Entrevista a Alberto Muñoz

"Estos dos meses son cruciales"

por Miguel Espinaco

La oportunidad fue la visita del ingeniero Dieter Wartchow a Santa Fe, que fuera entre otras de sus muchas actividades, Director Presidente de CORSAN, la Compañía de Saneamiento del estado de Río Grande do Sul y también Secretario de Medio Ambiente de Porto Alegre. Entrevistamos allí a Alberto Muñoz, uno de los más reconocidos integrantes de la Asamblea Provincial por los derechos del agua de Santa Fe (APDA), organización que viene denunciando las acciones e inacciones del Grupo Suez, empresa que hasta hace días fuera concesionaria del servicio de agua y cloacas en las más importantes ciudades de la provincia.

Después de varias idas y vueltas, que fueron desde un Obeid festejando la recuperación de la soberanía provincial después de la primer amenaza de Suez el año pasado, hasta variados intentos de reprivatización que incluyeron una oferta de suba de tarifas para reconstituirle a Suez o a quien fuera, la famosa ecuación económica financiera, terminó apareciendo ASSA, la novel Aguas Santafesinas Sociedad Anónima con mayoría estatal.

En esta charla mantenida con Alberto Muñoz el sábado pasado, hablamos de las perspectivas y los riesgos de la nueva situación y de las propuestas que APDA sostiene en esta etapa.

MdH: Sintetizanos tu opinión sobre la aparición de ASSA después de la retirada de Suez.

Alberto: En principio la Suez vino con lo que se llama en la jerga técnica un contrato predatorio. Es decir es un contrato en que el concedente y el concesionario saben que no van a cumplir. Eso lo que produjo es una práctica de renegociaciones permanentes que hicieron que prácticamente el 80% de tiempo que estuvo el contrato, el contrato estuvo parado. Durante todo ese tiempo los reclamos de la población fueron multiplicándose desde un comienzo, hubo reclamos. A diferencia de otros servicios en el caso de agua en un primer momento empezaron a haber reclamos por los altos costos de las obras de cloacas, por los altos costos de los intereses, los intereses que estipulaba el contrato eran altamente usurarios, la gente se atrasaba dos o tres meses y se le hacía prácticamente imposible pagar, no respetaban la ley de defensa del consumidor, mucha gente tenía problemas con la calidad del agua en las ciudades del interior, por ejemplo Firmat, que recibía agua con altos niveles de arsénico, lo cual produjo una movilización social muy grande que llegó a un juicio en los juzgados de Melincué, en el cual el perito de parte dictaminó que el agua era no apta para el consumo humano, de hecho, la primera planta de ósmosis inversa que puso la Suez en esta provincia, la puso en la ciudad de Firmat, reconociendo que había una situación de contaminación muy grande. Muchos reclamos en toda la provincia. Con el correr de los años, nos fuimos dando cuenta que teníamos que asociar esos reclamos, que no podíamos pelear individualmente, y hubo un aprendizaje muy interesante en la Asamblea Provincial por el Derecho al Agua, en la idea de que el problema del barrio de al lado era tu problema, que el problema de la ciudad de al lado era tu problema. Y con ese concepto, empezamos a conformar la Asamblea a nivel provincial. Esto era, sumando los problemas de contaminación de Firmat, de Casilda, con los problemas de falta de presión de Rosario, de Villa Gobernador Gálvez o de Santa Fe, con los problemas de la obra de cloaca de barrio Guadalupe de Santa Fe, o con los problemas de no realización de las obras en Santa Rosa de Lima, con los problemas de barrios sin agua, como en Reconquista o en Cañada de Gómez. Es decir, integrando todas las ópticas en una con los grupos ecologistas, con los docentes, con las asambleas barriales, y eso derivó en la realización del plebiscito en el año 2002, donde mucha gente participó en la provincia pidiendo la rescisión del contrato. Ese fue el momento cúspide de un proceso de organización muy grande en la provincia que continuó después con avances y retrocesos pero en el cual, permanentemente, se buscó integrar los conflictos en un solo conflicto. A partir de allí se desarrolló todo un trabajo en conjunto que nos llevó también a integrar las luchas a nivel nacional y a nivel internacional.

Hoy, hemos querido encarar esta etapa con mucha responsabilidad, y así como fuimos muy crudos y muy duros en el análisis de lo que ha sido la privatización, poniendo de manifiesto todos y cada uno de sus déficits, además de los cómplices que hicieron posible este proceso, queremos ser muy responsables en este momento porque entendemos que estos dos meses que siguen son absolutamente cruciales y que apostar al fracaso de la empresa, en realidad, indirectamente terminaría volviéndosenos en contra porque de acá a un año o dos años, tendríamos a un funcionario diciéndonos que es mejor un modelo privado, que hay que retornar a lo que fracasó. Por lo tanto, la idea nuestra es tratar de aportar todos los elementos posibles para que esta transición -que es como catalogamos a esta etapa- sea lo menos agresiva posible con respecto al modelo que nosotros ya planteamos en el plebiscito hace tres años. Esto es que no haya ingerencia de empresas privadas, que no haya un operador técnico privado, ofrecer la posibilidad de colaboración entre empresas públicas y públicas, que es lo que hemos venido a hacer, que se modifique la legislación, la ley 11220, que se cambie el Enress, que es un ente que como dijimos, no sirvió para absolutamente nada, que el cuadro tarifario en cuanto a las obras de inversión busque alternativas que no recaigan en los usuarios nuevamente, esto es la reducción del IVA, esto es la anulación del Enress que tiene el 4,92%, esto la anulación o reducción de Ingresos Brutos o de otros impuestos provinciales, es decir, buscar alternativas que no caigan en el bolsillo del usuario, esto es que los planes directores se desarrollen en cada ciudad con las universidades, con los organismos de cada ciudad, que se incentive la participación del ciudadano, es decir, seguir impulsando fuertemente en estos dos meses el modelo que ya planteamos hace muchos años con experiencias concretas, con alternativas concretas, con profesionales que trabajan en otras empresas públicas de primer nivel, es decir, ejercer la mayor presión posible para que lo que se haga en estos dos meses no vuelva a ser una equivocación, porque si vuelve a ser una equivocación, los que van a pagar las consecuencias van a ser un millón ochocientos mil santafesinos. Por lo tanto, con todas las dudas que tenemos, hemos elegido proponer.

MdH: Te referís a la discusión con el gobierno. No agrediéndolo sino haciendo propuestas.

Alberto: Tomen ideas, esto no lo hagan así, modifiquen esto, en esos términos. La discusión agresiva, la de ponerse en la vereda de enfrente, puede ser buena políticamente, oficialismo oposición. Pero desde el punto de vista de aquellos que durante diez años estuvimos peleando contra el modelo privado, nos parece que no es lo mejor hoy, porque hoy lo mejor sería que el gobierno cometa la menor cantidad de errores posibles.

MdH: Ahora, la conformación de ASSA, ustedes la ven como la confirmación de la política que ustedes vienen planteando? La ven como un triunfo?

Alberto: De hecho es un triunfo. De hecho, que se haya sido la Suez, la primera decisión así que se toma en la Argentina, porque Suez tenía tres concesiones, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe y es la primera que se toma. Que se haya ido para nosotros es fundamental, porque quedaban veinte años de concesión, en la cual definían accionistas en Francia, que no tenían la menor voluntad de tener en cuenta el punto de vista de los vecinos de Santa Fe, de Reconquista o de Rosario, así que que se haya ido es fundamental, es un gran éxito. En segunda instancia, que el gobierno no haya logrado reprivatizarla también es un éxito. Se probó con Engasud, con Latinaguas, con Taselli, con Aguas Alberdi, probaron todas las alternativas posibles para poder hacer la transferencia de acciones a otro privado y todo eso fracasó. En cada una de esas alternativas estuvimos denunciando quienes eran y el día 14 después de la asamblea que disolvió la empresa, el plan se abocó al plan B, que no se había abocado antes. Entonces, esto ha sido más por necesidad que por convicción, se disolvió la empresa y había que hacer otra. Pero sea por lo que sea, nuestra voluntad es impulsar decisiones que vayan en la dirección que nosotros venimos planteando durante todo este tiempo, que no se retroceda en el proceso. Nosotros no estaríamos contentos si de acá a dos o tres años, sobre el argumento de una empresa pública ineficiente, se vuelve a privatizar. Queremos colaborar para que sea una empresa pública eficiente, con control social, de calidad y para eso hay que reunir determinados requisitos. Esos requisitos tienen que ver con todas estas cosas que venimos planteando, sabiendo que es una transición, sabiendo que los que privatizaron son los que están llevando este proceso, pero también sabiendo que la sociedad civil existe y que sabemos lo que pasa, que nadie nos puede engañar, que cuando un funcionario provincial salió a decirnos que había una nueva empresa que se llamaba Ondeo le dijimos no nos tomen el pelo porque Ondeo es el brazo sanitario de la Suez, que cuando nos dijeron que venía una empresa alemana que se llamaba Pasavan que tenía antecedentes le pudimos decir esa empresa hace plantas de tratamiento y de depuración y las gestiona pero en ninguna ciudad tiene el ciclo completo del agua y no tiene ningún antecedente en ese sentido, que cuando pasó lo de Latinaguas pudimos decirle mire, contáctese con las organizaciones de usuarios de Corrientes y enseguida van a saber cual es el punto de vista de los usuarios y si quiere contáctese con el concejal de Corrientes perteneciente al Kirchnerismo, que termina de opinar que Latinaguas es una porquería, es decir, el acceso a información de esta red internacional, nacional y local que hemos construido, nos ha permitido en todo estos años, casi discutir en tiempo real.

MdH: Vos insistís mucho con el concepto de transición, ahora, la discusión con el gobierno es de alguna manera transición hacia qué. Hay una mirada que plantea la nueva conformación de la privatización de la explotación de los servicios de agua. O sea, antes hacíamos contratos que nosotros hacemos obras y cobramos la tarifa y ahora hacemos un contrato en el que solamente operamos y cobramos la tarifa y las obras las hace el estado. ¿No es posible que esto sea una transición a una entrada por la ventana de este nuevo esquema?

Alberto: Seguramente va a haber presiones para que se retroceda al modelo de privatización, esa es una de las razones que nos impulsa a tratar que esto no sea así, a tratar de que se modifique la ley y que haya impedimentos para la venta de acciones, a tratar de que se modifique la 11.220 y haya una normativa más acorde a un proceso de empresa pública, a que no se contrate un operador técnico privado, es decir, hay una cantidad de decisiones de estos dos meses que van a dictaminar o van a condicionar el desarrollo futuro. El monitoreo nuestro de esto, lo estamos haciendo permanentemente y día a día, con los empleados de la empresa, con las distintas municipalidades, con las mismas autoridades de la empresa, con muchos obreros y operarios que no comparten y no compartían el proceso privatizador, con los actores internacionales que a su vez monitorean el proceso. Lo que sí tenemos claro, con todas las dudas, pero sí tenemos claro, es que sería muy importante que después de 10 años de fracaso de la Suez se inicie otro camino y no se retroceda. Indudablemente, siendo los actores que lo llevan adelante, los mismos que privatizaron, abre para toda la población un margen de dudas, que tendrá que develar el oficialismo, no nosotros. Nosotros lo que podemos hacer es decirles miren señores, hay otro camino, miren señores, hay alternativas exitosas, miren señores, esto no se debe hacer así, esto se debe hacer así, hay que integrar los puntos de vista, hay que convocar a las universidades, hay que convocar a los distintos estamentos de la sociedad. Cuanto de esto haga o no haga el oficialismo, es responsabilidad del oficialismo. Lo que nosotros no vamos a hacer es colaborar en el fracaso, porque eso lo pagan un millón ochocientos mil santafesinos, pero tampoco vamos a ser cómplices de que se vuelva a retomar el proceso de privatización, de ninguna manera. Hay algunas condiciones favorables, internacionalmente y nacionalmente para que esto no sea así, hay un proceso de rediscusión de la Suez a nivel internacional de que la Suez ha fracasado en innumerables lugares y que está en una reconversión de negocios. En el año 2003 hubo una decisión del directorio de la Suez a nivel internacional que le imponía retirarse de los países que no le aseguraran una alta tasa de rentabilidad. Ellos tienen mucha más voluntad de quedarse en Punta del Este, en Punta Canas o en alguna localidad así, que quedarse en Santa Fe o en Rosario, donde hay barrios, menos en Santo Tomé, no? El contexto internacional es de retirada de las empresas internacionales y este espacio que quedaba vacío podía perfectamente ser ocupado por las que tiraron en estos seis meses, que justamente eran empresas o locales o internacionales de menor cuantía -Latinaguas, Aguas Alberdi, Engasud, Taselli- todos ellos ejemplos desastrosos de lo que es el empresariado nacional como decía Neustadt, el que le interesa el país. A estos señores sabemos que no les interesa nada de lo que le pasa al país y si alguna experiencia tiene Taselli es en desmantelar empresas. Esta patria nueva que se está gestando, esta patria de fideicomisos, de Eunekian, de Macri, por supuesto que nosotros no tenemos nada que ver, no queremos que se vaya para ahí, por eso insistimos en que no haya un operador técnico privado.

MdH: Esto del fideicomiso funcionaría con un operador técnico privado…..

Alberto: Y, de hecho, muchos gasoductos vienen operando así. O sea, son emprendimientos públicos que terminan siendo pingues ganancias para una empresa privada. Es justamente, un modelo encubierto de privatización en el cual el estado pone el aval, pero la que termina haciendo ganancias es una empresa privada.

MdH: Vos haces un esquema de continuidad con la patria contratista…

Alberto: Y claro, es muy llamativo esto. Techint hacía las ruedas de los ferrocarriles, se las vendía cuatro o cinco veces más caras que lo que salían y después había un funcionario de Techint que se paraba en un medio de comunicación y decía qué barbaridad, cómo dan pérdida los ferrocarriles. Entonces después los ferrocarriles se privatizan y Techint se queda con ramales. Lo mismo pasó en teléfonos, lo mismo….

MdH: Y ahora tienen los gasoductos.

Alberto: Está claro, no? Los mismos señores que fueron parte de la patria contratista, durante la dictadura, después en la democracia fueron parte de la patria privatista y ahora en esta reconversión son parte de los fideicomisos.

MdH: Esto me lleva a otra pregunta, en este esquema, ¿no hay un riesgo de que la estatización se convierta otra vez en la privatización por otros medios?

Alberto: Bueno, hay que tener una cosa clara: la empresa pública tiene que adquirir capacidad de obra propia, tiene que tener capacidad de fiscalización, tiene que tener capacidad de fiscalización. Y en ese sentido no hay inconveniente de dar una obra a una empresa privada, el problema es qué criterio tiene la empresa pública. En todos los países se dan obras a terceros, el problema es si el criterio es el enriquecimiento de un grupo empresario o el criterio es optar por la mejor tecnología para determinado sector de emprendimiento. Nosotros no creemos que esa forma legal sea la más adecuada, es mucho mejor llamar a licitación, que haya varios oferentes, que compitan entre sí, que haya un comité técnico del estado que analice las propuestas, y no la forma del fideicomiso que es una forma muy liberal, en la cual graciosamente se asigna a una empresa sin demasiados controles y sin un concurso de antecedentes y sin licitación, una cantidad de obras que se prestan mucho más a la corrupción.

MdH: Pero vos hablabas de Techint y los ferrocarriles y no existían los fideicomisos y estaba la corrupción.

Alberto: Existía este concepto que te decía antes. El concepto de una falsa burguesía nacional que no fue nunca nacional, ahora no tenemos más el cemento Loma Negra, porque nuestros empresarios lo primero que hicieron fue vender. Ha pasado en Santa Fe con la cervecería, ha pasado en todo este país. Estamos por un lado, capitales chilenos, brasileros, si algo no ha tenido el empresariado argentino es ser nacional.



Opiná sobre este tema
Fragmento en audio de la entrevista
(disponible sólo con conexión)
Queremos ser muy responsables porque entendemos que estos dos meses que siguen son absolutamente cruciales y que apostar al fracaso de la empresa terminaría volviéndosenos en contra.
Vamos a ejercer la mayor presión posible para que lo que se haga en estos dos meses no vuelva a ser una equivocación, porque si no, los que van pagar las consecuencias van a ser un millón ochocientos mil santafesinos
Con todas las dudas que tenemos, hemos elegido proponer, porque hoy lo mejor sería que el gobierno cometa la menor cantidad de errores posibles.
De hecho, que se haya sido la Suez es un gran éxito, que el gobierno no haya logrado reprivatizar también es un éxito.
Queremos colaborar para que sea una empresa pública eficiente, con control social, de calidad y para eso hay que reunir determinados requisitos.
Seguramente va a haber presiones para que se retroceda. Esta patria nueva que se está gestando, esta patria de fideicomisos, de Eunekian, de Macri, nosotros no queremos que se vaya para ahí, por eso insistimos en que no haya un operador técnico privado.
Indudablemente, siendo los actores que lo llevan adelante, los mismos que privatizaron, abre para toda la población un margen de dudas que tendrá que develar el oficialismo, no nosotros.

La integración internacional

Nos conectamos con gente de las empresas públicas de agua de Brasil, con Public Citizen, una organización de defensa de los usuarios de Estados Unidos que llevaba adelante la campaña agua para todos, con el Instituto Polaris de Canadá o de Consul Canadian, que llevan una campaña muy fuerte para que Canadá no exporte el agua, que no sea considerada mercancía, con las organizaciones de defensa de los usuarios de Centroamérica, como El Salvador, o los sindicatos de los trabajadores como la Festap de Perú o la Fose de Uruguay, que por supuesto no tiene nada que ver con el sindicato de mi ciudad, que fue absolutamente cómplice de la privatización, como Oscar Barrionuevo del Sindicato de Trabajadores de Rosario o que Rubén Pereira o Lingeri a nivel nacional. Es una excepción a nivel mundial, que los sindicatos hayan apoyado una privatización. Es muy difícil que sea tan traidor como para hacer eso. Y de hecho se ve en la composición accionaria de las empresas, porque el único lugar en el mundo de los lugares en que se privatizó, en que le dieron el 10% de las acciones a los sindicatos -y digo a los sindicatos, no a los trabajadores, porque nunca llegaron beneficios a los trabajadores- fue en la Argentina. Y fue justamente, la forma de coimear, de pagar, esa complicidad con el proceso de privatización.

Participamos de diferentes formas en el Foro de Porto Alegre, en los Foros Mundiales del Agua, en distintos ámbitos a nivel internacional y eso terminó hace dos años, integrándonos primero a la Coalición Mundial contra la privatización del agua y segundo a la Red Vida, que es una red que en América lucha contra la privatización del agua y en función de un modelo público de gestión con participación ciudadana. También tomamos contacto con la Universidad de Greenwich y de Oxford, donde hay distintos espacios técnicos, algunos trabajan para la internacional de servicios públicos, otros para distintas empresas públicas, se hacen estudios comparativos de calidad permanentemente entre empresas públicas y empresas privadas. Vimos que no hay ningún parámetro técnico que compruebe que la empresa privada se desempeña mejor en el saneamiento y esto es por una cuestión muy simple: las ciudades se construyen del centro a la periferia, por lo tanto los barrios donde falta el agua o la presión, donde faltan las cloacas, donde no hay obras de tratamiento, son los barrios periféricos, los barrios más humildes. Y qué pasa si usted le pide a un privado en la lógica del mercado, que vaya a hacer las obras en un sector que no le va a dar rentabilidad, las obras no se terminan. Bueno, ese problema fue acá, fue en Atlanta en Estados Unidos donde la Suez se terminó yendo, fue en Manila en Filipinas y ha sido un problema mundial que no se ha resuelto porque solamente al Banco Mundial se le podía ocurrir como lógica que los privados iban a ser más eficientes en un terreno en el que es imposible que lo sea porque el único que puede tener interés en que las obras se hagan en Santa Rosa de Lima es el Estado, no va a ser ningún privado porque el privado va a buscar renta y entonces busca barrios de mayor poder económico que le puedan pagar las obras y el servicio.

Los mismos señores que fueron parte de la patria contratista, durante la dictadura, después en la democracia fueron parte de la patria privatista y ahora en esta reconversión son parte de los fideicomisos.
¬ Anterior Ir a la Portada Siguiente ®