Los consejos de Seguro

presentados por Adrián Alvarado

Se acomoda la camisa dentro del pantalón y advierte con renovada sorpresa que tiene una busarda considerable, Mientras me la vea no es alarmante, dice, y se saca la ropa para comprobarlo, no se la veía; la panza, incluso, casi le tapaba los pies, Mierda, dijo, Tengo que hacer algo, a los quince minutos ya se había olvidado porque empezó a dolerle otra vez de vuelta esa muela que tiene podrida hace años, cuando le pegó el analgésico ya estaba en otra, tratando de resolver un trabajo que se hacía el difícil mientras se rascaba la cabeza reconociendo al tacto que estaba perdiendo el pelo, y mucho, entonces se acordó que alguien le dijo alguna vez que después de los cuarenta se hace necesario, para el hombre que nunca abrevó en aguas espirituales, colgar la guitarra en el ropero y zambullirse en piletas de recogimiento y reflexión, descubrir el adentro y sacarlo para afuera con el fin de mostrarle a los demás lo bueno que es y que son y servir definitivamente para algo y salió muy decidido a buscar la fe, entonces se fue a un ciber y entró a Internet para buscar información, la religión católica estaba descartada de antemano, ahí están todos enfermos, el judaísmo tampoco le atraía mucho, no le cabía el gobierno israelí, el Islam tampoco, muy fanáticos, ¿Y el budismo que onda? se preguntó, Lisa Simpson es budista, además, buda es un gordito simpático que parece estar siempre durmiendo la siesta, le gustó eso, entonces se puso a leer y le dio sueño y hambre, Voy a tener que hablar con alguien, dijo, No me puedo hacer budista leyendo en Internet, llamó a un amigo que le dio la dirección de un chino que tenía un kiosco lleno de imágenes de buda, ahí fue y cuando el oriental le quiso sacar plata casi lo agarra a trompadas, Estoy jodido, se dijo, y se fue a comer, se clavó un porrón y una pizza y se acostó solo, soñó con una calesita que tenia caballos de verdad y con ella que no lo dejaba agarrar la sortija.


Treinta y ocho millones de chinos toman la iniciativa de hacer una tremenda cadena de Internet para dejar de comer soja transgénica y sus derivados.

Veinte millones de norteamericanos deciden dejar de tomar cocaína y se lo comunican a sus pares con tal poder de convicción que surte efecto inmediato.

La economía dentro de la cual el mundo giraba explota definitivamente después que Bill Gates, como mayor accionario de Microsoft decide poner en venta sus acciones a un precio irrisorio y mi mamá compra cuatro.

Una secta de vegetarianos convence con una eficiente campaña publicitaria a cuarenta millones de carnívoros a cambiar drásticamente su dieta.

El conmovedor alegato de un pibe, que circuló en la red a velocidad de nausea, convence a la mayoría de los automovilistas a dejar de usar sus vehículos, los dueños del petróleo se sentaron sobres los barriles de crudo y se prendieron fuego.

Y el no se dio cuenta de nada, tan metido en si mismo estaba.

La realidad era como la tela de una cortina sucia que de vez en cuando le pasaban delante de los ojos rojos de bronca y resentimiento y el ahí, un adolescente nacido en el lugar equivocado, en el seno de una familia extremadamente pobre, miserable, carente de todo, Con la capacidad que tiene, dijo la maestra, como un diamante en bruto apagándose despacito, adentro, igualito al planeta.


Opiná sobre este tema

Titulo:
Comentario: (no más de 500 palabras please)
Firma:
E-Mail:

Anteojos tan negros no hay.

Es en el resplandor que se desprende de ese techo de zinc que reconozco el sol que dejará ciegos a los nietos de los hijos de mi hijo.


Del paso que doy no estoy segura / ni del abismo ese / ni de la lluvia que espero todavía.


Con el aspecto de quien estuvo limpio usa la culpa como un trampolín.


El castigo final y definitivo del egoísta: querer compartir y no tener con quien.


Siempre hay un necesitado dispuesto a expiar las culpas del egoísta.


El egoísta culpable: aquel que no quiere a nadie pero necesita ser querido. Trabaja el doble.


En el espacio que hay entre lo que quiero y lo que tengo estás vos / Hay un colectivo que te deja en la puerta de la casa de mi cama / ¿Tenés monedas?

Delfina Contreras

Impaciente relativa y kamikaze resuelve todo con un par de gritos de ceño fruncido.

Mi mamá, la que no juega más, escribe.


Es esta la salida y acá está la meta. Si llego primero no gano.


Rincón. La manzana es tan. Y las calles de mierda de arena en este lugar donde me toca andar en bicicleta con rueditas. Va a llover nunca.

La Bestia

¬ Anterior Ir a la Portada Siguiente ®