Brevísimos de sábado (19-04-08)

Violencia juvenil

por Gabriela Invinkebried

Parece estar de moda la violencia en las escuelas, como si los pibes, los mismos pibes no estuvieran también en la calle, la cancha, las esquinas, en los boliches y las plazas.

La violencia no solo se da en la escuela, donde pasan años tratando de aprender un poco de matemática, o de lengua y de valores.

Estos chicos no son así de la nada, esto tiene un comienzo, desde la casa, desde que nacen y no hay ni para el puchero, donde viven y no hay ni agua corriente, ni luz o sí.

Pero además el factor común es la ausencia total de una figura paterna, un padre o una madre que tire algunas líneas o algo parecido a un lazo amoroso que contenga muchas otras cosas e insatisfacciones. Al romperse éste vínculo no queda ningún soporte para armar algo parecido a un ser social.

¿Trataste alguna vez de acercarte a un pibe violento? ¿En una crisis?

No te registra, no puede aflojarse, se bloquea, no lo puede resolver.

¿Qué función cumple la escuela como institución?

Hay una gran brecha entre lo que era antes y lo que es hoy. La escuela debía completar lo que el niño traía de su casa, completar su educación, no hacer todo el trabajo!

Un chico que no puede decir con palabras lo que le pasa y lo dice rompiendo todo, sin motivo aparente. Que se frustra ante el mínimo error, descargándose en forma agresiva tanto física como verbal ante quien sea.

Y como no hablar de las pandillas, que cuando se forman, forman un YO negativo cuyas reglas y códigos son respetados hasta llegar al extremo de poner en riesgo su propia vida.

Adolescentes que se perciben a sí mismos como excluidos y como tal se comportan social y escolarmente.

¿Por qué tanta violencia?

Adolescentes pertenecientes mayoritariamente a los sectores más desprotegidos de la sociedad. Signados por los más altos índices de desocupación, pobreza y marginación de todo el sistema educativo. Algunos de ellos provenientes de diferentes grupos sociales que cargan con una historia de fracaso escolar y la consecuente disminución de su autoconcepto y autoestima. Portadores de miedos e inseguridades y con un fuerte sentimiento de abandono por parte de los adultos.

- Ah bueno! "Dirían algunos" -Yo siempre fui pobre y salí bien derechito!

No es cuestión de pobreza, señores! (de un guiso y pan duro) Es cuestión de pobreza extrema, por mucho tiempo, que se transforma en violencia. De padres ausentes, todo el día afuera, o dentro de la casa pero sin responder como tal.

Violencia no solo en las escuelas, también dentro de la propia familia.

Desde que se nace, hasta que alguien, tal vez los rescata.


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