Crónicas Curturales

Segunda parte de este breve curso para no sentirse tan ignorante cuando sus amigos hablen de cine. Para aquellos que se preguntan qué es el cine, para aquellos que creen saberlo, incluso para aquellos a quienes les importa poco y nada, vayan estas anotaciones como un aporte más al desconcierto general.

Sepa qué es el cine

por Maytland Goyeneche

Incidencia del cine en nuestra sociedad

Hoy por hoy todos (o casi todos) conocemos el cine, está allí, al alcance de la mano, está presente en cada momento. No hay nada que éste haya dejado para mañana. Desde las cosas más vulgares a las más sublimes, de las más serias a las más absurdas, desde la pornografía más bizarra a la biografía más correcta de Jesús, didáctico, de esparcimiento, de indagación humana, documentales sobre el desierto y sobre comportamientos sociopolíticos. Películas mudas y gritonas, obvias e incomprensibles y todos (pero todos) los pares de opuestos que se le ocurra a la mente más sagaz. Y volvemos a la pregunta inicial: ¿Que es el cine? el cine es el cine, pero también es muchas otras cosas más. El cine es el cine, y también es el rito. EL RITO. El de bañarse y ponerse la ropa limpia, el de pedir el diario al vecino para ver a que hora empieza la peli. Ver qué preferimos, si la sala que tiene aire acondicionado o si preferimos la película y vamos nomás al cine rasca ese con olor a humedad. O el rito de Ir al videoclub, pasarse horas recorriendo las estanterías bichando los lomos, los dibujos de las tapas, los directores, los actores, los efectos especiales, al tiempo de duración, las sinopsis, buscando qué videoclub es más barato, cuáles tienen más clásicos, leer la revista del cable para ver si dan algo interesante, el obligatorio zapping. Una vez en el cine mirar a todos lados para ver si hay algún conocido, y alguno que otros más pequeños ritos. El cine es el cine, pero también la excusa. etcétera. A todos los que nos gustan las películas sabemos todo lo que el cine es además de ser el cine. O al menos lo intuimos. Pero el cine, además de ser tantas otras cosas aparte del cine, también es el cine. Si no sería lo mismo que fuera cine que si fuera noticiero, o si fuera fútbol, o tranvía. Pero es cine. Lo que nos lleva a la pregunta inicial: ¿Qué es el cine? y hay mucha gente que no se hace tantas preguntas y se limita a disfrutar del cine. O a consumirlo. Que no es tan lo mismo pero es igual. Por que el cine, amigos míos, da para todo. Y hay para todos los gustos.

Recomendaciones de películas según los gustos y distintos tipos de gente

  • para empresarios de los diario: El ciudadano
  • para travestis: El juego de las lágrimas
  • para buchones: Los infiltrados
  • para ciudadanos-clase-media-pacíficos-y-fascistas: Rambo III
  • para legisladores: 12 hombres en pugna
  • para carniceros: Henry, retrato de un asesino
  • para bañistas compulsivos: Psicosis
  • para bañistas compulsivos II: Bañeros superpoderosos
  • para bañistas compulsivos III: Tiburón
  • para ginecólogos: Pacto de amor
  • para linyeras: De mendigo a millonario.
  • para fotógrafos: Bajo fuego
  • para colectiveros: Conduciendo a miss Daisy
  • para fanáticos del fútbol: Héroes.
  • para embarazadas: Júnior
  • para el Comandante Marcos: Viva méjico
  • para rockeros: Tango feroz
  • para marqueteros: El amigo americano
  • para paleontólogos: Jurasic park
  • para trotkistas: Tierra y libertad
  • para malyevados: Perdita Durango

y para todos, casi todos (cierto que el absoluto no es absoluto en absoluto) cualquier película de Chaplin. Y así hasta el infinito, porque puede haber películas para lo que guste mandar. Y estoy seguro que son escasísimos los que te digan que nunca la gustó el cine. Aunque sea en la TV lo disfruta, pero... ¿qué es el cine?

El cine es un trineo que se quema, es un asaltante de trenes que se cae del caballo y va muriendo en cámara lenta, Carlitos escapándole al policía por entre sus piernas, una cabina de teléfono atacada por los pájaros, un señor con cabeza de otro y tornillos en el cogote, la novia cortando en trocitos a los 88 locos, Van Gogh con velas en su sombrero, Santa Claus sometiéndose al interrogatorio psicofísico, la muerte jugando el ajedrez, un tipo que caga a escasos segundos de su muerte, un muerto vivo que intenta socializarse, un cochecito de bebé con el bebé adentro que se cae por una escalera enorme mientras su mamá grita entre los tiros, Coca cola convertida en un ídolo, un tren que llega al mediodía, una masa gelatinosa que todo lo invade, un espadachín ciego, un vampiro homosexual, unos pingüinos sicópatas, una nave espacial que baila un vals, es Hanibal Lecter, James Bond, Marlon Brando, Bela Lugosi, Scarlet O'Hara, Marilyn, Jesús que sangra por las heridas, Sandokán huyendo, Tarantino hablando, Peter Sellers haciendo de indio (o hindú), Nicholson haciendo cara de loco, es el amor que vuelve del más allá, el cine es esto y es aquello, lo inasible, tal vez nadie tiene derecho de decir "eso no es cine", por que nadie nunca supo ni sabrá lo que es el arte, si es que esa palabra sirve para algo. El cine, por lo menos, está ahí, y no necesitamos mediadores para que nos digan si es correcto, a lo sumo la palabra de alguien que haya visto más. Que sepa más, y tan solo si es que ese día tenemos ganas de escucharlo.

Importancia del cine en nuestro medio ambiente

Vamos aquí a ponernos a estudiar la influencia en nuestros jóvenes, de la violencia que los medios tanto glorifican (en especial el cine), ya que ese es un tema que poco y nada me interesa tratar aquí, sino el rol de uno de sus cultores: Schwarzenegger. y dígame sino que cuando uno empieza a ir al gimnasio, a hacer "fierros" lo primero que sus originales amigos atinan a decirle es un pobre y desatinado "qué hashé, Schwarzenegger!", o cuando no le dice a nadie y va igual al gimnasio, cuando se le empiezan a notar los músculos, seguro no faltará el ocurrente que le diga: "qué ashé Schwarzenegger! !",incluso los propios amigos de Arnold, cuando lo ven llegar del gimnasio, no pueden impedir que de sus labios escape un jocoso: "qué ashé Schwarzenegger!", y esto amigos, no es el carisma de A. Schwarzenegger, es la magia del cine.

Muchas gracias.


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