Crónicas Curturales

Volvimos de las vacaciones con todo. Pero como no nos queremos agrandar apenas les dejamos este artículo sobre los superhéroes para que vaya teniendo. Lea señora, y después nos entrega sus dudas para que le aclaremos y hagamos de usted una persona más informada.

Sepa qué es la historieta

7 _ llegaron los superhéroes

por Maytland Goyeneche

Los superhéroes vienen marchando

Ya hemos visto como en Estados Unidos nace el comic, o mejor dicho, como nace como industria y a la par como es esta misma capacidad industrial lo que hace que vaya evolucionando por un cierto camino, ya que no se trata de evolucionar así nomás, como los locos. O sea, evoluciona según las posibilidades que le brinda la industria, lo que no significa que esa evolución sea lo mejor que le haya pasado, ni lo peor tampoco, apenas es lo que es, el camino que recorrió desde entonces.

Aunque no sería evolución el mejor término para hablar de la irrupción de los superhéroes en el mundo del comic, ya que estos no se ocuparían de darle continuidad a la calidad del ya no tan reciente lenguaje (estamos hablando de finales de los años 30) sino solo anclarlo en su propia especificidad de mercancía, por unos cuantos años, y es como tal que ha sobrevivido hasta el día de hoy (y estamos finalizando la primera década del siglo XXI), y si alguna vez estos comics han sabido elevarse de la definición de mercancía no ha sido porque el género así lo reclamaba, sino por iniciativa de autores puntuales que han sabido destacar lo mejor de un género que nunca reclamó para sí la excelencia artística, y eso a pesar de autores que bien merecen tener su nombre tallado en oro en el panteón del comic.

Superman, el primero, el mejor

A esta altura Superman se una marca registrada, tan representante del imperialismo estadounidense como la Coca-cola o Rambo (aunque a este último es mas probable que no lo conozcan tanto). La cosa es que Superman fue el primer superhéroe de la historia, digamos, de la historieta. Si bien el concepto ya estaba dando vueltas desde los años veinte y venía tomando forma desde los clásicos héroes, sin superpoderes, como Tarzán o El Fantasma (y esto por solo nombrar dos más contemporáneos), fue Clark Kent (la identidad secreta de Superman) el primero en dar forma personaje que mediando no mucho tiempo se convertiría en una presencia imponente, aplastante y porqué no también asfixiante en el mundo de los comics: el superhéroe.

Nacido en 1938 de la mano de Joe Shuster y Jerry Siegel y vendido a DC Comics por $130 dólares destaca por ciertas características que luego irían vistiendo a los demás superhéroes por venir: un disfraz de colores llamativos cuando ejerce de superhéroe, identidad secreta, una predisposición natural a hacer el bien, a hacer cumplir las leyes, músculos marcados, y no mucho más. Ahora, si hilamos un poco más fino, veremos que muchas de estas cosas ya venían apareciendo en otros personajes. Pero hay otra, la que le da el súper al término: los superpoderes. El hijo de Jor-El (el verdadero padre, el que le dio vida, no el que lo crió) tenía algunas habilidades especiales: puede volar, tiene súper fuerza, visión de rayos-x, telescópica y térmica, oído súper afinado, puede hablar todos los lenguajes de la Tierra e inclusive de otros planetas y es invulnerable a las balas. Y aunque no la utiliza mucho, tiene la habilidad de retroceder el tiempo, haciendo vibrar sus moléculas y girando alrededor de la tierra a gran velocidad; puede crear un campo energético que hace que lo que esté cercano a su cuerpo (como su supertraje) sea invulnerable. Y por último tiene la destreza de evitar que nadie lo pueda reconocer con el simple ardid de colocarse un par de anteojos cuando no está haciendo de superhéroes.

Pero como con un tipo al que nada lo puede detener no se pueden contar muchas historias le inventaron Kryptonita, piedra radioactiva de su planeta natal que hasta puede causarle la muerte. El plomo lo pude proteger del sus efectos, pero así también es lo único que su visión de rayos x no pude traspasar. Y sus poderes tampoco pueden hacer mucho contra la magia, ya que sus habilidades son específicamente físicas, nada de demonios ni elfos, así es que si se le aparece un brujo o un demonio por ahí puede tener chance de vencerlo, pero no se olviden de su superinteligencia…

Superman es un extraterrestre, lo que nos podría dar lugar a pensar que su identidad secreta no es cuando anda haciendo de periodista sino cuando es superman, que después de todo es un simple juego de palabras. El tipo que lee la historieta no se identifica cuando anda torpemente por la vida chocando puertas sino cuando anda volando salvando a la humanidad de invasiones alienígenas o de ladrones de joyas. Y ahí está la gran pegada, una manera eficientísima de hacer que el lector se enganche por medio de la empatía y la identificación. Después de todo, cuando los niños juegan a los superhéroes no se distribuyen los roles de periodistas o abogados, sino de superman o del spiderman.

Super va a la guerra

Superman desata la punta del ovillo. El extraterrestre kriptoniano vendió como un millón de revistas cada mes, por lo que la DC Comics (la casa editorial) se mandó con otro disfrazado: Batman. Luego que Batman se convirtiera en otro enorme éxito, otros héroes los siguieron: Spirit, Hawkman, Mujer Maravilla, Flash, Linterna Verde, Namor el Sub-Mariner, la Antorcha Humana, Flecha Verde y Capitán Marvel entre otros… 400 personajes un unos pocos años!!!!

No hay mucha vuelta que darle, los superhéroes representaban a los Estados Unidos de Norteamérica, no hubo superhéroes en otros países, y cuando los hubo solo eran un pálido reflejo de los defensores de la democracia yanqui y sus "valores". Nacen como defensores de una justicia naif, donde los peligros estaban representados por ladrones de joyas y, en el peor de los casos, por científicos locos que querían dominar el mundo. Es por esta época que los superhéroes dominan el mercado y sus títulos se venden como rosquillas caliente (bueno, hagamos la suposición: las rosquillas calientes se venden MUCHO!) y es aquí donde se vislumbra con mayor claridad la posición social de este tipo de comics. La idea era buscar un tipo, blanco, musculoso, norteamericano (y si es extranjero, que solo se note cuando alguien lo recuerda), vestirlo con esos ajustados trajes, ponerle una capa, un antifaz, dotarlo de algún superpoder, por entonces el poder de tirarse pedos odoríferos no estaba muy bien considerado, pero porqué no un traje de amianto que le permita viajar en el tiempo, o telequinesis, o la capacidad de leer el pensamiento de los demás. Los autores de comics siempre tuvieron claro que su función estaba determinada por su capacidad de vender periódicos, pero nunca tanto como ahora. "no me interesa el arte, quiero producción" era la máxima que regía la mente de los editores. Así les fue.

Cuando hacia mediados de los años cuarentas un militar (que no científico) loco quiso apoderarse del mundo los superhéroes estuvieron allí. Incluso antes de que EEUU entrara en la contienda Superman aporreaba nazis dementes y el Capitán América japoneses perversos. Durante la Segunda Guerra, las ventas de los comics de superhéroes se vieron más que duplicadas, pero al terminar ésta la industria del comic (que no solo la de superhéroes) se vio amenazada por otro enemigo, sino tan perverso como los alemanes y japoneses no menos implacable: el Senado de los Estados Unidos. Bueno, lo de perverso no estaría de más. (1)

La cosa es que el psiquiatra Frederick Wertham estaba convencido que los comics y los superhéroes en particular, estaban destruyendo las mentes de los niños. Mentira.

La caída de los héroes

El Dr. Wertham escribe en 1954 "La seducción del inocente" (Seduction of the Innocent) y explicaba allí cómo Superman permitía a los niños experimentar "fantasías de diversión sádica", Batman y Robin inspiraban pensamientos homosexuales y la Mujer Maravilla era "todo lo opuesto de aquello que las niñas deben ser" (seguramente no estaba nada errado en estos supuestos, lo errado es suponer que está mal). El senado le prestó atención y dentro de la misma paranoia anticomunista que hizo famoso a McCarthy los comics cayeron en la voleada. Por entonces los superhéroes no estaban pasando un buen momento. Tiempos de calma y los jóvenes buscaban diversiones en otros lugares, fundamentalmente la televisión.

Entonces los superhéroes comienzan un nuevo camino demarcado por el code authority y le brindarían al mundo la parte mas… tonta (digo tonta a falta de otro término más denigrante) de su historia, más infantil y porqué no, bizarra. Pero para nada podríamos decir… brillante, adulta, estimulante. Hasta que en los 60' llegó Marvel y de la mano de Stan Lee la historia se escribe, otra vez, con, por lo menos, un poquito de dignidad.

Marvel vs. DC

Acompañando los cambios sociales, recuerden los locos 60s, años de revueltas estudiantiles, de negros que luchan por sus derechos, de revoluciones, de los Beatles… los nuevos superhéroes siguen vistiendo mayas de brillantes colores, pero también se puede encontrar entre sus páginas referencias sobre la energía atómica, las tensiones raciales y veteranos de guerra, que vaya, no es poco para un producto se supone solo debe interesarle a un niño. Y de hecho, la popularidad de Spiderman (el hombre araña) se acrecentó en el público universitario. Prontamente la editorial Marvel pasa al frente en las ventas dejando muy atrás a su competidora DC. A Marvel se le llegó a conocer como "la casa de las ideas" (todavía recibe ese mote) por la infinidad de títulos que llegó a sacar al mercado, y a su competidora le costó mucho remontar la parálisis creativa (si es que alguna ves no la tuvo), y desde entonces son como dos grandes competidoras, como Pepsi y Coca Cola. DC sería mas Coca cola, por su conducta más moderada, más pro-establishment, pero solo son apariencias, lo cierto es que estas tendencias hoy en día siguen siendo las que dominan el mercado, y a veces parece que compiten por ver quién es más conservadora. Marvel representó en su momento la renovación porque estaba naciendo, dando al mundo algo nuevo, pero ahora, al igual que DC, su máxima preocupación es mantener el status quo, así que si usted quiere diferenciar a las editoriales por sus personajes, es apenas un ejercicio memorístico, porque ideológicamente no hay nada que los diferencie. Bueno, puede ser Superman. Fue el primero, y es el mejor. Y le sigue Batman, que fue el segundo, y en las encuestas suele figurar primero, mucho más arriba del Supi.

Spiderman vs. Superman

Por alguna extraña razón los seguidores de comics de superhéroes han demarcado territorio, no es lo mismo un superhéroe de la Marvel que uno de la DC. Quien esto escribe siempre prefirió a los de la Marvel, a pesar de que considera a Superman el mejor de todos, y a Batman con un potencial aún mayor que el acartonado extraterrestre de la capa roja (es decir, de Superman…). Y digo extraña razón porque no habría ya ninguna razón para pensar que un superhéroe de una editorial vendría con mejores argumentos, o mejores dibujos que los de otra, de hecho, ambas editoriales se han venido intercambiando creadores desde que existe la rivalidad. Tal vez se deba al carisma de los héroes que creara Stan Lee en los 60', pero lo cierto es que desde entonces no han aparecido ni más ni mejores superpersonajes para que un lector nacido, por ejemplo, en los 70' tenga que preferir coca o pepsi, con la diferencia de que las famosas bebidas gaseosas nunca intercambian recetas y siempre saben igual.

Guia básica de personajes de DC y Marvel

Los personajes que pertenecen a DC son: Superman, Batman, la Mujer Maravilla, Flash, Linterna Verde, el Joker, el Pingüino, Acuaman, Gatúbela, Hawkman, Capitán Marvel, Flecha Verde, la Cosa del pantano y uno millón más.

Los personajes que pertenecen a Marvel son: Spiderman, Los cuatro fantásticos, Hulk, Daredevil, los X Men (dentro de ellos, Wolverine), Thor, Namor the submariner, Punisher, Capitán América, Ironman, Silver Surfer, Duende Verde, Venon la Gata Negra, y un millón más.

Personajes que no pertenecen ni a Marvel ni DC: the Shadow, Gen 13, Witchblade, Hellboy, Supergoofy y unos tres o cuatro más.

Miller, Moore y otros héroes del comic book

En los años 70' la crisis de venta de encapotados obligó a las compañías a girar un poco en busca de un público más adulto. Pero de todas formas necesitó del impulso de los creadores de los 80' para tener un voto de confianza del público no cautivo, de esos que no conocen el nombre del villano que dejó paralítico a Batman, o como se llamaba la simpatía de Peter Parker que murió asesinada en 1972.

En 1986 aparecen de la mano de la DC, justamente, la editorial de fama más conservadora, dos obras que marcan un antes y un después en la historia de comics de superhéroes: Watchmen, de Alan Moore, y Dark Nigth, de Frank Miller. Esto no quiere decir que a partir de entonces las historietas de superhéroes se han convertido en obras de arte, ni que el mercado mejoró en calidad, pero sí que el estándar del género se elevó, si bien es posible encontrar aún porquerías inmensas dentro del género ahora es más fácil encontrar cosas que se aparten de las típicas boludeces de personajes sin rumbo actuando según parámetros morales prefijados y, bueno, algo más que pan y circo.

Pero como me he extendido demasiado, dejamos la parte "adulta" de los superhéroes para el próximo número.

Buenas noches.

(continuará)


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(1) Al respecto ver "Los Comics EC, o cómo el terror a la libertad de pensamiento es mas fuerte".

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