La ventaja de ser italiano

por Miguel Espinaco

La verdad que me tienta dejar a un lado la pluma, la espada y la palabra y agarrar la calculadora como arma de crítica, pero yo ya lo hice bastante en octubre de 2003 en Cuatro escalones para llegar a la mentira, en junio de 2004 en Qué bonito!!!!! y en noviembre de 2004 en Una quita así de chiquita, ahora les toca a ustedes. Así que saquen una hoja.

Yo les dicto unos ejercicios, así que lo único que les hace falta es una hoja, una birome y una kalkuladora. Escriban:

Tema 1: En Junio de 2004 la deuda externa era de 181.000 millones de dólares, pero al momento del default alcanzaba a 145.000 millones de dólares. La nueva deuda después del supuestamente exitoso canje alcanzaría algo así como 140.000 millones, dólares más o dólares menos, aunque desde Duhalde hasta acá ya se cancelaron en efectivo y por mostrador, unos 10.000 millones. Hallar la quita del 75%.

Tema 2: El diario dice que ahora la deuda alcanza al 80% del PBI, mientras que a fines de 2001 andaba por el 57% de lo que se produce en la Argentina durante un año. Despejar las incógnitas y encontrar el 75% de reducción.

Tema 3: Mientras De la Rua se iba por los techos, el cociente entre la deuda total y la cantidad de habitantes de Argentina daba 3.800 dólares, después del genial canje ese cociente resulta en 3.900 dólares por habitante. Aplicar el teorema Lavagna y demostrar que debemos la cuarta parte.

Tema 4: Este año, después de que les torcimos la mano a los bonistas, tendremos que pagar unos 13.000 millones de dólares entre capitales e intereses y otros 12.500 en el 2006. Sabiendo que en el 2000 se pagaron menos de 10.000 millones y en el 2001 los pagos no llegaron a 11.000 millones de dólares, dibujar con firmeza en un eje cartesiano la función éxito.

Los perdedores

Ahora, mientras ustedes kalkulan y si no les molesta, yo les voy a comentar algo sobre las ventajas de vivir del otro lado del Atlántico, lejos lejísimos de los ruidos vernáculos nacionales y populares.

Acá los críticos critican al gobierno diciendo que este canje pasó al olvido la vieja discusión sobre la deuda legítima y la deuda ilegítima, que ahora está todo más mezclado que antes. Los que dicen eso, están convencidos de que se trata de una discusión entre países, Argentina versus Resto del Mundo, pero resulta que no, hay perdedores y ganadores a todo lo circunesférico del planeta tierra.

Rodolfo Barros cuenta en la revista Veintitrés que "se espera que en abril los nuevos bonos coticen en el mercado a unos 37 centavos de dólar" y que "hay entidades como Merril Lynch que compraron viejos papeles de la deuda en default por 6.000 millones de dólares a unos 26 centavos" así que cuando esta gente venda "habrá ganado más de 3.600 millones sólo por la transacción", y no son los únicos. El magnate mexicano Carlos Slim, que en Argentina es dueño de CTI habría juntado él solito unos 2.000 millones de dólares en bonos defaulteados comprados a precio de remate. No se distraigan con esta cuenta.

Del otro lado del mostrador, no sólo los salarios de los argentinos y los ingresos populares pagarán los platos rotos: "la misma secuencia que afectó a los depositantes en el 2001 se repite ahora con los tenedores de bonos" explica Claudio Katz refiriéndose a los tenedores del montón, en una nota publicada en Argenpress, "quién adquirió un título al 90-100% de su valor en 1998-2000 será empujado a liquidarlo al 35% si necesita el dinero para sobrevivir".

Mirar el problema como una cuestión de deuda legítima y deuda ilegítima puede resultar entonces algo limitado. Lo mismo que les pasó a los ahorristas argentinos en el 2001, les pasó ahora a los pequeños inversores y a los jubilados italianos. Los bancos les enchufaron los títulos que iban a bajar de precio y la situación los obliga a venderlos en el peor momento. Los que saben cuando entrar y salir - como se dice en la jerga bursátil - son los que hacen el negocio, y esos son exactamente los mismos en Italia que los que acá se llevaron los dólares en el 2001 dejando en banda a los ahorristas, los mismos que los traerán ahora para que reverdezcan sus negocios con bonos que rendirán este año cinco veces más que los Bonos del Tesoro de los norteamericanos.

Pero yo no iba a hablar de esto, sino sobre las ventajas de estar al otro lado del Atlántico, sobre la ventaja de ser por ejemplo un jubilado italiano y no un docente santafesino que está actualmente de paro para que le aumenten los sueldos pero que al mismo tiempo se pone contento del exitoso canje de deuda, o a lo mejor el canje ni le va ni le viene, que es casi lo mismo.

Uno puede suponer que esta contradicción está muy extendida si observa que Lavagna - que se postula como padre de esta criatura - aparece alto en las encuestas de opinión, al punto de que la Carrió lo asusta a Kirchner con que le salió un competidor.

Uno puede suponer que existen muchos de estos maestros - y también empleados públicos y también desocupados y también trabajadores con sueldos devaluados - si mira que la "firmeza" del presidente sigue siendo admirada al punto que su mujer lidera las encuestas en la Provincia de Buenos Aires y de que Obeid en Santa Fe, para ganar algo de espacio político, se reivindica kirchnerista, y que eso pasa a pesar de que su lamentable "aumento" a los docentes - cien pesos en negro - está condicionado por un largo sistema de leyes y acuerdos organizados, precisamente, para que Kirchner junte plata para pagar la deuda externa, que ha sobrevivido incólume a este nuevo megacanje.

Los italianos ya se dieron cuenta y han hecho juicios a los bancos y han protestado y protestan, y es fácil imaginarlos mascullando sabrosas puteadas en su idioma natal. Los trabajadores argentinos - muchos trabajadores argentinos, por lo menos - no han tomado nota todavía. Embaucados por los discursos de tribuna y por las frases grandilocuentes, muchos no han notado que les metieron la mano en el bolsillo tanto o más que a los enojados jubilados de la tía patria…

¿Y? ¿Cómo van esos ejercicios? Ya vayan entregando la hoja, que se hace tarde.



Opiná sobre este tema
¬ Anterior Ir a la Portada Siguiente ®