Los consejos de Seguro presentados por Adrián Alvarado Yo tenia diecisiete años cuando empezó lo de los sueños, dijo Pablo, Al principio no me di cuenta, pero cuando se hicieron recurrentes no tuve dudas. No eran sueños recurrentes en el sentido que eran siempre los mismos, el tema era recurrente, pero los sueños eran distintos. Por esa época empecé a recopilar en forma de relato aquellos mensajes de mi inconsciente, podía recordarlos en su totalidad con lujo de detalles, era un ejercicio, me acordaba de texturas, colores, sensaciones, voces, espacios, lugares comunes, yo estaba viviendo todo eso, me entiende?. El agente asentía. Estos sueños venían en forma desordenada, como si fuera un rompecabezas, de vez en cuando soñaba alguna pieza, yo escribía esos fragmentos y trataba de ordenarlos cronológicamente. Pronto descubrí que lo que yo estaba soñando era mi vida futura, no se si me explico, yo estaba viviendo mientras dormía todo lo que en algún momento iba a pasar, era y es espantoso, a los diecisiete años yo me soñaba casado con una mujer que se moría de tristeza y con dos hijos tontos, no especiales, tontos, a los que no podía controlar ni cambiar. Aunque pusiera todo el empeño del mundo no había forma de modificar esa realidad asfixiante, me soñaba trabajando todo el día para mantener a mi familia, llegaba cansado a realizar las tareas del hogar que mi esposa no hacia, tenia que tratar de contener a los pibes, pensar en las cuentas que se acumulaban, después me desbarranqué, empecé a tomar, volvía a casa borracho y violento hasta que los de seguridad social se llevaron a los chicos a una institución y a mi esposa la internaron, entonces yo me quedé solo, de vez en cuando me daba una vuelta por el psiquiátrico a verla a ella que ya no me reconocía, todo eso en distintos sueños que parecían desarrollarse por capítulos, como una novela, esta deformidad me alentó a pulir un estilo propio como escritor y hoy es lo que me da de comer. Como usted sabe, el ejercicio frecuente determina la especialidad. El agente lo miraba extasiado, pablo es muy elocuente en su relato, hace ademanes, maneja los tonos de voz y los ojos de forma tal que no es posible dejar de prestar vista y oído. La calma que sucede a la desesperación es así, el agente ya la conoce, ha escuchado a muchos asesinos violentos y a más de un ladrón sin nada que perder confesar con tranquilidad absoluta los actos más crueles. A los dieciocho empecé a ir al psicólogo, no la estaba pasando bien, si mi futuro era ese no lo quería, el tipo me dijo que no había ninguna posibilidad que eso pasara, que nadie sueña lo que va a pasar, yo insistía en que mis sueños eran demasiado reales, demasiado creíbles, yo le preguntaba porqué mi cerebro se tomaba el trabajo de ser tan metódico, al punto de tener la continuidad de una vida real en tiempo casi real, porque los sueños que tengo son en tiempo real de sueño, pero este tiempo no se corresponde con el tiempo que conocemos, pasan mas cosas en los sueños de las que pasan en la vida real en menor cantidad de tiempo. Esa ultima parte no la entendí, dijo el policía, Le explico, hay un cuento de Cortazar que se llama El perseguidor en el que un saxofonista sueña con mucho mas de lo que puede pasar en el viaje en subte en el que se quedó dormido, bueno, a mi me pasa lo mismo en seis horas de sueño puedo soñar días enteros, no me pregunte como funciona porque no se, creo que a Poe le pasaba lo mismo, pero el tipo no soñaba con el futuro soñaba las cosas que después escribía, a partir de esto fue que se me ocurrió que se pueden autoinducir los sueños, la teoría es interesante, a mi me parece que Poe se predisponía a soñar lo que después escribía en forma de cuento, era la forma que el escritor encontró para trabajar, un proceso creativo digamos, yo quería creer que estaba haciendo lo mismo, de hecho yo escribía siempre un resumen de estos sueños, después preparaba inconscientemente el próximo, traté de explicárselo a mi analista pero no me entendió, el tema es que dejé de ir al psicólogo y también dejé de soñar por un tiempo. En ese periodo de aparente tranquilidad fue que apareció ella, yo tenía 20. Ella aparece en ese momento en el que dejo de soñar con mi supuesta vida futura, era joven, ella no tanto, la mujer ya tenia treinta años y un pasado peludo, me adoptó se podría decir, yo por ese entonces era un imberbe con tendencia al la introspección y al hermetismo, como ya le dije todo ese tema de los sueños me tenia medio pelotudo. El agente se aburría y ya estaba a punto de cortarlo por eso apuró el trámite y cambió el tono por otro mas vulgar, mas campechano, cuando dijo pelotudo el tipo se sonrío, era suyo otra vez. Le gustaba mucho el sexo y yo estaba nuevo, virgen, cero kilómetro, con unas ganas impresionantes de ponerla, yo ni sabia lo que era, aprendí con ella, el sueño del pibe. La loca al principio flasheó, pero después empezó a aburrirse rápido, era de esas, se le pasaba el entusiasmo casi en seguida, era una mina muy intensa, muy animal, cambiaba de trabajo a cada rato, se peleaba, renunciaba, mandaba a todo el mundo a la mierda y se iba, después conseguía trabajo de vuelta, era capaz, sabia hacer lo suyo, contadora, una luz para los números. Cuando me empezó a tener cagando quise abrirme pero no pude, una noche me mira a los ojos después de hacerlo y me dice que está embarazada y que quiere tenerlo, vas a ser padre marmota, me dijo, yo estaba tranquilo porque me había dicho que se cuidaba la muy hija de puta. Ese fue mi primer deja vu, Deja qué? Pregunta el policía, Deja vu es esa sensación de haber vivido aquello que esta pasando o haberlo soñado, A mi me pasa, dijo el policía, Si, le pasa a todos, se supone que son manifestaciones del inconsciente, pero yo me convencí que eran otra cosa, Los sueños esos que tenía, Si, eso, yo me creía que estaba empezando a vivir todo eso que había soñado antes, y me parece, ahora que lo pienso, que en ese momento empecé a ser el pablo que soy ahora. Continúa en la próxima revista. Opiná sobre este tema |
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