisarías. Era insoportable vivir bajo la infame opresión, donde no estabas seguro en ningún lugar. Eso te obligaba a vivir en la clandestinidad, escondiendo tus libros, tu manera de pensar, tus cartas, cuadernos, apuntes, discos, etc.  Te tenías que cuidar de quién se sentaba a tu lado en el colectivo, en el bar, debías cuidar tu conversación en los lugares públicos, colegios, universidades, cines, bares, plazas….La ciudad era una gran cárcel, un gran cuartel, un gran manicomio.

Los medios de comunicación hacían propaganda a la dictadura militar, al catolicismo nacionalista de derecha. Se imponía una moral pública represora y medieval… Los curas, los profesores, las autoridades y militares eran los “dueños de la verdad”. NO HABIA NINGUN TIPO de LIBERTAD PARA PENSAR, OPINAR, ESCRIBIR y CIRCULAR en la CALLE. Muchos libros, películas, artistas, poetas, músicos estaban prohibidos.

IMPERABA LA CENSURA en todos los medios de comunicación social.  SE FOMENTABA EL ODIO y la DELACION CONTRA el que VIVIA o PENSABA DISTINTO, el VECINO, el VIAJERO, el FORASTERO….SE FOMENTABA el RACISMO (contra negros, bolivianos, paraguayos, chilenos, peruanos, judíos, etc.), la DISCRIMINACION, la MARGINACION y el MACHISMO.  En el marco de ese oscurantismo cultural, se fomentaban programas pasatistas de TV como “sábados circulares “ ,”la familia Falcón”, “Los Campanelli”…etc., buscando embrutecer y estupidizar a la opinión publica.  La radio LV 2, con Norma Landi cumplía la función que realiza hoy  Cadena 3 con Mario Pereyra, ENTRETENER ATURDIENDO y DANDO LA VERSION OFICIAL de los ACONTECIMIENTOS DIARIOS. Mariano Grondona en la TV, era el periodista que daba la opinión política de la dictadura, junto a los diarios La Prensa, La Nación y La Razón.  Las Revistas Primera Plana y Confirmado eran las que hacían la propaganda política oficial.  Había un demonización muy acentuada de todos los opositores acusándonos de “COMUNISTAS”, POR PENSAR DISTINTO y PROTESTAR POR LA INJUSTICIAS  de la DICTADURA FASCISTA… La prensa opositora era clandestina y se corría peligro de perder la libertad y la vida al escribir o repartirla en la vía publica. LOS MALDITOS FASCISTAS CATOLICOS VIOLARON TODOS NUESTROS DERECHOS HUMANOS y  NO NOS DIERON OTRA OPCION QUE REBELARNOS MASIVA y VIOLENTAMENTE  en el “CORDOBAZO” y en el “VIBORAZO”.

MdH: El Cordobazo terminó con una fuerte represión, con muertos, heridos y encarcelados.  Sin embargo hay coincidencia en considerarlo un triunfo, una bisagra en la historia.  Más allá de los hechos superestructurales que terminaron con la caída de Onganía, con Lanusse y todo lo que pasó después  ¿Cómo se manifestó en la vida diaria este cambio de época?

Cecilio: En la vida diaria la rebelión popular del “Cordobazo”, constituyó un despertar de la conciencia que se manifestó en la perdida del miedo y en la decisión de continuar la lucha mejorando la organización popular. Renació la esperanza de que se podía hacer retroceder a la opresión y que era posible vivir con mayor libertad en todos los órdenes de la vida. La juventud manifestaba con mayor frecuencia y decisión sus ideas opositoras. Aumentaron los conflictos, huelgas en la Universidad y en las fabricas.  La gente que había permanecido pasiva se sumaba a la lucha desde su barrio, fabrica o facultad… La efervescencia aumentó y de esa manera se preparó el camino al “viborazo”, la otra revuelta del 15 de marzo de 1971, que aceleró los tiempos políticos.

MdH:¿Cómo ves la situación hoy con el contraluz de aquellos años?

Cecilio: La situación ahora en Córdoba, es distinta debido a que no existe una dirigencia sindical que represente auténticamente a los intereses de los trabajadores.

Las masas de asalariados están a la defensiva, presionadas por la desocupación y la gran pobreza. Como resultado del neoliberalismo se instaló en la población el individualismo y la falta de organización, lo que debilita las posibilidades del campo popular.

Se han perdido numerosas conquistas sociales en especial con la implantación de la flexibilidad laboral. Los partidos políticos están dirigidos por empresarios neoliberales y los sindicatos por dirigentes conciliadores muy sometidos.  Se lucha solo por el aumento de sueldo y se olvida la parte política de construir un modelo de país que nos libere de la dependencia del imperialismo de las empresas multinacionales. No existe la unidad OBRERO-ESTUDIANTIL y la participación política es muy débil. Los sectores empobrecidos todavía permanecen inmovilizados por el clientelismo político y eligen el “mal menor” La juventud no tiene inquietudes sociales y políticas  y su conciencia es pobre. De todas maneras esta situación será  mejorada con el avance del proceso de liberación que se esta dando en America Latina  y que anticipa el cambio de estructuras  hacia una democracia popular.

MdH: Bueno Cecilio, la última no es una pregunta, sino un agradecimiento por tu tiempo y la invitación a que cierres este reportaje con el comentario que consideres apropiado a este aniversario que pasó y que trajo al Cordobazo de vuelta al primer plano de la memoria.

Cecilio:  A 40 años del “Cordobazo” la Argentina sigue siendo un país dependiente y subdesarrollado, con un alto índice de pobreza, desocupación, marginación, explotación de los trabajadores y de injusticia social. Como miembro sobreviviente de la “generación del Cordobazo”, hago un balance final de estos 40 años de luchas contra el imperialismo, la explotación y la injusticia social.  Muchos son los métodos legítimos que hemos empleado para lograr nuestras conquistas sociales, nuestros derechos políticos, económicos, sociales y humanos. Algunos dieron mas resultados que otros. Todos  fueron usados dignamente  en pro de los objetivos permanentes de LIBERACION NACIONAL y SOCIAL… De todos ellos, me parece que el mejor fue el de la sublevación popular violenta como el “Cordobazo” el 29 de mayo de 1969 , el “viborazo” 15 de marzo de 1971 y las jornadas pacificas  del 19 y 20 de diciembre de 2001.

La Historia nos deja esta enseñanza: SIN LA PARTICIPACION de las GRANDES MAYORIAS POPULARES es IMPOSIBLE LOGRAR AVANCES en ESTE LARGO CAMINO por la LIBERACION. Hoy estamos en una nueva etapa de este camino popular y prolongado.  Hemos instalado la defensa de los Derechos Humanos como un punto estratégico no renunciable y en este campo logramos grandes conquistas….

Buscamos una DEMOCRACIA POPULAR CON PROFUNDOS CAMBIOS ESTRUCTURALES QUE ESTABLESCAN la JUSTICIA SOCIAL, la SOBERANIA ALIMENTARIA y la PROTECCION del EQUILIBRIO AMBIENTAL.

BUSCAMOS LIBERARNOS del IMPERIALISMO MULTINACIONAL y de la GLOBALIZACION TOTALITARIA. Seguimos movilizándonos buscando no cometer los errores del siglo XX, apreciando las conquistas logradas y evitando quedarnos en el conformismo del que no respeta la memoria de los miles de queridos compañeros que dieron sus vidas por  la ARGENTINA LIBERADA INTEGRALMENTE JUNTO A TODA AMERICA del SUR.


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En 1967 habíamos fundado la Asociación de Estudios Sociales de orientación tercermundista-peronista de base. Nuestras inquietudes eran de un gran compromiso social y político a favor de los pobres, explotados y marginados sociales.

Se va creando un clima social y político donde los dictadores se quedan solos apoyados por Primatesta, un sector del clero alto, los empresarios mas ricos, los políticos conservadores y un reducido grupo de burócratas sindicales de derecha.

El 29 de mayo había una gran expectativa sobre los alcances del “paro activo”, la gente había pasado los días anteriores preparando todo tipo de materiales para tirarle a la policía y haciendo panfletos y pintadas con brocha y con aerosol.

Aparentemente no pasaba nada en Córdoba, pero  subterráneamente habían madurado las condiciones objetivas y subjetivas para pasar a la ofensiva contra los dictadores fascistas.

Te tenías que cuidar de quién se sentaba a tu lado en el colectivo, en el bar, debías cuidar tu conversación en los lugares públicos.  La ciudad era una gran cárcel, un gran cuartel, un gran manicomio.

La radio LV 2, con Norma Landi, cumplía la función que realiza hoy  Cadena 3 con Mario Pereyra, entretenía aturdiendo y daba la versión oficial.

El “Cordobazo”, constituyó un despertar de la conciencia que se manifestó en la perdida del miedo y en la decisión de continuar la lucha mejorando la organización popular.

De todos los métodos que hemos usado estos cuarenta años de luchas contra el imperialismo, la explotación y la injusticia social, me parece que el mejor fue el de la sublevación popular violenta.

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