La pobre abuela Pola no gana para sustos con la familia que su hija Delfina le legó. Para colmo la señora hizo abandono del hogar y nadie sabe donde está. Seguro se hundió en el más absoluto silencio y La Bestia se hizo cargo de la casa.

Así las cosas doña Apolinaria Contreras de Candiotti, tal el nombre completo de la madre de Delfina, tiene que lidiar con su yerno, su nieto y consigo misma ya que la pobre está un poco discapacitada. Un Seguro devastado me entregó el presente material.

Los consejos de Seguro

presentados por Adrián Alvarado.

Para llegar más rápido a su casa, Jacinto Pichimahuida, debía atravesar en diagonal el cementerio que con el avance del urbanismo terminó quedando en medio de la ciudad.

El señor utilizaba ese paseo obligado para pensar. No era que Jacinto decidía pensar durante el cruce por el cementerio, de hecho el tipo pensaba bastante poco, pero cuando pasaba por la zona de mausoleos sus pensamientos y su atención se centraban en una particular construcción mortuoria coronada por una estatua de un metro de altura que representaba a una niña sosteniendo en su mano derecha extendida hacia delante un pequeño cofre de mármol.

Toda la estatua era de mármol blanco. Jacinto no podía dejar de verla e inevitablemente conducía sus erráticos pensamientos hacia un lugar y una época que desconocía, recordaba olores y texturas que nunca sintió, situaciones y palabras que nunca vivió ni escuchó. El hombre al salir del cementerio olvidaba inmediatamente lo acontecido.

Con el paso de los días sus pensamientos empezaron a ponerse crípticos, el tipo se asustó, no podía Jacinto dejar de pensar en el contenido de aquel cofre, incluso después de salir del cementerio seguía pensando en el asunto.

El día que la frase "La verdad está en el cofre" se instaló en su cerebro cuando pasaba frente a aquella estatua no tuvo dudas, puso manos a la obra y dedicó su franco para averiguar quien estaba en aquel particular mausoleo, no le fue difícil, en la puerta estaban todos los datos que necesitaba. La niña de la estatua era la misma niña que estaba adentro, muerta setenta años atrás y se llamaba Amanda Suárez.

Resulta que a la final la piba había sido asesinada y nadie lo supo nunca. La respuesta estaba en el cofre con el que la habían sepultado, escrita en un papelito que ella había guardado a los efectos de una futura investigación, y Jacinto lo descubrió gracias a la mismísima Amanda que se comunicó con él desde el más allá.

Pero Jacinto se olvidó y se guardó para sí todos los méritos, aprovechó la publicidad que le diera haber resuelto el caso y se puso una oficina de investigaciones que se fundió a los dos meses. Después falleció de muerte natural, naturalmente lo mataron.

Libertad a Seguro.


Shojan Sebastián Sánchez era un raro, un freak, un pobre salame que se crió en un orfanato. A Shojan lo llevaron a dicha institución sus propios padres porque el señor no quería dormir solo y se les metía en la cama de prepo amenazándolos con seguir durmiendo con ellos hasta que se le cante.

A la final la pareja se cansó y juntos decidieron deshacerse del niño. Lo dejaron en la puerta del albergue atado y amordazado adentro de una caja de cartón, tocaron timbre y salieron corriendo.

Cuando las monjas le sacaron la mordaza no dijo nada y creció sin decir nada. Tenía casi tres años cuando sus padres lo dejaran en aquel hospicio y ahí se crió, lleeeno de ooodio.

Antes de cumplir los 18 abandonó la institución y se fue derecho a la casa de sus ingratos progenitores quienes ya no vivían allí. Tuvo que buscarlos hasta que los encontró y los mató con una cucharita de helados, de las de plástico.

Después se arrepintió, armó un cuerpo solo con los pedazos de ambos, los cosió con paciencia y un piolín y le dio vida con electricidad. Lo primero que hizo la nueva criatura fue agarrarlo del cogote al Shojan que se puso lila hasta que palmó.

La criatura que creó el pibe se fue a parís un poquito caminando y otro poquitito a pié y se puso un kiosco de revistas que nunca vendió un solo diario, ahora conduce un programa de televisión en la RAI.

Libertad a Seguro.
Volvé infeliz.



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