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Mea culpa

Por Enzo Vicentín

     Tenía que escribir esto. La idea del compromiso me obliga. Quisiera comprar el discurso de la derecha de mirar hacia delante y no al pasado, pero no puedo, mi izquierdoza autorreflexividad puede más. "How I wish you were here" le cantaban los Pink Floyd a Syd Barret, y yo también quisiera que otro u otra estuviera en mi lugar, enfrente de la computadora escribiendo sobre lo que ha dejado la temporada 03-04 para nuestro gran Colón de Santa Fe. Tengo que poner la cara después de un año de fútbol. "Y porque si, porque sobran las bolas, de matarla con el pecho y no tirarla afuera" (la Bersuit) suena en mi cabeza buscando brío para explicar de frente y sin gambetas el chasco ocurrido, y a lo macho podría salir a defender mis notas anteriores, cual Blas Armando Giunta, cual perro de quinta cuida terreno, pero es jodido.

     No es cuestión de mirar para otro lado como defensa del sabalero ante Chacarita en última fecha. Lo más correcto es admitir de entrada nomás que en algunas cosas nos equivocamos (uso el nos, porque seguro que fuimos muchos los que nos ilusionamos con el equipo que jugó el Clausura, y si no fuimos tantos entonces uso igual el nosotros porque me permite compartir responsabilidades, además puedo acudir a espectros o espíritus como aliados de mi opinión, o acaso en el Señor de Los Anillos los humanos no le van a pedir ayuda a un ejército de muertos. Si Aragorn lo hizo, ¿por qué no podría hacerlo un humilde mortal como yo?). En definitiva, nos equivocamos. En algunas cosas, ojo. En esas propongo hacer un "mea culpa" colectivo. ¡Que no se malinterprete! No estoy hablando de golpearnos el pecho adentro de una Iglesia, ni tampoco de mearle la cabeza a Maturana. Simplemente hay que reconocer que algunas cosas no funcionaron como esperábamos. "Puede fallar" decía el gran Tu-Sam antes de realizar sus trucos, y a él seguiremos los colonistas errados. Y si Tu-Sam hacía trucos, ahora voy a hacer un retruco, porque ahora ya fue, ya eso de la mesura se tomó el palo, y cual perro quintero salgo a retrucar el pasado reciente: Colón se convirtió en un club grande, y de acá a unos años va a salir campeón.

     "Pará" dice mi raciocinio, volvamos atrás. Primero, expliquemos el "mea culpa" y recién después hablemos de esta bomba que tiraste en el párrafo anterior, ¿está claro? "Copio, base" me digo a mi mismo como obediente móvil. Y si: Maturana no fue el que podía llegar a ser. Yo trazaría un paralelismo un poco excéntrico entre "Pacho" y nuestro Claudio María Domínguez, que si mal no escuché estará en los próximos días en Santa Fe hablando de boludeces, como hace siempre. Porque ambos "murieron" después haber estado en un gran nivel allá lejos. La selección colombiana del 5 a 0 y el Odol pregunta fueron altos momentos, "breves lapsos de mística química" como dice en un tema Andrés Calamaro, después de los cuales nunca más volvieron a figurar. Esto me hace acordar un poco a algunos hinchas de Unión, que viven del recuerdo: tatengues que se quedaron congelados en el 89, como Maturana con la Colombia del 93 o como el argentino más devoto de la madre Teresa contestando sobre Apolo y Poseidón. Maturana llegó con chapa, pero su estilo de conducción no anduvo. Trató de imponer una filosofía de juego interesante, y en parte del torneo el equipo mostró potencialidades jugando de local (hasta el 3 a 3 con Quilmes por lo menos). Pero su manera de conducir al grupo de jugadores fue, me parece, el meollo del fracaso. Su liderazgo de baja intensidad fue tomado por parte del grupo como un síntoma de debilidad, y cuando no hay respeto por el técnico ningún equipo funciona. Hay que reconocer que la forma de juego en el Cementerio fue totalmente opuesta a la mostrada de visitante, donde algunos planteos tácticos fueron muy amarretes, y así nos fue. De Maturana me quedo con sus críticas; en su breve paso supo analizar la realidad de Colón con bastante criterio, y se despachó con definiciones que merecen ser escuchadas.
Basile, con la estatua de Juan de Garay detrás. Esperemos que el "coco" no termine como el fundador de Santa Fe, linchado por la furia de la indiada.
Aunque en una no estoy de acuerdo con Ud. profesor: Colón no es un equipo chico, ya es un grande.

     Así como no acepté irreflexivamente a Maturana, como señalaron algunos, tampoco lo voy a hacer con el "Coco" Basile. Yo dije que Colón necesita un DT con chapa para dirigir un equipo con chapa, y Basile está en la misma línea que Maturana, aunque roguemos que Alfio no corra la misma suerte. Me doy cuenta, leyendo "En el tren C…" y "Dame un crédito", que las acumulaciones de capitales no son tan lineales como pensé que eran. Colón tuvo el campeonato pasado, y volverá a tenerlo ahora, un innegable capital futbolístico. Lo de Giovanny Hernández era una cuestión de tiempo: demostró que es un jugador distinto, juega a otra velocidad, en otro ritmo que sus compañeros no entienden; necesita urgente un socio. Precisamente no fue Iván Moreno dicho socio. ¡Cuánto que se lo va a extrañar al "lobo" Ledesma en la mitad de la cancha! Pero bueno, el capital adentro de la cancha está. Ahora, cómo cuesta conseguir la venia de la AFA y la televisión para competir con Boca o River. El otro día lo vi a John Kerry haciendo la venia en la convención demócrata, e imaginé a Julio Grondona pasándole a Horacio Darrás la servilleta con los arbitrajes arreglados para que Colón gane. Después me di cuenta que la servilleta viene del menemato, era la de Corach con los jueces, y que Kerry no tiene nada que ver, aunque si, porque casi traemos a Aldo Paredes para que juegue de 4, y yo en la tele había visto reportaje al mismo Paredes en el que decía que le gustaban los militares y que admiraba su modo de vida. De ahí viene la venia y mi desprecio tanto por Kerry como por Paredes, porque no puede ser que traigamos a jugar a un "facho" declarado. La cuestión es que el proceso de acumulación de capital simbólico lleva tiempo, mucho al parecer, pero Colón lo sigue sumando y eso suma, valga la repetición.

     La coyuntura de esta nota podría haber sido diferente, y por motivos en los cuales Colón no tiene nada que ver. Estoy hablando de la accidentada permanencia de Unión en el Nacional B. Porque una cosa es escribir sobre Colón con Unión en la B, y otra estando en la Primera B. No es lo mismo diría Ale Sanz, declarado antichavista que ahora se dedica a una especie de rap que da catinga. Las posiciones relativas hubiesen sido distintas, por lo menos ante el mal año sabalero hubiese quedado por lo menos la desgracia de Unión para consolarse, al estilo de que "el muerto se ríe del degollado". Pero ni eso, Unión se salvó por un zapatazo del "Memo" Torres (sin dudas el único gol importante que hará en su vida, un caso parecido al del Tata Brown que hizo el primero de la final del ´86 y ahí quedó), aunque raspando, de jugar contra Colegiales o Central Córdoba de Rosario. Voy a ir redondeando como una pelota nº 5 este "mea culpa" diciendo que en algunas cosas le erramos, simplificamos otras que son más complejas, pero en algunas cantamos la posta, y de la defensa ahora esta nota sale en contraataque por la izquierda con Giovanny Hernández.

     "Pero todo inicio es incompleto" dicen que dijo Hegel. Y en el caso de Colón esta frase demuestra su verdad. Porque la entrada de Colón al espacio de los clubes grandes de nuestro fútbol empezó, imperfecta, incompleta, irregular, pero empezó. En lo futbolístico Colón hoy puede disputar jugadores con cualquiera de los 5 clubes grandes, y eso porque tiene plata en la caja. La elección de Darrás como presidente es un claro continuismo de la era Vignatti, y eso implica, en palabras del mismo Darrás, una continuidad del "modelo" llevado adelante desde el 93. La arista financiera del continuismo es la que me interesa, porque si Colón logra sostener sus balances superavitarios por años esto lo colocará en una posición estable dentro del campo del fútbol ante los vaivenes de muchos clubes que hoy están a la misma altura de Colón. Quiero decir, que por una tendencia dada por la estabilidad financiera, Colón puede estar más y más cerca de traer mejores jugadores cada vez que el mercado de pases se abra en los próximos años. El ejemplo del "Cata" Díaz en los días pasados mostró algo de esto. El central catamarqueño firmó con Colón a pesar de haber hablado con River y Boca. Su decisión, obviamente no fue por cuestiones afectivas o futbolísticas, fue porque Colón puso la plata del pase, y listo. En mi opinión el "Cata" no vale más que el totémico central derecho Alcides Victorio Piccoli, pero me conformo con que sea un buen compañero de zaga como no lo fue Adrián González o deficientemente lo fue el chileno Marcos (¡que gol te comiste contra Velez, papá!).

     Y ya que estamos hablando de incorporaciones, la dirigencia sabalera no me ayudó. Porque para esta nota pensé que el tema refuerzos iba a estar cocinado, pero no, recién trajimos (no se porque me incluyo, yo no traje a nadie) a 3 y todavía faltan 5 jugadores más, según lo que arregló Basile con los dirigentes. Independientemente de los jugadores (¿no hay otro término?, porque hace rato que el fútbol dejó de ser un juego) que finalmente formen el 11 titular, hay que ver el perfil del nuevo técnico de Colón: el "Coco" Alfio Basile. A primera vista no es muy lindo que digamos, más bien es decididamente feo: está un poco pelado, tiene la piel como una lechuga y una nariz considerable… ¿será por eso que insiste tanto con el "pipa" Estévez? Pero tiene ideas, y además, como dicen casi todas las mujeres, la belleza está en el interior, en la personalidad. Dejando de lado esa mentira, la personalidad de Basile no parece ser bella tampoco. Es un DT de la vieja guardia, como un Chabay, un Merlo o un Pastoriza (que lamentablemente falleció el fin de semana). Tiene personalidad, seguro que no le va a pasar lo que le ocurrió a Maturana con respecto al manejo del grupo.
Ariel Pereyra no tuvo una buena temporada. Si lo vendemos a San Lorenzo, yo me ofrezco a pagar los pasajes con tal de que se vaya lo antes posible.
El "Coco" no anda con vueltas: blanco sobre negro, rojo sobre negro, negro sobre rojo, rojo y negro sobre blanco. Bueno, esperemos que no se confunda así, y que pueda sintonizar con el grupo de futbolistas de Colón que no parecen ser muy amables con los técnicos (recordemos las pintadas contra Pereyra, Capurro, etc.). Basile habló en su llegada a Santa Fe de que quiere futbolistas con experiencia: pero no traigamos un geriátrico, por favor! Que los de más 30 vengan a jugar y no a robar como casi siempre ocurre (no sé porque me acuerdo de Hernán Díaz). Con viejos o sin ellos, las cosas claras. No quiero hablar de un necesario disciplinamiento del equipo, primero porque si ahora la policía federal no quiere usar más la palabra represión sino disuasión y todo eso, entonces no desafinemos y hablemos de "armonía" o "química" a la hora de referirnos a la relación DT - plantel; y segundo porque ya me estaría pareciendo al militarista Aldo Paredes que por suerte no vino a Santa Fe.

     No voy a hacer apología de la victoria en este cierre. Un amigo me dijo que este año salimos campeones. Yo no lo firmo, aunque me gustaría que así sea. Que quede claro, no lo dije yo, lo dijo uno de los padres de la filosofía contemporánea: "todo inicio es incompleto". Eso si lo firmo. Colón pasó a ser un grande, y aunque en la temporada pasada (que arrancó vendiendo pero terminó en liquidación) no entramos a nada, las posibilidades van a estar en aumento probablemente, y en los próximos años el sabalero va a ser campeón. Ojalá sea para su glorioso centenario en Mayo del año que viene, en el mismo Cementerio de los Elefantes donde la hinchada te sigue. El contraataque que arrancó de Tombolini para Giovanny por la izquierda va a terminar en gol, después de intentarlo varias veces obvio, pero será gol. Los que rubricamos este augurio (en principio yo, pero espero adhesiones de mortales y/o muertos) no creemos estar tropezando dos veces con la misma piedra. Aunque si lo hacemos, bueno, somos humanos que casi nunca aprendemos de los errores. Si no pregúntenle a Adrián González, o a Moreno, o a Capurro, y verán qué verdad tan verdadera es.



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