Crónicas Curturales

La semana pasada le tocó a la novela de Seguro. Para no ser menos esta semana se toma vacaciones el "Sepa qué es la historieta", porque tenía ganas de hablar de vampiros.... y... bueno.... porque le tengo un poco de miedo al 13.

I am legend

por Maytland Goyeneche

La violencia

Mucho se ha hablado de la violencia que se desprende desde los dichos del gobierno y de los dichos del sector del campo. En una oportunidad Boggie el aceitoso le daría una lección a su interlocutor de turno que se quejaba de la violencia que se ejercía sobre todos nosotros desde distintos estamentos de la sociedad. La lección fue en forma de achicharramiento de un dedo con una pinza para demostrar lo que era la violencia realmente. Es probable que el interlocutor haya aprendido la lección y que ya no le parezca tan violento que el kiosquero te trate mal porque no le pagás con cambio. Más allá de la chanza que no podemos evadirnos del asunto de la violencia física o la sicológica, que además es muchísimo más complejo que eso, el asunto es así de empírico. Es violencia cuando te cagan a palos. Y si encima lo hacen con cadenas, más.

La soledad

Con la soledad pasa lo mismo. Spinetta se refiere a un amigo que no está y algún otro dice que somos todos robinsones que agonizamos de soledad rodeados de gente.

Solo está Wall-e, el robot de la película de pixar, que está solo en el mundo dentro de unos añitos juntando la basura. ("en el espacio nadie te oirá limpiar" dice un ingenioso slogan de propaganda referenciando otra peli de gente que estaba sola contra un mostro).

Solo estaba Robinson Crusoe cuando naufragó en esa isla, claro, hasta que encontró a Viernes.

Pero si estás con otro no vale, ya no estás solo. Acaso te podés sentir solo, pero eso ya es un problema tuyo, de algo que no funciona en tu cerebro y que necesitás alguna pastillita para que te sanés la cabeza, pedazo de enfermo.

El último hombre vivo

También estaba solo Robert Neville en el mundo después que una hecatombe nuclear acabara con el 99% de la humanidad. Vosotros me diréis, si quedó el 1% entonces no estaba solo. Error, el 1 % que quedaba se convertía en vampiro. Y solo estaba Neville resistiendo al pedo porque no tenía ningún objetivo hacia donde dirigirse, apenas el de sobrevivir a cualquier precio, porque sí.

Y entonces te pregunto. Si estás solo, si no hay nadie más vivo que vos. Nada de nada, eh. Ni mujer ni hombre. Acaso un perro. Digo, ¿seguirías? Dicen que mientras hay vida hay esperanza. Pero en una situación así no hay nadie que te recuerde la frasecita esa de señalador. Y estás solo. ¿Entendés? SOLO. Bueno, yo no lo sé, a pesar de haber fantaseado más de una vez con ser el último ser vivo del mundo, para poder destruir edificios y poder entrar sin pagar al cine. Pero no tendría mucho sentido. El náufrago ese de Tom Hanks seguía, a pesar de estar solo, pero el sabía que en algún lado había gente, incluso su familia… pero si no hubiera NADIE?

I am legend

Bueno, Robert Neville es el protagonista del libro de Richard Matheson I am legend, que se publicó en 1954 y en rigor no estaba muy solo ya que estaba rodeado de vampiros que lo querían matar a toda costa. Y había muchos. Hagan ustedes el cálculo de lo que sería el 1% de la humanidad, yo no soy muy bueno con los números.

De tal libro y con tal argumento se han hecho hasta la fecha tres adaptaciones. Y también hasta le podemos atribuir la inspiración directa sobre los zombies de George Romero, pero esa es otra historia.

Las tres películas son altamente recomendables (sobre todo a aquellos que no tengan el paladar muy fino), pero sobre todo el libro, que es un gran libro, con un gran tema, y con una gran cuestión: ¿somos buenos? ¿somos mejores porque somos mas? ¿somos mejores porque somos nosotros?, bueno, en realidad no creo que esa sea una gran cuestión, pero compréndanme, tengo que llenar el espacio.

La primera

En un principio la productora Hammer de Londres contrató al propio Matheson para escribir el guión la película, que ya había participado en la película de otra obra suya, el ya clásico hombre menguante que es hoy en día una película de culto (The incredible shrinking man, 1956). Pero la Hammer que ya había tenido problemas con la censura por sus Dráculas con carga erótica (¿se acuerdan? el Drácula de Cristorpher Lee) y sus Frankensteins sangrientos (¿se acuerdan? el dr Frankenstein de Peter Cushing) terminó por abandonar el proyecto porque la MPPA, el organismo de censura Británico, le había advertido que se la iban a prohibir toda enterita si la hacían.

Finalmente en 1964 aparece The last man on Hearth o L'ultimo uomo della terra, o en castellano, El último hombre vivo con dos directores acreditados: Sydney Salkow y Ubaldo Ragona según la copia de la que se disponga.

El guión fue retocado, a lo que Matheson decidió borrarse como autor del guión, y se filmó en Italia con Vincent Price como Robert Morgan (que es Neville en el libro y en las otras dos películas) en esta primera aproximación al libro con un presupuesto irrisorio de resultados por momentos entretenidos, por momentos angustiantes, por momentos risiblemente torpes. Pero vale la pena aunque solo sea para ver a Vincent Price en acción, quien solo con su participación hace de cualquier bodrio algo digno de disfrutar. Y la peli no era muy fiel al libro e incluso le cambia la intención, pero ojo, no tanto como la última. Acá los vampiros son vampiros que son combatidos con ajos porque ya sabemos que a los vampiros no les gusta el ajo. En el libro viene la explicación científica de porqué a los vampiros les afecta el ajo, pero no viene a cuento.

La segunda

Es quizás la más conocida, bue, por lo menos es más conocida que la de Price. Con Charlton Heston, ¿se acuerdan?, ese viejito que hacía de villano en el documental de Michael Moore sobre los asesinatos de los estudiantes en EEUU.

Dirigida por Boris Sagal en 1971 The Omega Man es una de las películas mas desprestigiadas de la historia del cine, por alguna razón que no llego a comprender. En principio es una de acción. Charlton Heston se pasea más de la mitad de la película con el torso desnudo, tirando tiros a mansalva cual Rambo de una década después. Pero los vampiros ya no son vampiros y solo comparten con ellos la debilidad por la luz. Si bien se dice que son producto de un virus, o bacteria, nunca me queda clara la diferencia, aunque parece ser fundamental, pero de todas formas el resultado es más parecido a lo que podemos esperar de radiaciones atómicas. Efectivamente, son unos mutantes albinos que usan unos anteojos oscuros recopados y setentistas con unas capuchas que ahora están tan de moda en las camperas de los adolescentes (para más datos, un episodio de un especial hallowen de Los Simpson está dedicado completo a esta peli, es ese donde los franceses tiran la bomba atómica a Estados Unidos y Jeff Albertson le dice a Acuamán que no se puede casar con esa chica…). La cosa es que estos mutantes están reorganizando la sociedad y quieren destruir todo lo que tenga que ver con el hombre anterior, el de la tecnología que llevó a la humanidad al desastre. Pero enseguida aparecen otros humanos que no están infectados. Para más datos, una negra, Lisa (Rosalind Cash) después se enamoran y…, si una negra. Sí, se enamoran y hasta creo que tienen sexo…. Sí, te digo. Claro, era una producción clase B, de bajo presupuesto, así que se podían hacer ciertas cosas que las películas clase A ni siquiera ahora hacen. Cuando hay mucha plata en juego ciertas cosas no se hacen… ¿o alguien vió a un negro y una blanquita trenzarse en una cama en esas pelis que dicen llamarse Tanques de Hollywood?

Bueno, la cosa es que al final lo matan, igual que a Vincent Price en la peli anterior, igual que en el libro. Y encima queda como medio crucificado así que como no hay cartelito que explicite el mensaje alguna gente quedó inconforme. Al final queda la esperanza para la humanidad porque Neville descubre la cura de la enfermedad y se la da al grupo de humanos para que se vayan a darle otra oportunidad al hombre (y la mujer, claro). En esto hay una infidelidad supina con respecto al libro, donde ya no quedan más que vampiros.

A mi me gustó.

La tercera

Cansado de producciones baratas Robert Neville se pasó a la superproducción, y muta de color porque ahora el tipo es Will Smith, el negrito que ya le había cambiado el color de piel a Jim West. Dicho sea de paso, se la re-banca, no será Marlon Brandon pero donde estuvo, estuvo bien. Y acá también, se pasa.

Primero la venden como la peli más fiel al original. Al punto que son los primeros en animarse al título del ya famoso libro que a esta altura espero que ya hayan leído. O sea, la peli se llama I am legend y en el 2007 Francis Lawrence la dirige y se hace famoso. Bueno, mas o menos.

Hay algunas cosas para tener en cuenta: no es la mejor película sobre el libro. Tampoco las otras dos lo son, así que podemos decir que la mejor todavía está por hacerse. En todo caso, es la tercera versión.

No es la peli más fiel al original, en primer lugar, los vampiros si bien son vampiros, en esta versión son unos monstruos hechos y derechos, sin capacidad de raciocinio puro instinto bestial y asesino, y apenas hay uno que parece usar la cabeza para algo. Y esto no es malo, apenas una característica en la que se diferencia del original literario. Pero hay algo que no está bien. Y esto es precisamente, los vampiros.

Mostros

Hay tres maneras de hacer un mostro. 1_ un actor disfrazado de tal, que puede ser con un traje de goma onda Godzilla, o maquillado como el monstruo de Frankenstein. 2_ un muñeco articulado (puede ser de plastilina también) movido por stop motion como en las viejas películas de Harryhausen. 3_ una animación digital como el Gollum, de El señor de los anillos (y la mayoría de los mostruos de este film y sus otras dos partes).

En las formas 2 y 3 el resultado es muy bonito y hasta genial (si está bien hecho, sino puede llegar a ser apestoso) pero corre con una desventaja que es el verosímil, por más realista que sean, son, evidentemente, algo que a primera vista descubrimos no-real, o son muñequitos, o son dibujitos, y el esfuerzo por aceptarlos como parte del juego es otro. Y eso corre en contra si lo que se pretende es mantener una cierta homogeneidad en el relato. Para el caso cuando un maquillaje no es muy bueno da lo mismo, siempre va en contra de la propuesta.

En esta tercera versión optaron por los personajes generados por computadoras, lo que además debe de ser más caro que poner gente disfrazada. Y sí, estamos ante una superproducción con un montón de dinero, pero no se trata de ostentar producción. Resulta que la película está tan bien hecha, los climax tan buenos y aterradores que se dijeron: si ponemos actores la cosa se va a poner demasiado aterradora, y no nos va a ir a ver nadie mas que los fans de las películas de terror, bajemos el tono. Y salieron con esos mostros de playstation mezclados con seres humanos que pone a la peli más cerca de Roger Rabbit que de, digamos, El exorcista. Y sí, está mal porque toda la primera parte se mataron en crear un mundo devastado y es genial y después te salen con esos vampiros re-monstruosos pero dibujados.

Y del aspecto ideológico mejor no hablar. Después de todo es la elección que hace el que hace la película, pero hay algo que me jode a nivel humano.

El mensaje

En esta Neville se muere ya no de un lanzazo como en las otras dos anteriores sino por una superexplosión (cierto, es una superproducción, y tenía que haber una explosión) y también descubre una cura para el vampirismo, pero se van al carajo mal al final, por lo menos en los últimos cinco segundos. Los sobrevivientes humanos se van de la ciudad y llegan a una colonia de otros humanos no infectados para darle la segunda oportunidad a la paz. La chica termina la peli relatando en off (esto es, solo se escucha su voz mientras vemos como van entrando a la nueva ciudad fortificada y con una iglesia en el medio dominando todo, en lugar de un cuartel militar como sería lo lógico en esas circunstancias) que "El Dr. Robert Neville, dedicó su vida al descubrimiento de una cura y la restauración de la humanidad. El 9 de septiembre de 2012... Aproximadamente a las 8:49 pm él descubrió esa cura. Dio su vida para defenderla nosotros somos su legado. Esta, es su leyenda, iluminando la oscuridad".

Ahora entendemos porque se llama Soy leyenda. Pero en el libro Neville es leyenda exactamente por lo opuesto. En un mundo de humanos, un vampiro es leyenda, en un mundo de vampiros, un humano es leyenda, una fórmula de lo más sencilla y efectiva. Es leyenda porque ahora él es el monstruo, representante de una sociedad que dedicó su vida al exterminio (o casualidad, en esta peli la infección surge como consecuencia de la búsqueda del remedio para el cáncer, a diferencia de las anteriores, y del libro, que es consecuencia de los conflictos bélicos).

El final

No está bien contar los finales de las películas y los libros, entenderán que si lo hice en esta oportunidad solo fue para joderles la expectativa frente al producto. Pero voy a ir un poco más allá, acá les dejo el final del libro para que quede claro que un final impactante impacta menos la segunda vez, y a medida que pasa el tiempo no solo impacta menos, sino que también se torna estúpido. El final de I am legend no es impactante, apenas se conforma con darle el cierre a la historia. Un buen cierre a una buena historia.

Buenas noches

(* * *)

Y comprendió la expresión que reflejaban aquellos rostros: angustia, miedo, horror. Le tenían miedo. Ellos le veían como un monstruo terrible y desconocido, de una malignidad más odiosa que la de la plaga. Un espectro invisible que como prueba de su existencia sembraba el suelo con los cadáveres desangrados, de sus seres queridos. Y Neville los comprendió, y dejó de odiarlos. La mano derecha apretó el paquetito de píldoras. Por lo menos el fin no sería violento, por lo menos no habría una carnicería... Neville observó a los nuevos habitantes de la tierra. No era uno de ellos. Semejante a los vampiros, era un anatema y un terror oscuro que debían eliminar y destruir. Y de pronto nació la nueva idea, divirtiéndolo, a pesar del dolor.

Tosió carraspeando. Se dio vuelta y se apoyó en la pared mientras se tomaba las píldoras. Se estrecha el círculo. Un nuevo terror nacido de la muerte, una nueva superstición que invade la fortaleza del tiempo.

Soy leyenda.

(I Am legend, Richard Matheson)


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