El retorno a la tierra: Santa Rosa recuperada

por Daniela Pierotti

Mientras las ramitas arden y el agua va calentándose en la olla, el clima de tranquilidad impera en medio de los que estamos aquí. Todo parece estar en su lugar. A unos 7 km del Cruce Leleque, en la provincia de Chubut, la Comunidad MapuChe de Santa Rosa ha sido recuperada nuevamente por sus primeros pobladores.

El miércoles 14 de febrero, muy temprano, luego de la ceremonia correspondiente, unos 30 MapuChe llegaron hasta aquí y penetraron en el predio. Sobre este territorio ancestral, la firma Benetton en acuerdo con los gobiernos provincial y nacional, adquirió 900 000 hectáreas despojando a las comunidades que sobre ellas vivían.

El conflicto de los MapuChe con Benetton es de los más emblemáticos pero no el único. En todo el sur argentino, los MapuChe son corridos de sus lugares, obligados a abandonar sus comunidades, expulsados a la fuerza, acusados de usurpadores, llevados a juicio, perseguidos constantemente.

Aquí, en Santa Rosa, este grupo de mujeres, niñas, niños, hombres, ancianas y ancianos valientes, han dado este paso pacíficamente y se muestran decididos. Volvieron para quedarse. Poco a poco, el acampe se convierte en un camino más en este proceso de recuperación de territorio que lleva años fortaleciéndose.

Conversando con Angy, compañera de Mauro Millán, la decisión y la fuerza de esta comunidad se manifiesta en la explicación sencilla de lo que está sucediendo:

Angy: Cuando llegamos a mí me tocó quedarme en Esquel porque me quedé con el teléfono de una de las organizaciones MapuChe que estamos en esto... así que me quedé ahí muy pendiente de lo que estuviera pasando y de enviar las gacetillas de comunicación, de atender sobre todo el teléfono. Así que mi trabajo fue ese, por el límite que tengo con mi bebita, porque no sabíamos cómo iba a ser la situación acá, si nos iban a estar ya esperando. Evidentemente estuvo bastante bien la organización porque pudimos entrar tranquilos. Nos costó un poco coordinar la cuestión de la comunicación porque habíamos traído celulares pero hay muy poca señal... Así que costó un poco. Y la verdad eran muchos los medios que llamaban.

MdH: Contame cuál es la idea de estar acá de nuevo en Santa Rosa. Hoy hablaba con Mauro y él me contaba que no es sólo recuperar la tierra, es lo que tiene que ver con lo cultural, con toda la cosmovisión que se va parando desde la tierra...

Angy: Claro, no es venir acá para tener nuestra tierrita y el sueño de la casa propia... Esto tiene que ver con este caso que fue tan conocido en su momento entre Atilio Lossa y Benetton, donde el estado tomó poca partida en el asunto. En este momento después de todo el tiempo transcurrido y todos los procesos que se fueron dando, se decidió que lo mejor era pensar esta recuperación de una forma efectiva y de alguna manera tener la posibilidad de concretar el anhelo, el deseo de poder vivir en la tierra, en el campo, de poder vivir ejerciendo la cultura MapuChe y de estar bien, de proyectar la vida no desde el apuro de la ciudad, de que llegas con apuro a fin de mes, de que tenés que volverte loco trabajando, de que descuidás tu espiritualidad. Esto era el deseo de varias familias que estábamos permanentemente acompañando el proceso de lucha del pueblo MapuChe. Y la idea es tratar de concretar esto. Así que la realidad es esto, de ver de darnos una oportunidad de poder concretarlo. Y ver un poco también qué hace el estado. Cómo empieza a tomar partido de los organismos que supuestamente existen acá, funcionarios a los que les pagamos todos y que no se hacen cargo de esta situación. En este momento no nos planteamos ya cuál es la reacción de Benetton, tampoco con la familia de Atilio... es una situación que tiene forzosamente que involucrar al gobierno. Nosotros especulamos con que juegue una suerte de mediador, que pueda realmente dar una respuesta a esta problemática que en definitiva es la problemática indígena.

MdH: En este caso está jugando la cuestión de que es una firma privada la que está involucrada y el estado en eso se escuda para no intervenir...

Angy: Claro, acá la respuesta que dieron de la provincia fue que es un conflicto de una familia con un privado... Pero sabemos que esto es un conflicto en todo el país y en todos lados. El que está un poco conectado con la gente, con la realidad, sabe que es así.

MdH: ¿Cuántas familias hay acá en esta primera etapa de la ocupación?

Angy: Y... hay varias. En realidad esto que hicimos es una acción que está muy parada en el presente, con los pies sobre la tierra. No podemos adelantar cómo se van a ir dando los sucesos. Mañana no vamos a venir y ya traer las diferentes casas. En principio no sabría decirte, somos más de 25 personas las que estamos... Y esto es para que vivan los hijos y los hijos de los hijos... la vida comunitaria es así, no podes hablar de números. Esto es también la posibilidad de reunirse, de reencontrarse... como Atilio... ellos que vivieron acá, sabés cuántos van a venir a acompañarlos... Vamos a ver cómo se va a ir dando.

MdH: La idea es que no sea solamente acá, sino que se reproduzca, que nos sea un hecho aislado.

Angy: Lo importante a medida que esto se vaya dando es la decisión, la convicción. Este lugar es precioso, es un lugar que nos recibe con toda la energía. Está bueno que se vaya dando a medida que estamos, sería muy soberbio decir "vamos a venir e instalarnos". Estamos acá porque creemos que es la posibilidad. Todavía no podemos traer a vivir a nuestros hijitos, sin agua, etc... Y la idea es de empezar a construir cuanto antes.

Entre los que están aquí, Luis Millán es reconocido por su participación en la lucha del Pueblo MapuChe.

MdH: Contanos Luis, cómo estás viviendo todo este proceso...

Luis Millán: Bueno, mi nombre es Luis Millán. Hoy estoy acá en la recuperación de Santa Rosa Leleque. El proceso como vos me preguntabas es lo que está viviendo el Pueblo MapuChe desde hace muchísimos años. No por eso vamos a conformarnos y rendirnos. Yo creo que eso sería algo muy grave para nuestro pueblo porque terminaría con el trabajo que estamos haciendo todos. Los estados, no sólo el argentino, están tratando de eliminar a la gente originaria. Especialmente ahora que nos encontramos en nuestro territorio, que tratan de día a día de eliminar nuestra cultura y la normativa de vida que tiene un pueblo originario. Entonces ahora que se hace una recuperación... es decir, yo no le llamo recuperación, yo le llamo: un retorno a nuestra tierra. Me siento en este momento muy contento, muy alegre, con una satisfacción muy grande, con mucho deseo. Deseo de emprendimiento, deseo de conservación, de compartir con la gente, con todo el resto de la gente que lo está necesitando. Estamos compartiendo muchas cosas lindas. Yo creo que el retorno a nuestra tierra nos lleva a vivir como MapuChe, porque sin tierra no somos MapuChe, somos Che nomás. Como Che necesitamos regresar a la tierra para ir recuperando todo, porque la cultura tiene que ir acompañada de todas las cosas que nos fueron sacando, especialmente nuestra tierra. Es el lugar, el espacio donde nos movemos, donde podemos desarrollar la normativa de vida, la cultura ya sea filosófica, espiritual, el arte... todos nos movemos dentro de un espacio territorial. Y hoy se da que todos los espacios territoriales están ocupados por grandes latifundistas, donde el primer protagonista es el estado argentino, por brindarle el apoyo a los latifundistas extranjeros. Acá en la provincia de Chubut hay un montón de gente buscando la explotación, la destrucción total de todas nuestras riquezas. Yo creo que esto no solamente nos llena de satisfacción por el retorno a la tierra, sino también para defender lo que es nuestro, lo que es natural lo defenderemos como siempre lo defendieron nuestros antepasados.

A pocos días del ingreso al predio, el Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Chubut desestimó una denuncia por "Usurpación" realizada por la Compañía de Tierras del Sud Argentino en contra de la Comunidad Santa Rosa-Leleque. Dicha denuncia indicaba que los integrantes de la Comunidad habían producido destrozos y que el ingreso al predio se había dado de manera "clandestina". Al respecto, el documento emitido por la Fiscalía señala que "…no se ha producido (de parte de la Comunidad Santa Rosa-Leleque) ningún tipo de acciones violentas y/o uso de amenazas contra persona alguna y tampoco se han advertido rastros o indicios que permitan inferir el uso de la fuerza…".

La Comunidad está habitando su tierra y se va a quedar allí y en uno de sus comunicados dicen: "Todos los hombres y mujeres de buena voluntad están invitados a acompañarnos y a ser parte de este sueño."


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Brevísima referencia histórica del conflicto

En agosto del 2002, Atilio Curiñanco y Rosa Rúa Nahuelquir ingresaron al predio de Santa Rosa. Por eso la firma Benetton, en octubre del mismo año los desaloja con una denuncia por usurpación de esas 500 hectáreas. El desalojo consistió en la destrucción de la casa construida, el desmantelamiento de las pertenencias, el secuestro de chapas, herramientas y animales y el traslado de la comunidad a El Maitén. La solidaridad con estos MapuChe no se hizo esperar y comenzaron los acampes, cortes de ruta y las mediaciones, también las represalias de la corporación ligada al poder político.

Hacia el 2004 la demanda penal no pudo prosperar porque no había elementos que probaran el delito de usurpación. Mientras tanto el conflicto tuvo repercusión a nivel internacional. Y la firma siguió invirtiendo en la provincia con la aprobación del gobierno provincial. En el 2005 Benetton propuso la donación de 2500 hectáreas a la comunidad MapuChe involucrada. Propuesta que tampoco fue concretada. Hasta que hoy, febrero del 2007, Atilio y Rosa dieron el paso de retornar, legitimados por la lucha de su Pueblo.

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