Los consejos de Seguro

presentados por Adrián Alvarado

El abejorro rolando se posó sobre el girasol y no podía creerlo, Ya fue, dijo, No laburo más. Cuando intentó extraer el polen de esa flor enorme no pudo y descubrió que lo que debería ser blando era duro y no encontró la forma de romper la cáscara que tenían aquellas cosas que parecían semillas, Debí haber asistido a aquel curso de floricultura, se dijo rolando mientras miraba a su alrededor y verificaba que estaba solo, No importa, esto es una flor y yo soy una abeja lo que significa que tengo que llevarme algo. En este momento y si esto no fuera un cuento debería haber un flash back como si de una película se tratara, en la escena rolando es conminado por dos abejas obreras patoteras del gremio de recolectoras a ponerse las pilas con la entrega de polen porque la estaba quedando, y ya que no servía ni para soldado al menos debería cubrir la entrega mínima de materia prima que cualquier abeja infeliz puede conseguir, Esta es una sociedad organizada y como que un hexágono tiene seis lados si vos no garantizas y regularizás tus entregas vas a ser procesado como complemento alimentario alternativo para larvas con dificultades de crecimiento, esto dijo la obrera mientras abría grande la boca y la secuencia termina fundiéndose en negro, perdida en la profundidad de la garganta del bicho.

Bastante desanimado rolando bajó al suelo y se sentó a pensar sobre una piedra cuando una voz finita lo llamó, Hey abeja, hey, una pequeña flor amarilla lo llamaba, ¿Estás en problemas? yo tengo la solución, tomá, la flor estaba ofreciéndole dos bolas enormes de polen fresco, Con esto safás, le dijo, Sí, gracias, dijo rolando que agarró el polen y salio rajando. Cuando llegó y entregó el producto solo lo miraron y a continuación lo mandaron a la oficina de reciclaje donde posteriormente lo hicieron papilla para larvas, lo que había traído creyendo que era polen, solo eran motas de polvo pintadas.

Esto termina con la flor falsamente generosa diciendo a cámara con expresión desagradable “No existen soluciones mágicas, dios en la invención de un adicto a las drogas duras”.

Libertad a Seguro


A belardo las cosas le resbalan, se le caen los auriculares, los anteojos, las gorras, los sombreros se le deslizan, la ropa se le pianta, a belardo le pasa que se queda en bolas todo el tiempo, por eso entre otras cosas no sale de su casa, a belardo le duele la soledad como a cualquiera pero a el le duele un poco más porque la muy ladina se le prende como una enorme garrapata y es lo único que se le pega, a belardo le pasa que no puede tener contacto con nadie, tampoco puede matarse, intentó sostener un revolver apuntando a su cabeza se le cayó y terminó rompiendo un florero, cuando quiso ahorcarse la soga se safó y se hizo mal un tobillo, a belardo le seduce la idea de sentarse sobre un monte de sal y morir como una babosa pero no lo hace, no quiere dejar una imagen tan repugnante y tampoco tiene muchas ganas de morirse. De noche, cuando el sueño llega, a belardo la vida le da un changüí, una dulce dama de piel seca lo besa, lo abraza hasta la paz y la buena sed.

Libertad a Seguro


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En el papel soy
esto
en mi casa
en mi cama
en el baño
en el laburo
en la escuela
soy
una excusa
un perfil difuso
el sonido de mis pasos
y todo el aire
que transformo
en eso que dicen
que reciclan las plantas
y el agua
y la carne magra.


Un airecito oportuno
entra por la ventana abierta
y me acomoda de un viaje
el pelo blanco
y todas esas huellas
que las expresiones
me han dado
lisa
sana
casi turgente
empiezo otra vez de vuelta
con la firme intención
de no volver a equivocarme.


Camina el bicho
cuatro patas
sincronía
se hamaca el pibe
y en el vaivén
de la cadena
donde un eslabón
siempre grita
me quedo
mano sobre mano
hipnotizada.

Delfina Contreras

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