Crónicas Curturales

Héctor Germán Oesterheld fue el primer guionista en tomarse en serio el trabajo de historietista, y encima desde el lugar menos visible a primera vista, el guión. Y no se trata de una cuestión de pionero, gracias a su labor la historieta argentina puede decir, hoy en día, acá estoy, soy seria, respétenme, valgo la pena.

Sepa qué es la historieta

14 _ Héctor Germán Oesterheld

por Maytland Goyeneche

HGO

Héctor Germán Oesterheld nació en Buenos Aires un 23 de julio de 1919 y murió, se presume, en 1978 no se sabe bien cuando porque su cuerpo no apareció. Bueno, es que es uno de los 30.000 según el Informe de la Comisión Nacional sobre la desaparición de personas, ya saben, la dictadura, Videla, la guerrilla, la gerra sucia, los montoneros (que ahora son gobierno...)(mmmm), y todo eso. HGO era montonero y fue parte de las víctimas de la zona más oscura que le tocó vivir a la Argentina.

En 1943 mientras trabajaba como corrector y estudiaba geología publica su primer cuento (Truila y Miltar, un cuento infantil sobre unos gnomos) en el suplemento literario del diario La Prensa. En algún momento decidió que lo suyo era la escritura y largó las piedras (también llevaba estudios de botánica, zoología y antropología) para dedicarse a las letras. Afortunadamente para la historieta argentina no se dedicó a escribir libros.

Primeras armas

Empezó con las editoriales Codex y Abril con relatos infantiles y de divulgación científica. Sus primeros guiones de historieta aparecen en la revista Cinemisterio, de Abril, en 1951: Alan y Crazy, Lord Commando y Ray Kitt con Hugo Pratt.

En el número 176 de la revista Misterix (1952) aparece Bull Rocket dibujado por Paul Campani. Este piloto de pruebas es su primer trabajo importante. Rocket trabaja con su equipo, el periodista Bob Gordon que oficiaba de investigador competente y su mecánico todoterreno Pig. Se genera así el equipo que suplanta al héroe individual que tanto daría que hablar a los elogiadores de HGO.

En 1953 aparece una de sus grandes hazañas: Sargento Kirk con dibujos de un ya esentado Hugo Pratt. En principio iba a ser una especie de Martín Fierro, pero la editorial le sugirió una historia del lejano oeste de Estados Unidos (o sea, un Wertern con cowboys) trasladó allí la historia de un soldado del ejército que se cambia de bando al ver como se maltrataba a los indios. Sargento Kirk es también un punto de ruptura en la historia. Cuando todavía los héroes eran los soldados norteamericanos, y los indios (o los alemanes, o los japoneses) los malos malísimos, HGO se manda con una revisión de la historia que si se hubiera tratado de un género que mueve mucha plata como el cine no habría podido ser. En este punto, cuidado. Si restreamos la historia del cine, toda la historia del cine, vamos a encontrar más de un ejemplo en que los indios no son necesariamente los malos. Lo que sí, no era la norma, pero no estaría bien decir que HGO fue un iluminado vanguardista de los derechos del hombre. Lo de iluminado, sobra.

Por esta época aparece el boxeador El Indio Suárez, dibujado por Carlos Freixas en Rayo Rojo, colabora con la editorial Columba y sus personajes comenzan a ser populares.

Frontera

En 1957 funda la Editorial Frontera junto a su hermano Jorge, que comienza publicando versiones literarias de las historias de Bull Rocket y el Sargento Kirk. Le siguen las revistas Hora Cero y Frontera. Negocia con la editorial Abril y se lleva al Sargento Kirk y deja a Bull Rocket que queda en otras manos.

Y vende bien. Aparecen Hora Cero Semanal, Hora Cero Mensual y Frontera Mensual.

En Hora Cero aparece Ernie Pike con Hugo Pratt, un corresponsal de guerra basado en el corresponsal de guerra de verdad Ernest Pyle con toda la parafernalia de las historias bélicas (soldados, uniformes, tanques, armas, explosiones, cadáveres, etc) pero donde el malo de la película solo era la guerra. Otra vez bucenado en las aguas de un género apropiado por un discurso dominante, nosotros y ellos, buenos contra malos, donde las víctimas siempre son los hombres estén en el bando que estén. Historieta de éxito total llegó a tener sus propias revistas: Cuaderno Rojo y Grandes batallas. Cuando Hugo Pratt se fue de Argentina el personaje pasó por otros dubujantes, Solano López entre otros.

Y siguen apareciendo personajes que quedarían estampados como con un baldazo de creatividad y genio en la pared de la historia de la historieta argentina: Ticonderoga, otro western norteamericano pero con indios de protagonistas con Pratt, Randall the Killer western ahora sí con el clásico cowboy de pistolas usar, con Arturo del Castillo; Sherlock Time, con Alberto Breccia (antecedente directo de otro héroe indiscutido: Mort Cinder, también con el mismo dibujante), Joe Zonda y Rolo, el marciano adoptivo con Francisco Solano López.

En Hora Cero semanal, el 4 de septiembre de 1957 aparece El Eternauta, con dibujos de Francisco Solano López.

La editorial duró cinco años, gracias a problemas económicos, gran parte de los dibujantes se van en busca de mejores ingresos y todo de hunde. Se funde Frontera y la editorial Emilio Ramírez se queda con las acciones como forma de pago en 1961. En 1962 los títulos pasan a Vea y Lea, y se publican hasta 1963.

La obra cumbre de la historieta argentina

Un momento después el "Mano"
se ponía a cantar aquel canto
que, ahora sé, era una viejísima
canción de cuna. El canto
con que los "Manos" se despedían
de la vida. Nos fuimos.

Una noche del invierno de 1963 cae sobre Buenos Aires una Nevada Mortal que mata toda forma de vida. Juan Salvo, su familia y los ocasionales participantes de una partida de truco sobreviven en la casa. Comienzan a descender astronaves hacia el centro de Buenos Aires. El Ejército Argentino organiza la resistencia, y se producen algunas batallas y van apareciendo los invasores: Cascarudos, Manos, Gurbos y finalmente Hombres-robot (sobrevivientes esclavizados). Los malos malos son los Ellos que dominan a todos las otras formas de vida y los obligan a actuar bajo sus órdenes para efectuar sus invasiones. Los manos, por ejemplo, tienen implantada una glándula del miedo que los mata en cuanto sufren el terror que les infieren los Ellos si osaran desobedecer sus órdenes. Inolvidable cuando uno de los Manos muere y canta la canción de cuna con que los Manos se despiden de la vida: Mimnio... athesa... eioioio... mimnio... Después la historia es re-larga, Juan Salvo entra a una nave Ello, y acciona una máquina de tiempo que lo traslada al Continum 4, donde un Mano le dice que deberá viajar en el tiempo hasta hallar a los suyos. En uno de esos viajes vuelve a su barrio, y le cuenta la historia a HGO. Pero ha llegado antes de la Invasión, y la historia "cierra" con una Paradoja Temporal, en círculo. Así que HGO escribe la historieta como una forma de avisarnos. Está todo narrado en primera persona, por el propio HGO.

Tal es la historia de Una cita con el futuro: el Eternauta; memorias de un navegante del porvenir. Nombre completo de la historieta que se publicó todas las semanas, en tres o cinco planchas por revista, hasta el 9 de septiembre de 1959.

En 1962 la Editorial Ramírez comienza a editar con HGO la revista El Eternauta con historietas en su mayoría guionizadas por HGO. En el nº4 aparece un relato donde el protagonista narra, en prosa, su aparición en Hiroshima en el momento de la explosión atómica. En el número 5 aparece en Pompeya en momentos de la erupción del Vesuvio. En el número 6 El Eternauta retoma la historia original, en cierto modo. Continuará hasta el número 9, donde la publicación se interrumpe definitivamente. Y cuando digo relato, me refiero a que son como cuentos, como capítulos de una novela, no historieta. Solo valen por la novedad, pero no hay en estas historias mayor vuelo crativo.

El 29 de mayo de 1969 la revista Gente publica la segunda versión de El Eternauta. Esta vez con dibujos de Alberto Breccia. Sin lugar para metáforas los invasores se vienen con todo y hacen un arreglo con las naciones dominates y solo invaden el patio trasero de las naciones tercermundistas a quienes dejan indefensas. Los dibujos de Breccia no tienen despedicios, y la revista Gente prontamente se desizo de los desperdicios y canceló la serie sin mayores problemas, ya que una historia tan amarga, con dibujos tan horribles en los que no se entendía nada no era respetuosa de los lectores de la revista (lectores de mierda). Como historieta está bien, pero por los dibujos. Breccia experimentó con todo, de un expresionismo feroz se permitió todos los gustos que quiso. Diríamos que el único protagonista de esta versión es el dibujo, ya que no solo la historia no se mantiene, de hecho, se terminó a las apuradas por la cancelación, sino quue además por momentos parece un cuento ilustrado, de historieta solo conserva las viñetas y por ahí algunos globos. El mismo HGO decidió luego que esta historia no pertenece a la línea cronológica de los acontecimientos de la historia general del eternauta.

Alfredo Scutti, director propietario de Ediciones Record publicó en fascículos semanales la primer versión del eternauta, con colores y todo, y luego en libro (pero en blanco y negro) y viendo que se vendía bien le pide a HGO que continúe El Eternauta. Ediciones Record trabajaba con Italia y había perspectivas económicas. En diciembre de 1976, en el Libro de Oro de Skorpio, comienza la Segunda Parte.

Pero ya no es lo que era. Ni la narración ni los dibujos que son del mismo Solano López de la primera versión, parece que algo no funciona, los cuadros son más grandes, el formato vertical no parece haberle hecho bien y las situaciones se van repitiendo sin muchas explicaciones. Incluso el famoso héroe grupal desaparece en función de un líder que hasta tiene superpoderes.

Después viene la Tercera parte, pero la nevada mortal ya caía en la Argentina y se había llevado a HGO y a sus cuatro hijas. Que solo aparecerían mucho después, en un libro: Nunca Mas. La tercera parte de El Eternauta no la escribió HGO.

Después se han hecho muchas versiones sobbre los personajes de la mítica invasión extraterrestre, pero ciertamente, no han hecho historia.

Después de la frontera

En 1961 la editorial Abril vendió Misterix y Rayo Rojo a otra editorial y HGO continuó trabajando en sus personajes. Crea Watami, con Jorge Moliterni, León Loco con Ernesto García, Lord Pampa, con Solano López y su otra obra maestra: Mort Cinder junto a Alberto Breccia.

Mort Cinder es considerada por la crítica mundial una verdadera obra maestra. Breccia en un punto exacto entre la experimentación y la experiencia las historias en un acabado ejercicio de profesionalismo y cratividad. Yo me guardo mis reservas. Si bien creo que es uno de los puntos más altos en la carrera del eximio dibujante me atrevería a calificar la historieta como "correcta". Incluso con un par de errores en lo que al lenguaje historietístico se refiere. De todas formas vale recordar el episodio La batalla de las Termopilas (en rigor bien vale la pena recordar todos los episodios) donde a partir de una ánfora que el anticuario Ezra Winston compra, Mort hace una observación: "Los griegos jamás dramatizaron tanto (...) pero yo estuve ahí, en las Termópilas". Sí, la historia que recientemente se hiciera famosa gracias al comic de Frank Miller 300, o más presisamente, a la película 300.

Biografías y otra invasión

En 1968 la editorial Jorge Álvarez decide realizar una serie de biografías de figuras históricas de América Latina adaptadas a la historieta. HGO realizó una sobre el Che Guevara y había en preparación otra sobre Eva Perón, pero al salir a la venta el gobierno militar la retiró y secuestró los originales. La biografía historietística de Eva Perón no llegó a terminarse y muchos años más tarde la editorial Doedytores rescataría los originales y la publicaría. Ya estos proyectos solo tienen en común con la historieta el uso del dibujo y la presentación de éstos en viñetas con el uso excesivo del cartucho (ese rectangulito donde va el texto). Pero para ser del guionista que dió una forma de pensar a la historieta como género con autonomía propia deja mucho que desear, dicho esto sin ánimo de meterme con la cuestión ideológica que no importa si es un panfleto o una sutil búsqueda del alma humana. En la historia sobre el Che Guevara es obligación mencionar que se trataba de una serie de historietas, entre las que aparte de Alberto Breccia aparecieron los primeros aportes de otro grande grande de la historieta argentina, Enrique Breccia, hijo del primero, haciendo su primera incursión en el mundo de los cuadritos.

En 1970 en la revista 2001 aparece una nueva invasión extraterrestre en Argentina, esta vez mucho más política: La Guerra de los Antartes, que quedaría inconclusa porque León Napo, el dibujante, se marcharía a Francia. El 22 de febrero de 1974 aparece una segunda versión ahora dibujada por Gustavo Trigo en el periódico del movimiento Montoneros, donde HGO era jefe de prensa. Esta vez también la cosa acabó sin acabar porque el 3 de agosto por decreto del Poder Ejecutivo se clausura el diario..

Hacia el final

Hacia 1975 su producción netamente historietística se reducía al ámbito de Ediciones Record, con Nekrodamus, Loco Sexton, Wakantanka y Galac Master, otra invasión extraterrestre con dibujos del genial Oswal. Y la ya comentada segunda parte de El Eternauta. Y después ya no tuvimos más noticias.

Homenajes

Tal vez es porque tuvo tal desgraciado destino, pero lo cierto es que no le han faltado homenajes a tan distinguido maestro del comic nacional, y por lo menos por una vez, podemos sentir que la historia ha hecho justicia con alguien. Hoy en día es muy fácil conseguir toda su obra, por ejemplo, en Musimundo se consigue La guerra de los antartes, y clarín sacó en su colección no hace tanto varias de sus mejores obras. Están ahí, al alcance de la mano. y no vamos a ser menos que el gobierno de la nación y también le dedicamos este humilde escrito como un sincero homenaje.

Buenas noches.


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