A 20 años de la caída del Muro de Berlín

El muro ausente

por Luciano Alonso, Enzo Vicentín, Miguel Espinaco y Javier González

“Anoche, más que nunca, Berlín fue una fiesta” (de un noticiero español de la época)

Hace unos cinco años, cuando la caída del muro cumplía 15, una encuesta realizada en Alemania daba cuenta de que un gran porcentaje de sus ciudadanos, fundamentalmente jóvenes, no tenía demasiados conocimientos acerca de este hecho que, para algunos historiadores, significa ni más ni menos que el fin del siglo XX.

Para hacer memoria, para discutir acerca de sus significados, causas y consecuencias hicimos este pequeño debate en nuestro programa de radio de los sábados. Ahí está el audio para escucharlo y aquí van algunos fragmentos, a modo de síntesis.

Levantando muros

“El muro, de alguna manera, fue el símbolo de la división este-oeste, el símbolo de la división entre los países comunistas y los países capitalistas. No era algo tan relevante en la década de los 60. Para la propaganda comunista el muro fue el muro “antifascista” y para la propaganda pro-capitalista el muro era “el muro de la vergüenza”. Pero en rigor, durante los 60, el muro no fue algo tan criticado, se pensó que era algo que iba a durar dos o tres años pero terminó durando 27-28 años.(…)

(…) Alemania estaba dividida ya en esos sectores y Berlín estaba dividida en dos desde la ocupación de 1945. En 1949 cuando se crea la República Federal Alemana en occidente y la República Democrática Alemana en oriente, esta división se consolida como frontera. Entonces no es que eso era una frontera absolutamente abierta pero era una frontera permeable. En el 61 los alemanes orientales deciden hacer el muro y lo deciden por dos cosas, primero por la emigración que se está produciendo desde los países del este al oeste, que no es una migración en busca de libertad, básicamente es una migración en busca de trabajo como la que se está produciendo también en España bajo la dictadura de Franco hacia Francia o hacia Italia. En realidad lo que está pasando es que hay un desarrollo económico muy fuerte en los países de Estado de Bienestar y eso está captando mano de obra de Turquía, de Polonia, de España, etc.

Entonces ahí hay un punto: evitar la migración porque Berlín era una frontera permeable.

El otro punto es una cuestión puramente económica, siempre hubo una diferencia en el valor del marco entre la Alemania oriental y la occidental. El marco occidental valía 1.4/ 1.5 el valor del marco oriental, entonces las personas que cobraban un salario en el oeste compraban sus cosas en el este, eso producía desabastecimiento y presionaba los precios en el este.  A su vez había trabajadores que vivían en el este, trabajaban en el oeste y gastaban en el este a marcos más valiosos. Entonces se estaba produciendo una distorsión muy grande y representaba un problema que tenían los Estados comunistas, los Estados de tipo soviético, que de una u otra manera ya estaban integrados al mercado capitalista, nada más que estaban integrados al mercado de materias primas, al mercado financiero en la década del 70, pero no a nivel del chiquitaje que estaba ocurriendo en Berlín, donde los marcos del oeste estaban inundando los negocios del este.

Este fue un punto muy importante en el momento de la unificación, porque la caída del muro, el debilitamiento de la burocracia en el este está muy pegada a la movilización popular que se da en ciudades como Leipzig, Dresden, Berlín, en todo el período anterior, con agrupaciones que en muchos casos son agrupaciones socialistas. El problema es que cuando se produce la caída acelerada del gobierno del este y la unificación acelerada, Helmut Kohl que es el jefe de gobierno en la Alemania Occidental, que es de la coalición cristiano-demócrata, un típico neoliberal, ofrece el marco 1 a 1. Esto genera una corriente de simpatía impresionante.

Pero en el corto plazo esto produce lo mismo que el 1 a 1 en Argentina, destruye la industria de la Alemania Oriental. Cuando juntás una estructura económica de un país central con una estructura económica un poco más débil ocurre lo mismo que ocurrió aquí en Argentina, las importaciones baratas te matan. Pero en Alemania estaba el agravante de que no se trataba de una cuestión de importación, sino que se había unificado el país y la industria de Alemania oriental se destruyó en meses. Esta fue una de las consecuencias más graves de la unificación en términos sociales. (…)

¿Qué significó la caída del muro?

“En general hay todo un discurso de que el muro era la restricción a la libertad y que la caída del muro significa la libertad. En parte es cierto pero lo que pasó con la unificación fue que los grupos políticos que habían forzado la movilización en Alemania oriental, prácticamente desaparecieron. Eran grupos que nunca habían tenido una estructura muy firme, que se habían formado en la oposición interna al régimen y que entonces fueron avasallados y el espectro alemán quedó dividido entre los partidos tradicionales como la unión cristiana demócrata, el partido social demócrata, el partido verde muy minoritario, los liberales también minoritarios y los restos del partido comunista reconvertido que en las últimas elecciones viene subiendo puntos por el descrédito de la unificación (…)

(…) Otros que salieron perdiendo con la unificación fueron los contribuyentes de Alemania occidental  que pagaron con una suba de impuestos los costos de la unificación, los trabajadores de la Alemania oriental que pagaron con la desocupación el cierre de fábricas con un descenso brutal del nivel de vida y en general los que también perdieron fueron los ciudadanos de Berlín, de los dos lados, en el este por el colapso económico y en el oeste porque se acabaron los subsidios, porque durante 40 o 50 años Berlín occidental había estado subsidiado, primero por la ocupación norteamericana, después por el Estado federal, para asegurar niveles de vida superiores a los del este, entonces cuando se acabó con la división este-oeste, dijeron ahora son todos berlineses y se acabaron los subsidios.(…)

En la década del 70 Alemania occidental empieza a renunciar a reclamar sus fronteras históricas.  Alemania oriental nunca reclamó sus fronteras históricas, nunca reclamó los territorios que quedaron en manos rusas o polacas, pero Alemania occidental sì los reclamaba como propios, pero cuando en la década del 70 deja de reclamarlos, eso abrió la posibilidad, de la reunificación. Pero hasta 1985 se pensaba que la unificación era algo que iba a llevar mucho tiempo. En 1985/1986 los rusos no ven mal la unificación, los norteamericanos tampoco la ven mal, los que la ven peor son los franceses y los ingleses que desconfían de una Alemania unida. Los que la ven terriblemente mal son los polacos y los checoslovacos, entonces cada uno empieza a jugar algún tire y afloje.

Lo primero que hacen los polacos, cuando se produce la unificación, es reclamar que los alemanes reconozcan las fronteras.

¿Alguien pudo prever lo que estaba ocurriendo?

“La unificación es muy rápida, es de alguna manera incontrolada. Nadie previó que el régimen del este pudiera colapsar tan rápidamente. No hubo ningún plan de transición.

Hay un punto que nadie prevé y que es la movilización popular, y ese es el punto que después “hay que desactivar” porque esa era la verdadera preocupación de ambos lados. Por un lado no generar una situación revolucionaria y por el otro reintegrar a esa gente a un sistema político manejable como el sistema político occidental.”

El proceso de unificación y sus consecuencias

“Esos son los coletazos de la unificación, hay que unificar rápidamente, conseguir una adhesión fuerte, una identidad nacional renovada, y Alemania hace dos o tres cosas impresionantes, ni bien se produce la unificación, la reforma económica de Kohl y la desarticulación de la industria en el este, las cuestiones que tienen que ver con el ámbito cultural, con la identidad nacional con esto del fútbol (copa del mundo de 1990 en la cual Alemania participa por primera vez representando al país unificado) como elemento unificador y también cuestiones de política exterior, por ejemplo cuando se empieza a desarmar Yugoslavia – que en realidad se desarma, entre otras tantas cosas, por una crisis de deuda externa impresionante con el FMI y porque algunas regiones no quieren pagar el costo de la deuda que ha sido aprovechada por otros - una Alemania unificada en el 91, reconoce la independencia de Eslovenia y de Croacia. Es el primero que la reconoce, en contra de las opiniones de los Estados Unidos y de la Unión soviética, y se va todo al diablo, Yugoslavia se desarma en dos días.(…)

(…) La unificación de Alemania acelera el proceso de constitución de la unión europea, que hasta ese momento era comunidad europea, comunidad económica y que pasa rápidamente en un par de años por los tratados de Maastricht,  a conformarse como Unión Europea, con todo ese proyecto de integración, parlamento, moneda única, ya había algunos elementos pero las instituciones europeas se crean en ese momento, después de la unificación, como modo de evitar los conflictos que podían venir.(…)

(…)Podría hacerse un ejercicio comparativo, sobre cómo en el este – Naomí Klein saca ahora un libro que se llama La doctrina del shock - funcionó mucho más esa doctrina del shock que en países latinoamericanas acosados por la deuda externa que tuvieron “terapias de shock” para contener la inflación, como Bolivia, Argentina, etc.  En Europa del este fue una cosa bastante más acusada con un sufrimiento social muy importante por su incorporación al capitalismo.

No solo tenía que ver con el cierre de empresas sino con la distribución de empresas a grupos económicos de occidente, que hacían con las empresas lo que querían, modificaban a su gusto los estatutos del personal, etc., y con la entrega de bienes a ex propietarios que habían sido expropiados. Entonces había una escuela que se había hecho en un palacio de una localidad checa y de golpe esa escuela tenía que mudarse porque al palacio se lo devolvían a la familia que venía de París y eso se hizo con una rapidez impresionante.

Ahora, la doctrina del shock funcionó como para desarmar toda oposición popular a este tipo de reformas, porque más allá que había una oposición popular a los regímenes del este también había un intento por mantener algunas conquistas sociales, algunas formas de distribución, etc., que se perdieron en la ola neoliberal.

No solo hubo esa doctrina del shock, sino que además los opositores de los países comunistas estaban, desde hace tiempo, tecleando con respecto a qué vías tomar. En el caso de las movilizaciones alemanas se ve una fuerte presencia de grupos socialistas, pero por ejemplo en Polonia el partido socialista hacía rato que era muy débil ante una identidad mayoritariamente católica y eso tiene que ver sobre todo, con el fracaso de todos los intentos de reformar el comunismo desde dentro, desde la huelga de los obreros alemanes de 1953, pasando por la revolución húngara de 1956, la primavera de Praga de 1968, las huelgas polacas del 70 y del 80. Entonces, muchos actores dudaban ya de la posibilidad de reformar los partidos socialistas o los países comunistas desde adentro. Y por otro lado hay otros actores dentro de la burocracia que ya vienen articulando la posibilidad de pasar al capitalismo y eso es lo que suele suceder en lo regímenes de partido único.”

La transición al capitalismo y los nuevos ricos

“En los regímenes de partido único adentro del partido está todo el mundo entonces quienes opinan una cosa, quienes pueden tener un apoyo exterior, también están dentro del partido. Entonces cuando uno se da cuenta, el muchacho que está al costado ya está pensando en formar una sociedad anónima.

¿Y quiénes fueron los nuevos burgueses? La vieja burocracia.

No era que los obreros se transformaron en capitalistas, los que lo hicieron fueron los burócratas que podían disponer de créditos, controlar la administración de las empresas, etc.

Este proceso es parecido a lo que ocurre en nuestro país con la burocracia sindical, que en un momento también empiezan a tener empresas, entonces dejan de ser trabajadores y pasan a ser empresarios.”

¿Cuál es el significado de la caída del muro de Berlín?

“La caída del muro fue un acontecimiento símbolo, marcó el fracaso de los países del este en tratar de igualar a occidente en términos de producción y reproducción de capital. Más allá del problema de las libertades, el problema básico es ese. Cuando Kruschev, en la década del 60 dice vamos a enterrar al capitalismo porque vamos a producir más que ellos y vamos a hacer más bienes de consumo que ellos, lo que hizo fue poner la discusión en los términos del capitalismo. En lugar de ponerlo en los términos de la equidad, de la libertad, del desarrollo armónico, de la ecología o lo que fuera, lo puso en términos de vamos a producir lo mismo, como evidentemente el capitalismo es tremendamente dinámico para producir, eso llevó necesariamente a ese bloqueo.

Ahora bien, inmediatamente el muro fue visto como símbolo de ese fracaso, fue transmitido por televisión, prácticamente en directo, fue un acontecimiento mundial anterior al del 11-09-2001 –porque hay algunos autores que plantean que la caída de las torres gemelas fue el primer acontecimiento mundial - y eso justificó después toda esta onda de “¿si ustedes son de izquierda o socialistas y todo eso se cayó, por qué ustedes siguen, qué es lo que esperan?”

Igualando dentro del paquete posiciones que son absolutamente diferentes, que no tienen que ver unas con otras pero no importa pues dentro de la propaganda comunicacional de occidente eso funcionó. Y a partir de allí el muro es una suerte de elemento rescatado para un rito repetido, para el rito de confirmación de la victoria de occidente sobre oriente y para una suerte también de lanzamiento anual de la idea de que el capitalismo es superior y eso se aprecia, por ejemplo, en los mega recitales, que son precisamente espectáculos, una estructura espectacular. Es una recuperación que no es pensada, debatida, sino que simplemente es una recuperación espectacular al estilo de cualquier espectáculo público.

Berlín se transforma ahora en el lugar de las intervenciones urbanas, hay un plan de reconstrucción que involucra, incluso, reconstruir edificios que quedaron derrumbados durante la segunda guerra mundial, con una inversión impresionante para lo que es una obra pública y que se prevé terminar recién en el 2015 y en ese sentido una de las cosas que se hace es precisamente borrar el muro. El muro desaparece y lo que se hace es marcar por dónde pasaba, hacer un tipo de intervención urbana más innovadora, etc., y eso tiene mucho que ver con la construcción de una nueva memoria oficial en los países occidentales, una memoria oficial en la cual la cotidianeidad de esa idea de que el capitalismo ha vencido al comunismo es muy superior a cualquier otra, por ejemplo eso opaca hoy hasta los monumentos relativos al holocausto de la segunda guerra. Es el monumento berlinés. Es el monumento ausente, porque no está, pero sin embargo su presencia es cotidiana”.


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"El muro, de alguna manera, fue el símbolo de la división este-oeste, el símbolo de la división entre los países comunistas y los países capitalistas. No era algo tan relevante en la década de los 60. Para la propaganda comunista el muro fue el muro “antifascista” y para la propaganda pro-capitalista el muro era “el muro de la vergüenza”. Pero en rigor, durante los 60, el muro no fue algo tan criticado, se pensó que era algo que iba a durar dos o tres años pero terminó durando 27-28 años."

"En general hay todo un discurso de que el muro era la restricción a la libertad y que la caída del muro significa la libertad. En parte es cierto pero lo que pasó con la unificación fue que los grupos políticos que habían forzado la movilización en Alemania oriental, prácticamente desaparecieron."

Escuchá el debate como salió en la radio.

"Hay un punto que nadie prevé y que es la movilización popular, y ese es el punto que después “hay que desactivar” porque esa era la verdadera preocupación de ambos lados. Por un lado no generar una situación revolucionaria y por el otro reintegrar a esa gente a un sistema político manejable como el sistema político occidental."

"La caída del muro fue un acontecimiento símbolo, marcó el fracaso de los países del este en tratar de igualar a occidente en términos de producción y reproducción de capital. Más allá del problema de las libertades, el problema básico es ese.

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