Tips de autoayuda

por Adrián Alvarado

Uno

El discípulo escribe un mensaje de texto a su maestro y Pregunta: “¿Que hacer cuando me es imposible ser amable con los demás? ¿Como evito tener la tentación de pensar que casi todos son estúpidos y que en realidad no merecen vivir la vida que les tocó en suerte? ¿Como evito estos sentimientos tan feos maestro mío?. El maestro escribe en su teléfono celular sin tocarlo: En primer lugar lo que debes hacer es ponerte una mano en el pecho y acercarte e a un espejo para verte a los ojos y pensar en ti mismo hasta que llegues a entender que solo eres un pelotudo más que ocupa un espacio en este mundo que no pidió ni merece. Todas y cada una de las personas son de la misma especie, cuando asumamos de una vez y para siempre nuestra condición de animales que solo tienen como mandato natural procrearse y perdurar, empezaremos a entender que nuestra tarea primordial es ser amable, que en cualquier diccionario significa pasible de ser amado. Sé amable. Ser amable no cuesta un carajo y atrae a los buenos amigos, trata amablemente a tus enemigos y no podrán ejercer el mal sobre ti ni perjudicarte físicamente, trata con amabilidad a los seres de otras especies, si te los morfas ríndele algún homenaje de vez en cuando, se amable también con las cosas inanimadas, transfórmate en un ser amable y cambiaras tu existencia y la de tu entorno. Esto escribió el maestro a su discípulo a través de su móvil, este agradeció el consejo con amabilidad y el maestro muy amablemente le cobró ciento cincuenta pesos la consulta.


Dos

La discípula escribe al maestro en su teléfono móvil: ¿Debo creer maestro mío en dios o como quiera que se llame el supuesto creador de todo? El maestro responde, Si me hubieses preguntado sobre la existencia de dios te hubiera respondido que no, dios no existe, pero tu preguntaste si “debes” creer en dios y esa pregunta no se contesta con si o no. Veamos, si tú eres débil de carácter y ruedas por el mundo como bola sin manija dando tumbos y bandazos sin entender que está pasándote debes creer, necesariamente, en una fuerza superior que maneje los hilos de tu destino para justificar tanto desbarajuste. Si en cambio eres tu una mujer de espíritu libre y crítico, que no se conforma con explicaciones increíbles debes hacerte cargo de ti, como corresponde, y como todos deberían hacer, buscando, buceando en lo profundo de los vericuetos de tu cerebro hasta encontrar respuestas y nuevas preguntas, no creerás en dios si así procedes, no te hará falta.

Hay un mundo entero para conocer ahí en el ciber si tienes ojos para ver y oídos para escuchar, no dejes dormir tu capacidad de asombro, asegúrate que las cosas que pasan no comprometan tu voluntad de vivir cada día como si fuera el anteúltimo y sirve a tu par.

Si me dieran a elegir una representación de dios elegiría sin dudarlo un segundo la parte más pequeña de la materia, en ella se encuentra la esencia de toda transformación, el cambio constante y la inmortalidad, Gracias maestro, contestó la discípula, Gracias hacen los monos, escribió el maestro, Mi heladera es un páramo.


Tres

Esta vez el dialogo se desarrolla a través del correo electrónico, un nuevo discípulo algo exaltado escribe en su ordenado, Maestro, pregunto, usted dijo que hay que vivir como si estuviéramos viviendo el anteúltimo día de nuestras vidas, me parece un consejo válido y lleno de sentido pero esto no es en cierta forma una apología de las drogas?

El maestro responde, En primer lugar querido mío las drogas no existen, son un invento de dios para generar la culpa, en segundo lugar yo dije eso en un contexto que se te ha escapado cual tortuga de las manos, y eso te transforma en un pelotudo que depende de los supuestos errores y faltas de terceros para construir con tierra y agua un ego de fantasía.

Yo seré un pelotudo, pero no me valgo de la estupidez ajena para ganar mi sustento.

Si a esa libra de carne que ganas le llamas un sustento estás frito.

¿Que otra me queda maestro?, lo que gano es poco y alcanzar el progreso se me hace imposible, apenas si sobrevivo casi sin dignidad ¿Qué opciones tengo carajo?

Matarte o intentar alcanzar la sabiduría.

¿Y como hago?

Empieza admitiendo que eres un idiota.

Lo soy, es cierto.

Empezaste bien, ésta te la regalo, la próxima te la vendo.


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