Crónicas Curturales

Hacia 1960 el comic ha dejado de ser un mero divertimiento para niños o para adultos detenidos en la adolescencia sexualmente reprimida. De la gran mano del maestro guionista H. G. Oesterheld unos italianos han sabido darle una impronta magnífica y soberbia a un arte para todas las edades.

Sepa qué es la historieta

17 _ Italia, definitivamente adulto

por Maytland Goyeneche

Un superhéroe italiano

Después de la 2ª guerra mundial, que los italianos perdieron, la historieta pudo librarse de las ataduras que el régimen fascista mantenía en todos los campos de la expresión. Pero volver sobre viejas fórmulas, sobretodo las de los comics norteamericanos, no le dio demasiado aire para poder evolucionar hacia una nueva forma de hacer. Y es que la vieja forma ya no enganchaba a los potenciales consumidores. Muchas publicaciones sobrevivían sin mayor gloria creando diversos cowboys u héroes temerarios, de los que recataremos a L’Asso di picche (As de picas), la publicación del personaje del mismo nombre que aparece en 1945 de la mano de un grupo de jóvenes venecianos:  Ongaro, Faustinelli y Pratt. Con fuertes influencias norteamericanas a primera vista es muy similar a El fantasma de Lee Falk, aunque también tiene algo de Batman y de The Spirit. Un justiciero enmascarado que ha sabido sobrevivir al olvido de los personajes intrascendentes seguramente por tratarse de la primera experiencia de Hugo Pratt, pero no por mucho más que eso. La revista duró apenas unos 18 números pero sus personajes habían logrado cierta fama y sus autores continuaron trabajando incluso para otros mercados (léase, otros países). En 1950 se les propone trasladarse a Argentina y así llegarían a establecer un lazo directo con Hector Oesterheld que le imprimiría a la creación de historietas un inimaginable camino hacia la adultez (ya saben, Sgto Kirk, Ticonderoga y otros). Después, vuelven a Italia.

Se va descubriendo un lenguaje

Si bien Italia todavía no había dado nada importante de si al gran mundo del comic (que vamos, Pratt estaba en Argentina haciendo eso, consideramos esa parte de su carrera como un logro argentino) los círculos cultos estaban abriendo los ojos hacia la cultura popular. El mayo francés del 68 no estaba tan lejos, las revoluciones estaban a la orden del día, las viejas estructuras tenían que, de alguna manera, dar paso a las nuevas.

Umberto Eco ya prestigioso, publica en 1964 Apocalípticos e integrados dando una visión diferente sobre ese lenguaje que estaba destinado a niños y oligofrénicos. Indudablemente, por más cultos que sean, los intelectuales parece no habían visto jamás en su vida una página de Liltle Nemo. Los estudios sobre los comics empiezan a aparecer por los más diversos lugares y en 1965 se realiza el primer Salón Internacional de Comics en Bordighera, que al año siguiente se trasladaría a Lucca, que es donde se entregan los famosos premios Yellow Kid. Ya lo dije, una especie de Oscar en los comics. Ese mismo año aparece la revista Linus.

Pero antes, Diabolik

Creada en 1962 Diabolik por las hermanas Angela y Lucianna Giussani (atención, los personajes de comics creados por mujeres que hayan logrado notoriedad son contados con los dedos de una mano) es el, ahora, clásico ladrón de guante blanco que de alguna manera está prefigurado en los folletines franceses de Fantomas, viste un traje negro pegado al cuerpo con máscara y todo. Anti-héroe típico de la historieta un ladrón es el personaje (porqué no el héroe) principal que siempre sale triunfante y que generaría una serie inmensa de clones ansiosos por conseguir el dinero fácil subiéndose al carro del éxito ajeno en el ya categorizado género Explotation. Claro, para que una copia rinda debe ofrecer al público algo que el original no hace. Debe ir un poco más allá y la violencia y el erotismo fueron los ingredientes que Diabolik no tenía en su carta. De las cientos de copia berretas que tuvo el fino ladrón han llegado a sobrevivir Satanik y Kriminal y algún otro, como el ya más zafado Killing, en el campo de la fotohistorieta, donde nunca faltaban señoritas en paños muy menores y muertes muy sangrientas. Cabe decir que los italianos han sabido hacer un culto del explotation a partir de los años 60, lo de Diabolik es apenas una pequeña muestra.

Coincidiendo con el prestigio en el establishment. Diabolik suma una serie de polémicas, cartas de padres furiosos, demandas, secuestros de ediciones por parte de una sociedad horrorizada ante lo que se le estaba brindando a sus niños. De haber sabido lo que ocurriría un par de años más tarde con la avalancha del comic netamente pornográfico o de los clones ya nombrados, tal vez los padres se habrían preocupado un poco más.

Linus

Linus es considerada la primera revista Europea dedicada al comic de autor. Lo que es decir, del mundo, ya que para ese entonces, en USA lo de comic de autor no era más que una etiqueta muy linda pero sin significado a la hora de los bifes. Dirigida por Giovanni Gandini y Oreste del Buono recibe su nombre de un personaje de la tira de periódicos norteamericana Peanuts, de Charles Schulz. Verdadera obra de autor si las hay. En la revista aparecen reediciones de, claro, Peanuts, pero también de B.C., Wizard of id, Li’l Abner, Popeye, Dick Tracy, Krazy Kat y algún otro como si fuera poco. La revista empieza a tener influencia en las tierras vecinas al punto que la francesa Charlie (que es otro personaje de Peanuts) nace inspirada directamente en ella y hasta llega a imprimirse en Italia para tener el mismo tipo de tratamiento en los colores.

Los italianos también tendrán su espacio, el entonces arquitecto Guido Crepax comienza aquí con Neutrón, una historia de ciencia ficción que poco a poco será devorada por el personaje femenino, la novia del héroe, a la vez que sus páginas se ven desbordadas de rompimientos gráficos organizando las viñetas en la página a como de lugar, haciendo lo propio con le sexualidad de Valentina, personaje este al que no le vamos a dedicar un capítulo entero pero qué va, le vamos a dedicar un párrafo entero.

Valentina

Valentina es, antes que nada, un comic. Luego, puede ser otras cosas: la chica más linda jamás dibujada. El mejor comic de la historia, una obra maestra del erotismo, etc, etc... que dibujó Guido Crepax para hacer de este mundo un lugar más lindo para habitar... Al menos para nosotros, los que amamos a Valentina....

En Linus Nº 2, Crepax comienza su serie de aventuras Neutrón fusionando los géneros de espionaje y ciencia-ficción. Neutron es en realidad el investigador aficionado Philip Rembrandt, joven estadounidense descendiente de holandeses, reconocido crítico de arte. Neutrón posee poderes mesméricos: puede provocar parálisis total (tanto en maquinarias como en seres humanos) mediante la mirada. Entre su armamento técnico se cuenta un laboratorio altamente equipado, infinidad de microcámaras y transmisores; y una Maserati especial.

En su primera historia Philip Rembrandt conoce a la joven fotógrafa Valentina Rosselli, naciendo instantáneamente una mutua atracción que continuará en relación amorosa.

En su segunda aventura ("I Sotterranei", de 1966), Philip y Valentina, exploran las entrañas de la Tierra enfrentando a "Los Subterráneos", superhombres ciegos extremadamente inteligentes que quieren dominar a la humanidad. Curiosamente, Neutrón es, descendiente de esa raza.

En estos primeros episodios, Valentina es una especie de Lois Lane de Superman, siendo solamente una figura decorativa que acompaña al héroe. Poco a poco, comienza a cobrar relieve en los argumentos, viviendo su primer aventura en solitario en las páginas de la revista Ali Babá en 1968. Un año más tarde, la serie ya se titula oficialmente Valentina. Phillp Rernbrandt pierde paulatinamente sus poderes. La historieta abandona el relato de superhéroes y comienza lo fantástico y lo onírico.

Valentina es uno de los pocos personajes del comic (si no el único) que ha sido estudiado por psicólogos profesionales en más de una convención. Dato que tampoco da para orgullecerse mucho. En sus sueños, Valentina viaja a través del tiempo y del espacio, encontrándose con oficiales nazis, piratas del siglo XVll y cosacos zaristas entre otros.

Según los entendidos, los sueños de la protagonista implican (a través de escenificaciones eróticas) un sinnúmero de frustraciones y castraciones causadas directamente por la iglesia, el fascismo y los cambios sociopolíticos. Es decir que Valentina es una mujer liberada sólo en lo corporal, ya que mentalmente sigue dominada por sus traumas. Si estudiamos atentamente su biografía, veremos que Valentina se enrola en el grupo de mujeres cuya educación castrante (basada en la prohibición de los placeres carnales y en la eliminación del deseo) no concuerda con la postura libre de prejuicios y tabúes que pregona la sociedad. Esta situación puede llevar a dos resultados: el descubrimiento de la hermosura y el placer de la flagelación (o sea, el sadomasoquismo), o bien la asunción de sus necesidades corporales, sacrificando parte del placer del acto sexual, torturándose mentalmente. Valentina, de acuerdo con las exigencias de la narración, elegirá uno u otro camino indistintamente.

Valentina apareció también en Alter Linus y Linus Extra entre las más destacadas. En 1969, Milano Libri edita Valentina Speciale, recopilando algunas de sus aventuras. Tal vez debido al éxito de su personaje, Crepax comienza a incorporarlo en proyectos que nada tienen que ver con su saga principal.

En febrero de 1975, Francesco Casetti escribe A Proposito Di Valentina, libro publicado por Quadragono Libri, que cuenta con ilustraciones del propio Crepax. Está obra es, en realidad, un ensayo comparativo entre las figuras de Valentina y Louise Brooks. Actriz en la que se basó Crepax para la realización de Valentina.

En 1978, Crepax diseña 17 páginas que muestran a Valentina dedicada a la lectura. Estas secuencias funcionan como nexo entre sus adaptaciones de E. A. Poe: El Crimen de la rue Morgue (1967) y El Misterio de Marie Roget  (1970) y su personalísima H (1971).

Sgto Kirk

Ya habíamos visto que el Sargento Kirk habíase creado por Héctor Germán Oesterheld y Hugo Pratt en 1953. Bien, en 1967 un editor genovés que admiraba la obra de Hugo Pratt lanzó la revista Sgto Kirk donde publicaba los mejores comics del autor. Allí aparecieron Wheeling, Ann y Dann, Capitán Cormoránt, los Escorpiones del desierto y también La balada del mar salado, que es la primera historieta donde aparece el Corto Maltés.

Allí también publican un par de mostros sagrados del comic: Dino Battaglia y Sergio Toppi, y por si fuera poco, Milton Canniff, el más preclaro maestro de Hugo Pratt.

Y llegan los 70’

Pero para entonces ya están todos los autores donde tenían que estar y no hacen más que perfeccionarse en lo suyo, y ser cada vez más mejores en lo que saben hacer. Valentina continúa con sus erotismos oníricos cada vez mas desnuda, cada vez más desestructurada de la viñeta, Corto vive la aventura como nunca nadie podrá ya hacerlo (¿Indiana Jones? Por favor, es un principiante) y todos desarrollan una obra digna de cualquier biblioteca que se precie de tal y no creo que sea un error pensar que un pequeño grupo de cinco o diez personas supieron dar al mundo de la historieta una enseñanza mayúscula sobre lo que es un comic serio, en serio, ya sea para jóvenes, adultos o niños, pero con la dignidad de un trabajo bien hecho.

Y hay que decirlo, sino hubiera sido él hubiera sido otro, pero fue Héctor Germán Oesterheld el que primero puso la espada en la piedra.

Buenas noches.


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