Brevísimos de sábado (19-07-08) Amia, el atentado perpetuo por Miguel Espinaco Ayer se cumplían 14 años del atentado a la sede de la Amia en el que murieron 85 personas. Un acto repudiable e injustificado, no es necesario ni decirlo, pero sí resulta necesario aclarar que sumarse al repudio de aquel hecho no debe ser confundido con mezclarse con esas cosas que se dicen cada aniversario, con cada campaña que se monta aprovechando ese recordatorio. No quiere decir entreverarse con los que usan este hecho para reivindicar a un estado asesino y para hacer los deberes que les dicta el imperio. Me refiero por ejemplo, a que en el acto de ayer habló el Vicecanciller del estado de Israel, fortaleciendo esa triste confusión entre el estado gendarme de Israel y los argentinos judíos. Me refiero también al uso que se hace de este hecho para agregar excusas para algún futuro bombardeo a Irán que dejará miles de amias en aquel país, cuando Bush o más precisamente su sucesor imperial y si resulta necesario para sus intereses, encuentren los resquicios para llenar de bombas de uranio empobrecido a Teherán. "Hubiese sido muy útil para el país que este personaje desaparezca de la consideración pública", dijo Luis Czyzewski, padre de una de las víctimas del atentado. Ese personaje era Luis D´elía, y Czyzewski decía lo que decía porque lo considera cómplice de Irán. El titular de la Amia fue más lejos todavía, y pidió que el estado argentino rompa relaciones con Irán. La verdad es que la responsabilidad de Irán en el atentado no es por ahora más que un supuesto interesado. Apemia, la agrupación por el esclarecimiento de la masacre impune de la Amia, que viene solicitando sin éxito a los sucesivos gobiernos la apertura inmediata de los archivos secretos y su entrega a una Comisión Investigadora Independiente del Estado, afirma que "el dictamen de Nisman no sirve para condenar a nadie, no ofrece ni una sola prueba contra ninguno de los imputados. Sus dichos se basan en informes de inteligencia de la CIA y el Mossad que no se pueden probar". Pero dejemos esto de lado por un momento y supongamos que fuera cierto, supongamos que Irán sea culpable y convenga romper relaciones ¿qué habría que hacer con el Estado de Israel, entonces? ¿habría que romper también relaciones con ese estado terrorista? ¿habría que dejar que su vicecanciller hable en Argentina como si fueran ellos los campeones de la paz? Fijate que entre el 2000 y el 2004, según datos no de D´elía, sino de la BBC de Londres, el Estado de Israel asesinó a 2.778 palestinos, lo cual hace unas 32 amias, una tras otra. Fijate que 557 de esos asesinados en atentados de distinta índole eran chicos, y hay más todavía: 273 personas, palestinos bah, pero que también son personas, fueron muertas en ataques selectivos, o sea en asesinatos puros y simples. 168 de ellos eran los blancos de los ataques, los otros 105 la ligaron de rebote, resultaron eso que ahora se acostumbra a llamar víctimas colaterales. Es repudiable, claro, el atentado del que ayer se cumplieron catorce años, basta con recordar aquellas imágenes. Pero también es repudiable ese atentado que se continúa hoy, que sigue siendo presente y que se convierte en una suerte de atentado perpetuo, interminable, el atentado de la mentira, el atentado del engaño para justificar otras muertes presentes y otras muertes futuras, otras amias que suceden a cada rato y otras amias que penden como una amenaza para el mundo, el atentado del miedo cotidiano que sobrevive como si tal cosa, gracias a esa persistente impunidad que los sucesivos gobiernos supieron conseguir. Opiná sobre este tema |
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