El Mango del Hacha

Colaboración

Miguel no te puede mandar un mail invitándote al cumpleaños y listo. Al tipo le dan ganas de contar y cuenta lo que pasó en las elecciones allá lejos, en el chaco salteño. Con los recortes necesarios para evitar que todos los lectores de la revista se consideren invitados al cumpleaños de Miguel – y con el permiso del autor - publicamos este escrito que realmente vale la pena.

La importancia de la democracia burguesa (al menos, en Morillo)

por Miguel Ángel Boasso

Coronel Juan Solá  (o Estación Morillo) es un pueblo en pleno chaco salteño. Es uno de los tres municipios del Departamento Rivadavia de la Provincia de Salta. Este departamento es el que está al Este de la provincia limitando al este con Formosa y Chaco, Santiago del Estero al sur, y con Bolivia y Paraguay al norte.

El Río Bermejo corta el departamento en dos, y es común que se hable de Rivadavia Banda Sur y Rivadavia Banda Norte (margen derecha e izquierda del río, esto es así aunque en los papeles, el departamento es uno). En Rivadavia banda sur, el municipio es el homónimo al Departamento, la localidad de Rivadavia, y le sigue en importancia La Unión; en banda norte están los Municipios de Santa Victoria Este y Morillo. S.V.E. al norte (sobre el Pilcomayo y a kilómetros de Bolivia y de Paraguay, donde se hace todos los años el festival tri-chaco, en alusión a la triple frontera, hecha realidad por el río y por la especie humana, aunque ésta misma se encarga de hacer aquella difusa, variable y engañosa a veces, protectora otras y cruel y distintiva siempre. Las fronteras existen y para eso fueron inventadas: para dividir y para construir otras formas de vida. Bueno, aquí hay de eso, y tres a falta de una).

Pongamos la lupa en Morillo: hace 16 años que el intendente de este importante pueblo para la región es Miguel Atta Gerala; el senador del Dpto. Rivadavia es Mashur Lapad, oriundo de Morillo (Mashur es presidente del senado, es decir que es la tercera autoridad en la provincia de Salta).

En las elecciones a intendente, diputados y senadores provinciales del domingo 10 de abril de 2011, Atta perdió la intendencia de Morillo, las urnas dieron ganadora como intendenta a Marcela Carabajal, una maestra que fue llamada a la política por el Rana Villa, actual diputado provincial que disputó el cargo de senador a Mashur, y que perdió por pocos votos a pesar que su candidata (Marcela) ganó la intendencia por ... 38 votos! Que una mujer será la intendenta de un pueblo del chaco salteño ya es un signo de cambio. Así de entrada, todo indicaría que hubo corte de boleta (votaron a la mujer y no al candidato que la propuso, el Rana Villa), sin embargo no fue así. El Rana Villa ganó en el municipio de Morillo, pero no le alcanzó porque perdió en los otros dos (Sta. Victoria Este y Rivadavia) y Mashur renovó su banca de senador.  Aunque hay que aclarar que sí existió corte de boleta, al menos en Morillo, pero a favor de Marcela y en contra de Atta; un secreto a voces en el pueblo es que fue así porque las dos listas a concejales de Atta estaban peleados y ambas decían ser las oficiales. Y don Atta cometió el error de no respaldar a ninguna, esa grieta le costó la continuación de su obra por otros 4 años más.

Como ya pudieron leer, en el Dpto. Rivadavia hay 3 municipios, y estos recogen los votos de otros  pueblos más pequeños y decenas de puestos, parajes y comunidades aborígenes que votan...a tres intendentes y sus concejales y por supuesto los demás cargos.

Ni numéricamente ni cuantitativamente las elecciones en el departamento Rivadavia mueven el votómetro salteño, mi intención es contarles algo de las elecciones en Morillo y al final invitarlos a mi cumpleaños. Pueden seguir leyendo o ir directamente al final, lectura e invitación son independientes.

Entonces, volviendo al chaco salteño: es zona de frontera, alejado de los centros urbanos, con poblaciones pequeñas (300 a 500 habitantes), con parajes y puestos de campesinos que viven sin luz eléctrica y toman agua de pozo calzado, con comunidades aborígenes distribuidas en todo el territorio, y si bien no todos tienen documento, la mayoría de ellos vota. El Dpto. tiene 25.740 km2 y 27.370 habitantes, o sea, aquí lo que sobra es espacio. Y claro, si hablamos de espacio tenemos que hablar de uno de sus planos que es el que pisamos: la tierra. Y la tierra en el chaco está habitada por los que viven y trabajan en ella, pero que deben soportar el asedio de la justicia de la democracia actual porque los quieren desalojar, porque algún pool de inversores compró unas miles de hectáreas para ver qué tal anda la soja o algún otro monocultivo o simplemente para invertir; o bien la titularidad de las tierras están a nombre de algún heredero patricio, o heredero a secas. Y claro, en esas miles de hectáreas los pobladores que viven y trabajan en ellas desde hace siglos luchan para que les otorguen la titularidad a ellos. Y es una lucha que los incluye en la democracia actual: era la oportunidad de sacar a Atta de su feudo, y lo hicieron.

En Morillo ganó la lista “opositora” y todos hablan que se viene “el cambio”. Un dato no menor: hubo tres listas, dos que adherían al actual gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey: la lista de Marcela Carabajal y la lista de Atta Gerala, el gran perdedor;  la tercera lista de Rolo Aranda levantaba la figura de Walter Wayar (ex vice gobernador de Romero que, en las elecciones a gobernador y corriendo con el caballo del comisario en 2007 perdió por escasísimo margen con Urtubey, quien esta vez -4 años después- sacó el 58 % de los votos!, y W.W. versión 2011, apenas un 15 % detrás de Manolito Olmedo, el zar de la soja que sacó el 25%).

El dato es el dicho antes: 16 años en una intendencia no es poco. Atta Gerala dominó la región con la astucia de los conservadores de principios de siglo XX: apretando, regalando, comprando, prometiendo, incumpliendo y volviendo a prometer. No es de extrañar ya que en todos lados es así, sólo que aquí fue alevoso y sin ningún eufemismo se ofreció dinero en la mano a punteros de la lista, a la postre, ganadora, hubo aprietes y vigilias de varias noches en puestos y comunidades antes de las elecciones para convencer con chapas, colchones, motos, televisores, bicicletas, cable TV, internet banda anchísima, vuelos interplanetarios, becas, entradas para ver al chaqueño Palavecino y a Jorge Rojas en los próximos cinco festivales del tri chaco, y quién sabe cuánto más. Mientras que la otra lista, finalmente ganadora, se movilizaba a pulmón y con mucha voluntad y apoyo popular, en muchos casos sin hacer pública su opinión.

¿Cómo es posible tanta alevosía? ¿Es porque en el chaco hay pobres y eso facilita la compra de voluntades?

La pobreza es una característica que puede y debe discutirse. ¿Quién es pobre? Se puede leer la definición del INDEC que explica la pobreza en base a las necesidades básicas insatisfechas (NBI), pero ¿quién dice cuáles son las necesidades básicas insatisfechas? Y allí viene el asunto, se define la pobreza desde la cultura dominante, hegemónica e impositiva del capitalismo: el que no tiene ingresos suficientes para abastecerse, reproducirse y sostener su cría, es pobre.

Desde esa definición, el chaco es una región con muchos pobres. Yo creo que es así, y también creo que es así porque mi formación cultural es de la cultura dominante, y me parece mejor aportar a la discusión de la pobreza asumiendo desde qué lugar lo hago; o sea,  como dijo el filósofo Diego A. Maradona, me hago cargo de lo que digo.

En mi opinión, el mundo moderno (incluyendo su variación de la posmodernidad, o sobre modernidad, o como quiera llamarse este tiempo que vivimos en el siglo XXI) está gobernado por el capital. A pesar que parece una obviedad, es necesario escribirlo y aclararlo. El mundo actual es capitalista. La riqueza mundial es generada por capitales privados que explotan a millones de trabajadores, allí y con esos millones de brazos, piernas y cabezas se genera la riqueza mundial;  los estados nacionales, devenidos en oficinas de los inversores, sólo pueden (y hasta deben hacerlo según las constituciones) tratar de administrar esa riqueza. A veces lo hacen de una manera, otras veces de otra, y suelen intentar diferenciar esas maneras con nombres pomposos de “modelos de inclusión”, “de desarrollo”, “de políticas públicas”, y así al infinito.

Son distintas formas de presentar lo mismo: incluir es atraer a aquellos que aún no han entrado al sistema y explotarlos salvajemente durante una generación; desarrollo implica que unos pocos hacen negocios con las multinacionales con las reglas...de las multinacionales, de tal manera que esos negocios dejan mucha plata a pocas personas; políticas públicas puede ser por ejemplo la asignación universal por hijo, y con ello lograr que miles de niños coman, se pongan fuertes y aprendan en la escuela sarmientina a respetar los símbolos patrios, la selección nacional y que las malvinas son argentinas, y se preparen...para ser explotados por algún terrateniente o inversor que les pague un jornal de 6 dólares por 8 horas de trabajo. O sea, hay indicios para sospechar que el mundo moderno es eso: capitales en manos de privados que son manejados y movidos desde los estados modernos, que, dicho sea de paso, también pueden ser estados capitalistas e invertir en otros lares, para dar mano de obra claro, y así abonar el movimiento de capitales, que es lo importante para que el sistema funcione.

En el chaco salteño no hay industrias, por lo que no hay explotación de brazos, no hay transformación de materiales, y el trabajo no toma la forma capitalista, esta puede ser una de las causas por las cuales no se genera riqueza, es decir, abona el terreno para que haya pobres. El Coronel Juan Solá (o Sola, ya que lo he visto escrito con y sin acento), quien le dio el nombre al pueblo, fue el conquistador de la zona, en la continuación hacia el norte de la llamada campaña del desierto; Estación Morillo es el nombre de la estación de ferrocarril, recordando el sacerdote católico que estuvo muchos años en el pueblo evangelizando y entreteniendo a los fieles con la palabra de dios. O sea que aquí también llegó la generación del 80 y la mano de los conservadores el siglo pasado, pero Don Henry Ford no vendió ni un solo Ford T, y además y no menos importante, aquí la campaña del desierto no tuvo la eficacia que pudo esgrimir en la pampa luego gringa y en la Patagonia luego inglesa-escocesa-galesa, donde prácticamente no quedó un indio; en el norte argentino los indios y criollos fueron la necesaria mano de obra para los obrajes en el monte y en los ingenios azucareros, y esa puede ser la otra causa de la pobreza en el chaco salteño: la explotación ha sido tan feroz que es comprensible que los  descendientes de los explotados se pregunten:  ¿Esto es el progreso? ¿Esto  es trabajo?  Y comprender después que se respondan: no gracias, prefiero el monte y sus frutos y unas cabras y vacas, con eso estoy mejor. Aún sin luz eléctrica.

Sin embargo, no es así. Tengo motivos para pensar que sí quieren entrar al mundo del trabajo, en el concepto moderno de la palabra. O sea, entrar al mundo del capital. Y quizás no sólo porque no avenirse al capital es ser vago y no querer progresar.

Bueno pero, ¿En qué quedamos, hubo o no hubo explotación? Sí, claro que hubo y hay, y de las más feroces y alevosas; la recolección de poroto se hace a mano, y los ingenios aún no incorporaron la robótica, sucede que ambas actividades se dan en departamentos vecinos (San Martín, Orán, Anta) y la gente migra en épocas de recolección, es decir que, en todo caso, la transformación de la materia prima no queda en Rivadavia.

En la Patagonia tampoco dejaron indios vivos, e invadieron y se repartieron las tierras de a miles de hectáreas. Y también son, como el chaco, tierras limitadas para la agricultura. ¿Hay pobres en la Patagonia? No lo sé. Pero veo que ya el Word la pone en otro lugar, al menos la versión con la que estoy escribiendo: Patagonia está predeterminada con mayúscula, el chaco salteño no.  A ver chaco?, no, tampoco. Bueno, esto no quiere decir mucho, es demasiado subjetivo. Volvamos. La pregunta queda planteada como un trabajo práctico de la discusión general acerca de la pobreza.

En el chaco salteño hay, sí, otra riqueza, pero eso es otra historia. Me refiero al pulmón natural y ecológico que son los millones de hectáreas de bosque, maltrecho y disminuido, pero aún impactante por su extensión y belleza. Como se sabe, gran parte de esa riqueza ya se la llevaron, sucede que los inversionistas se olvidaron de derramar alguito para la gente y nada dejaron; y los políticos de turno, tal como se dijo antes, oficiaron de socios y cobraron su servicio.

También está lo que suele llamarse capital cultural, poniendo el foco en las varias etnias que habitan el departamento, que, entre otras cosas además de resistirse con diversas formas a entrar de lleno al progreso y al desarrollo (aclarando que con su capital cultural no pueden, ya que no cotiza en ninguna bolsa), además de eso, tienen la pretensión de  hablar su idioma, que no es el español.  Ahora son llamados pueblos originarios, una concesión hipócrita que hace el sistema para reconocer que son un pueblo y que además, son originarios, sin embargo, siguen siendo estigmatizados, discriminados y arrinconados en lo que queda de un monte degradado y explotado con métodos capitalistas, y por supuesto sin darles la titularidad de tierras, aún, a los chaqueños –aborígenes o criollos- que construyeron y construyen su vida en el chaco.

Dicho sea de paso, cuando el año pasado un grupo de aborígenes del NOA concluyeron una marcha hasta la casa rosada para pedirle a la presidenta por sus derechos como pueblos originarios, ésta los recibió y les dijo que sí, que todo bien con la cultura diferente, pero que también son ciudadanos argentinos por sobre todo y que tienen además de derechos, obligaciones como tales. O sea: muchachos, todo bien, pero pónganse el overol y vayan a trabajar.

Entonces, desde esa mirada, con el análisis de la cultura dominante y poderosa, la gente aquí es pobre. No voy a relatar casos particulares que conozco, simplemente trato de aportar una opinión desde lo general, y con ese marco capitalista definido como hegemónico e imperativo, que por supuesto llega hasta el último rincón del planeta y Morillo no es la excepción, aquí no hay generación de riqueza porque, en el presente,  no hay industrias, no hay medios de producción. Es decir, para bien o para mal, la explotación de mano de obra en el mismo departamento Rivadavia no toma la forma industrial, moderna,  que es la generadora de riqueza.

Sin embargo o en todo caso por eso mismo, el sistema llega con mayor virulencia que en otros lados, y la pobreza aparece a veces disfrazada, como en las ciudades o en otras regiones, además.

Pero para que quede claro y se entienda mi opinión: si un sujeto, para cobrar un subsidio estatal  que le alcanza para vivir una semana se ve obligado a firmar un papel que dice que él es discapacitado, cuando no lo es; si por no firmar debe vender su fuerza de trabajo por un dólar la hora, al rayo del sol y sin comida, si además a veces es rehén de su patrón –privado o estatal- a un nivel de sumisión; si un sujeto no tiene agua en su casa, no tiene baño, si apenas tiene ropa para ponerse, si no tiene obra social y su familia depende del hospital público que atiende a todo el municipio con escaso personal y medios, ¿hay dudas que es pobre? ¿O vamos a empezar con la cuestión de los progresistas que sostienen que la pobreza es externa pero son ricas culturalmente? Mi impresión, subjetiva y discutible por supuesto, es que no. Son pobres. Y además, y también desde mi percepción, ellos lo saben y lo sufren.

Bien, habiéndome permitido escribir sobre la pobreza y más o menos dejar aclarada mi opinión del tema, volvamos al título.

¿Significa un cambio el triunfo de Marcela Carabajal y la derrota de Atta Gerala en el municipio de Morillo?

Sí, porque se rompe con una forma de hacer política que es nefasta y lindera con la delincuencia (aceptando que la democracia se avala a sí misma y que la imposición del método de votar no es delinquir).

Y sí también, porque obliga al chaqueño a avenirse a la discusión, al debate (ojalá que a su máxima expresión, la dialéctica). Ahora, más que antes, debe demostrarse asimismo que es capaz de integrarse al sistema pero desde otro lugar. Si es que así lo decide, o bien, enfrentar al sistema con los métodos que ellos mismos decidan. O hacer nada, que siempre es una alternativa. Aunque por lo que he captado en el monte, hay ganas de pelearse y discutir.

Lo que cambió en Morillo y alrededores es la tendencia a integrarse o desintegrarse como grupo humano.

Y no, no significa un cambio. Porque, obviamente, todos son peronistas. No sólo las tres listas sino que sospecho que los votantes también. Admito que, pese a  mi intento de entender el peronismo desde una lectura no marxista para tratar de responderme preguntas como ¿Qué es el peronismo?, o simplemente para entender mejor la segunda mitad del siglo XX; pese a mi esfuerzo, aún así, me quedan muchas dudas. No me preocupan mis dudas, al contrario me alientan, porque me ha llevado al terreno de la filosofía, y allí estoy entendiendo por ejemplo que movimiento justicialista, palabras con las cuales el líder definió su marca registrada en la política nacional, son aprehendidas por sus creyentes como que eso es una entidad ontológica, que existe “per se”, y así aprehendidas, pasan a ser valores absolutos que no exigen discusión ni crítica ni debate, digamos que es un axioma. El movimiento justicialista existe, es bueno y nos dará lo que queremos, y punto. Y claro, el ser humano quiere creer, necesita anclas, puntos de referencia, y así el peronismo te brinda la posibilidad de creer que las cosas cambian, que se mueven (movimiento) y que la justicia existe. No es poco che.

Aquellos que no somos peronistas,  ni radicales, ni de otro partido político (que es como ser peronista pero devaluado), aquellos que no creemos en dios, aquellos que tenemos muchas cosas menos gentilicio, los que creemos que la justicia es una creación humana y por lo tanto mutable, variable, temporal, hija de una inecuación y madre de otra desigualdad, aquellos que no podemos ser peronistas por una cuestión existencial que nos supera y nos puede....¡¡sentimos mucha envidia hacia los peronistas!!. Porque, ¡qué lindo debe ser creer que la única verdad es la realidad!, ¡ir de la casa al trabajo y del trabajo a la casa!, ¡desensillar hasta que aclare cuando se tienen dudas!, saber que cuando nos peleamos es porque nos estamos reproduciendo, como los gatos!,  o sea, ¡¡en el peronismo sí que se coge! ¡¡Qué maestro Perón!! Se imaginan sentir que, para un creyente de Jesús de Laferrere no hay nada mejor que...otro creyente en Don J.de la F., sentir  y creer que Cristina nos defiende junto a los camioneros y jueces de la corte!, que de verdad estamos todos juntos e incluidos en el modelo liberador y superador!, ir feliz a una movilización a plaza de mayo y comerse un choripán con vino toro (como la presidenta), sentirse uno más en la multitud tarareando sólo le pido a dios! Comprender y acordar con la expresión “mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar”, qué lo parió! Otra que Umberto Eco!... ¿Me habré equivocado al empezar por Marx en vez de los libros del General? ¿Ahora ya cagué? La puta madre, cómo los envidio a los peronistas!!

Desde mi comprensión a la fecha, el peronismo es lo máximo, lo superlativo en demostrar que produce y provoca cambios...para que nada cambie. El peronismo es el único partido político (en Argentina) que logra encolumnar a los trabajadores para que sean explotados y así, la riqueza que producen se la lleven los capitalistas. El Movimiento Justicialista es un socio imprescindible para el capital.

El peronismo, por ahora, es un producto nacional, pero no descarto que se exporte para competir con otros partidos nacionalistas burgueses que, como él,  penetran la mente humana con una combinación de demagogia, verticalidad con mano de hierro y fascismo paternalista logrando la superestructura necesaria para el objetivo buscado: ser gobierno legalizado por el pueblo para gestionar y garantizar la continuación del sistema capitalista.

La renta generada por el copyright del Manual del Peronismo integrará el PBI de Argentina y se repartirá entre los argentinos, que, en ese tiempo, todos serán peronistas y tendrán la netbook con el software cargado con el manual. Hasta allí llego. No me corresponde siquiera imaginar el menú de imágenes y personalidades ilustres que lo integrarán. Apenas si imagino la presentación con los goles de Maradona a los ingleses  y el del Chango Cárdenas en el 66. Música de fondo: temas de Mercedes Sosa, la más comunista de todas, y por supuesto Gardel, León Gieco, Fito Páez, Tita Merello, y los textos de Jauretche y como un preludio a la filosofía del general Perón.

Bueno, vamos cerrando esto. Si recordamos (y acordamos, o por lo menos tenemos en cuenta que en mi discurso así lo he definido y presentado para su discusión) que en el chaco salteño no hay fábricas, es fácil concluir que el Estado Municipal reemplaza a aquellas en el manejo de los recursos de la zona. Esto es clave, en términos marxistas, es la estructura de la zona, con lo cual se abre un interrogante: ¿Qué peronismo será el de Marcela Carabajal? ¿Será el peronismo de Perón? ¿El peronismo de derecha? ¿El de Montoneros, que dice ser de izquierda? ¿El de Menem? ¿Será el peronismo de la actual presidenta? Y para la zona de Morillo, la pregunta más importante: ¿Podrán las organizaciones campesinas que apoyaron a Marcela lograr que desde el municipio se frene la ley de desalojos e impulsar una ley que les dé la titularidad de las tierras a los puesteros criollos y comunidades aborígenes?

Mi deseo es que los chaqueños logren la  titularización de sus tierras. Son gente honesta, responsable y hacedora de riqueza. Mi deseo es que esa riqueza se quede allí, en el chaco.

Por mi parte, los ayudo en lo que puedo, no cumplo ninguno de los mandamientos peronistas y trato de aportar metiendo palabras que dejan dudas. Y de esas tengo de sobra.

Por lo demás, aprendí a poner velas a Jesús de Laferrere y tratar de comprender su oda a la ironía sobre los dichos del general... que me dice... PJ es ...peronismo y a joderse!!!

Miguel Angel Boasso - Desde Morillo City -Rivadavia – Provincia de Salta

Epílogo antes de la invitación.

Esto que escribí, fue escrito por un sujeto que tuvo y tiene acceso a ser explotado, que vivió en una casa en la que, abría la puerta y accionando una llave mágica, se encendía la luz, abría la canilla y salía agua fría o caliente, que entró al mundo del trabajo desde joven y que creyó en algo.  Ahora recuerdo eso con nostalgia y estoy, de a ratos, feliz y de acuerdo conmigo. Y eso no es poco.

Hace poco tiempo conversaba con un hombre de campo, puestero y con un caballo y unas vacas como todo capital, y como hago las veces que puedo, expuse mi discurso materialista dialéctico, el hombre me escuchó, hubo un silencio, y después me dijo: si, puede ser como usted dice, pero yo quiero que mi hijo sea explotado por una empresa.

El mundo chaco es otro mundo, diferente y distante al mundo soja, industrial y desarrollado. Me da la impresión que aún hay capitalismo para rato porque aún hay brazos disponibles que esperan entrar a la modernidad. Si en definitiva la función del peronismo es esa: lograr que las masas argentinas accedan a ese primer escalón capitalista, pues vamos con el cambio para que nada cambie!

Si no es así, si el peronismo sigue con su tendencia de entusiasmar al pueblo para que revolee el poncho y vaya por sus derechos y luego cuando el pueblo va por ellos no acompañan como partido mayoritario que son y con el poder que ello implica, si no lo hacen con el puño cerrado como en sus arengas de campaña, si las netbook para los niños son el caramelo para que entren al kiosko a comprar, si en Morillo en estos años de apogeo peronista en la Argentina y en Salta no entregan las tierras a los chaqueños que vienen pidiendo y luchando por ellas desde hace décadas para que hagan lo que ellos quieran con sus tierras..., si no es así....¿qué?


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