Breves de sábado (07/10/06)

Invisibilización

por Daniela Pierotti

Podríamos hablar de historia, o quizá mejor podríamos hablar de los vacíos de la historia. De los temas históricos que no son históricos porque han sido obviados de los libros de historia, de las conferencias de historiadores, de los temas de nuestra historia.

"Constantemente los historiadores utilizan conceptos actuales para hablar del pasado", sin embargo cuando se hace referencia al genocidio que significó la llegada del blanco a estas tierras, del exterminio al que se sometió a los indígenas, algunos se preguntan: ¿no será un criterio moderno este que estás utilizando para analizar lo que pasó en el siglo XIX? - comentaba el antropólogo e historiador Walter del Río en una reciente y jugosa entrevista publicada en Indymedia.

Sin embargo, a medida que encajan mejor los términos, constantemente usamos conceptos actuales para hablar del pasado. Tanto el tratamiento de los indígenas en el 1500 como el que implementó el ministro de guerra Julio Roca años después pueden y deben llamarse genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes. Y sólo así estaríamos llamando a las cosas por su nombre.

A partir de 1883 aparecen las líneas de punto cuando llegan los ejércitos de Chile y Argentina a controlar los pasos cordilleranos y ahí empieza la historia que nosotros tenemos muy afincada en el sentido común, la de pensar las nacionalidades que también se les atribuyeron a los pueblos originarios. Esto sucedió en distintas fronteras en los países Latinoamericanos. "Pensarse como boliviano o brasilero a determinado Pueblo Originario para establecer claramente que esta gente iba a estar de este lado y del otro lado. Uno puede verlos en muchos manuales, libros, enciclopedias en los cuales aparecen los colores de los pueblos indígenas bien separados por la línea de puntos internacional, que es una línea de puntos que estuvo en discusión hasta 1900".

Uno busca en los libros de historia y puede ver también que hay pueblos originarios visibles e invisibles. Los visibles, de los cuales se ha escrito: Mayas, Aztecas e Incas. Los invisibles, el resto, cientos. Uno no tiene más que buscar en los libros de historia los temas que se han trabajado desde 1920 hasta hoy y se va a dar cuenta de que la historia de los Pueblos Originarios es parte de la antropología, es parte incluso de la paleo-antropología porque se supone que en la actualidad en el territorio argentino ya no son parte o lo que quedan son restos de comunidades.

Y este es el punto, precisamente: la actualidad. La voz de los pueblos existentes. De la Campaña del desierto (convengamos que un desierto que no existió porque estaba poblado de indígenas) nadie se ocupó de escribir sobre qué sucedió con la gente que vivía allí ni sobre las décadas que siguieron que fueron las mas oscuras de las cuales prácticamente no hay bibliografía, sobre a donde fueron trasladados, que sucedió con la gente que fue trasladada a otros lugares del país para ser esclavizada como se denunciaba en el congreso nacional. En 1890 se denunciaba esto, estoy hablando de debates en el Senado, pero son temas que "no" son parte de la historia, pareciera.

Para la historia "los testimonios orales indígenas no fueron tenidos en cuenta porque permanecían en el registro oral ..." Hasta que un académico no los ponga por escrito parecería que no son fuente. Se los niega como testimonios y se considera que los indígenas hablan y mezclan mitología porque nosotros no tenemos el marco interpretativo necesario. El doble discurso los trata como "no verosímiles". Entonces ¿cuál es la operación? Simplemente dejarlos de lado y negar la posibilidad de encontrar en ellos las huellas de esas relaciones sociales, de las vivencias, de la historia.

El término Genocidio incluye las acciones que llevaron a la separación de las familias indígenas, la separación de los hijos de sus madres, la separación de los esposos de sus mujeres, de sus hijas. Todos esos episodios que sucedieron y que fueron relatados por los ancianos que sobrevivieron, y que no son considerados temas históricos. A pesar de los testimonios orales existentes.

Hoy la invisibilización de los pueblos originarios continúa, no sólo en los libros de historia, sino que sigue practicándose desde los estados que los persiguen, que no los reconocen como pueblo, que sólo admiten la convivencia y el intercambio si eligen primero bautizarse para un solo dios, si aceptan sus instituciones y si aceptan parcelas inhabitables.

Hoy sigue tratándose de enterrarlos en el pasado cuando se les roba la tierra, se los condena al mismo sistema esclavista que no eligieron. Y peor aún, ni siquiera en un pasado cuando se los desconoce como originarios, como raíces, como primeros.

Así que esta forma de genocidio silencioso, que quizá sea el peor, porque es el más disimulado, sigue vigente y es una palabra moderna, muy adecuada y repito, muy vigente.


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