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¿E.(m) P. E. S.A. (mos) de nuevo?

Por Enzo Vicentín

     La Empresa Provincial de la Energía (EPE) de Santa Fe es el único servicio público de importancia que todavía está íntegramente en manos del Estado provincial. Eso y decir que ha sido la única empresa estatal que no cayó ante la ola privatizadora de la década de los '90, es lo mismo. El camino marcado por la teoría del achicamiento del Estado con el correspondiente agrandamiento del mercado se aplicó en Santa Fe durante los gobiernos de Reutemann y Obeid (si, el mismo) privatizándose el Banco Provincial (entregado a los hermanos Rohm);
la DIPOS, que controlaba el servicio de agua y cloacas (entregada a un consorcio en el que manda la empresa francesa Suez); las rutas y autopistas; y así la lista podría seguir. La EPE, sin embargo, ha permanecido hasta ahora dentro del Estado a pesar de los reiterados proyectos para privatizarla (aunque hoy está vigente una ley provincial que dispone la venta de sus activos; ver el recuadro "un hibrido"). Digo "hasta ahora" porque esos proyectos privatizadores vuelven a sobrevolarla de la mano de Jorge Obeid.

     La semana pasada, en un encuentro que mantuvo con cooperativas eléctricas de la provincia, el actual gobernador de la provincia manifestó su intención de enviar a la Legislatura un proyecto de transformación de la EPE, que la convertiría en una sociedad anónima con mayoría de acciones en manos del Estado. Las fuertes repercusiones que generó dicha propuesta en los demás sectores involucrados alrededor de la Empresa Provincial de la Energía obligaron aclaraciones por parte de Obeid, que se preocupó por repetir que la transformación de la EPE "será dentro del Estado", aunque luego dijo como sin importarle que "le da lo mismo que la EPE sea una Sociedad Anónima que una Sociedad del Estado, mientras la mayoría de las acciones las tenga la provincia" (sic, por ahora).

     En diálogo con el Mango del Hacha, Horacio Bello, presidente de la Asociación del Personal Jerárquico de la EPE (A.P.J.E.P.E),

"Un hibrido"

     "En estos momentos la EPE jurídicamente es un hibrido, porque tiene derogada su ley orgánica (ley 10.014) en cuanto a lo organizativo, y además está vigente la ley 11.727 que es la de privatización (sancionada al asumir Reutemann en el 99) que dispone la intervención de la EPE y la venta de sus activos. Entonces está esa ley pero no se cumple, y en los aspectos organizativos se siguen aplicando puntos de ley 10.014, que está derogada. Por eso es un hibrido. Si vamos a tenor de la ley podríamos decir que hoy se está incumpliendo con la ley que ordena la venta de la empresa" explica el Ing. Bello.

     Es decir, leguleyamente, la EPE hoy está privatizada. O por lo menos está la orden de avanzar en su privatización. Orden que sigue vigente aunque no se aplique.

manifestó que a la propuesta del gobernador "nosotros no la vemos como un intento privatizador" porque "confiamos y creemos en lo que dijo Obeid", pero "lo que nos preocupa es que puede ser la puerta de entrada para una eventual privatización". Sus palabras expresan una mezcla de confianza y desconfianza a la vez. Por dónde pasa la confianza que se puede tener en Obeid, sería la primera cuestión. El Ing. Bello separa las intenciones de Reutemann y Obeid con respecto a la EPE ubicándolas en coyunturas diferentes: "Los escenarios son totalmente distintos uno de otro, cuando Reutemann asume su última gobernación el escenario nacional era uno: dólar uno a uno, cambio de conducción de partidos a nivel nacional, las privatizaciones argentinas en su apogeo; Reutemann asume ya diciendo que va a privatizar la EPE, tanto es así que la primera ley que saca es la ley de privatización de la EPE. A mitad de su gestión ocurren los incidentes de Diciembre de 2001, devaluación, cambio de gobierno nacional, y es cuando el modelo neoliberal impuesto por el menemismo hace su crack al caerse el último bastión del modelo que era la ley de convertibilidad. Esa fue la realidad de Reutemann, completamente distinta de la realidad de Obeid. Obeid asume su gobierno diciendo que no va a privatizar la EPE, que la va a transformar dentro del Estado; el entorno nacional es completamente distinto, ya no hay esa voracidad extranjera por traer su plata a Argentina para hacer pingues negocios".

     Obeid no solo promete no privatizar la EPE, sino que mostrando reflejos kirchneristas al asumir (actitud que por otra parte de nada sirvió por ejemplo con los inundados, ya que no se puede fingir comprensión y diálogo con los afectados por el agua cuando lo que se encubre es continuar con la impunidad que sostuvo Reutemann) convoca a todos los sectores al diálogo para proponerles una EPE distinta. Bello dice que "a nosotros se nos convoca, estuvimos de acuerdo con esa idea de transformar para mejor la empresa y por lo tanto arrancamos muy motivados con ese proceso". El cambio en la intervención de la empresa también generó expectativas, la salida de Antonio Caro y la llegada de Luis Obeid "marcó una línea de quiebre importante respecto al estilo de conducción de la empresa" según Bello.

     La intervención de Caro al frente de la EPE fue una etapa muy pero muy oscura. Caro llegó de la mano de Reutemann, como se dijo anteriormente, con la misión de privatizar la EPE para convertirla en una empresa más eficiente y con tarifas más bajas. Su administración fue señalada recurrentemente por irregularidades: en el manejo de las compras directas y licitaciones (a fin del año pasado se destaparon un par de casos de corrupción con respecto a este tema),

Compromisos asumidos

     Hace unos días se publicaron en la prensa local una serie de cartas entre el Banco Mundial y Carlos Reutemann (en su momento gobernador, ahora senador nacional). En dichos documentos, el banco se compromete a mantener una línea de créditos para la provincia a cambio de que esta continúe realizando las "reformas estructurales" que tan bien venía llevando a cabo durante los '90. Por reformas estructurales léase, entre otras cosas, privatizaciones de empresas de servicios públicos. El banco expone en una de sus cartas que las reformas estructurales en Santa Fe estaban bien encaminadas (y claro, después de regalar el Banco Provincial y la Dipos, estaba todo fenómeno) pero faltaban profundizarlas aún más. Leáse, privaticen la EPE. Reutemann contesta que su gobierno está dispuesto a acceder a ese pedido (de la mano de Mercier, su ministro de economía, hoy senador provincial).

     El problema es que Reutemann no consiguió privatizar la EPE y por lo tanto ante el incumplimiento del compromiso asumido, el Banco Mundial hoy está trabando la última parte del crédito habilitado en el 2001, fijada en 130 millones de dólares, para la administración de Obeid. La sorpresiva propuesta de Obeid de que la EPE se convierta en una SA fue interpretada por algunos como un guiño al Banco Mundial. No parece nada descabellado pensar que Obeid quiera vender la empresa a cambio de un crédito. Si cuando hay compromisos asumidos, un peronista como el "turco" cumple. Como cumple Kirchner con el FMI.

por acomodos de sus amigos en la empresa, o por un hecho paradigmático y paradójico: el mismo Caro era propietario de un edificio en la ciudad de Rosario que estaba "enganchado" en su totalidad, es decir que un edificio propiedad del interventor de la EPE ¡robaba energía! Independientemente de toda la trama de corrupción que atravesó la gestión de Caro, lo cierto es que él desembarca en el 99 con todo a favor para privatizar la empresa. ¿Por qué fracasa el proyecto? "La privatización no se pudo completar primero por incapacidad del mismo Caro y todo su equipo, porque ellos tuvieron dos años para privatizar la EPE y no lo hicieron, y segundo porque después de esos dos años los arrastró la crisis argentina y el proyecto así fracasó" dice el Presidente de la A.P.J.E.P.E, asociación que ha sido sumamente crítica de la gestión de Caro no solo por las denuncias de corrupción sino también por llevar adelante un estilo autocrático de conducción, dejando sin dialogo a los trabajadores de carrera de la empresa. Tal vez por eso hoy, con la nueva intervención, se manifiesten expectantes por la receptividad que encuentran en la cúpula de la empresa a sus opiniones e ideas.

     Del lado de la confianza están las palabras y los gestos. "Nosotros confiamos en que Obeid dijo 'yo no la quiero privatizar' y estamos seguros que eso va a ser así en estos 4 años. Pero no sabemos qué va a pasar después de los 4 años de Obeid. El ya no va a ser gobernador, el que lo reemplace puede ser cualquier persona y no sabemos cuales van a ser sus intenciones" expresa Horacio Bello, resumiendo esa sensación que uno tiene. Del lado de la desconfianza está la decisión de Obeid de proyectar una EPE. S.A. "Para nosotros fue un baldazo de agua fría, porque creíamos que la transformación de la EPE se iba a hacer más allá de la figura jurídica que tenga la EPE, se iba a hacer pensando en la gente". Si bien Bello cree que lo primero que el gobierno tendría que discutir con los sectores implicados en la empresa es cómo hacer una empresa más eficiente y no qué figura legal darle a la EPE, es decir dejando en un segundo plano el marco jurídico, él se preocupa por aclarar qué perfil tendría que tener la empresa y por lo tanto, qué figura jurídica es la más conveniente: "lo mejor sería que la EPE vuelva a ser un ente autárquico como lo era antes de la ley privatizadora de Reutemann, o cuanto más una sociedad del Estado, que garantizaría que los capitales privados no puedan entrar en ella".

     Entre el discurso y la acción (aunque es bueno aclarar que por ahora el proyecto privatizador son solo palabras), la contradicción cada vez mas evidente del gobierno provincial en sus políticas alimentan desconfianzas que no pasan desapercibidas para el personal jerárquico de la EPE. Bello aclara que "por ahora de parte del gobierno son buenas intenciones (…) pero el día que empecemos a notar que las intenciones no son las mismas obviamente lo haremos saber y de ser necesario pegaremos un portazo y nos iremos".

     La política de Obeid respecto a la Empresa Provincial de la Energía, expresada durante su campaña, o en su bonito discurso de asunción ante la Legislatura, podría estar entrando en la lista de promesas que se vuelven traiciones. Obeid dijo que quería derogar la Ley de Lemas, todavía no lo hizo. Obeid dijo, al crear la secretaría de Derechos Humanos a cargo de Domingo Pochettino, que justamente los derechos humanos eran una deuda pendiente que se tenía que cerrar. La impunidad en Santa Fe: muertes de diciembre de 2001, responsables de las inundaciones de Abril pasado, etc. sigue tan vigente como antes. Obeid prometió la revolución educativa, y hoy los maestros se tienen que conformar con monedas. Obeid prometió no privatizar la EPE. No hay ninguna garantía, viendo los hechos y no las palabras, para creerle. Los hechos, y no las palabras.



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