Hoax

por Miguel Espinaco

En Internet está todo.

La frase es casi cierta si uno omite que no puede encontrarse por ningún lado una foto de Seguro Silva, ni datos precisos sobre la edad de Mirtha Legrand, ni algunos otros pocos secretos celosamente guardados. Pero lo demás sí está.

Recetas impensadas, opiniones de todos los colores, versiones y reversiones de cosas que pasaron y de otras que no o que más o menos, el nombre del actor que tenés en la punta de la lengua y no te sale, el pronóstico meteorológico para pasado mañana en Manila, la programación del canal Volver, las fotos de Britney sin bombacha, la distancia de Venus a Mercurio y la medida exacta de una milla náutica. Todo eso y mucho más pero claro, como nada es perfecto, entre tanta bonita información navegan entremezclados los hoax.

En inglés hoax significa engaño, justamente porque es un intento de hacer pasar gato por liebre, de hacer creer a un grupo de personas que algo que es falso es real. Para repetir lo escrito en Wikipedia, digamos que "a diferencia del fraude el cual tiene usualmente una o unas cuantas víctimas y es cometido con propósitos delictivos y de lucro ilícito, el hoax tiene como objetivo el ser divulgado de manera masiva haciendo uso de los medios de comunicación, siendo el más popular de ellos en la actualidad Internet y no suelen tener fines lucrativos o no son su fin primario".

Cuenta esta gente que el primer hoax nació por el 94 junto al primer spam, y cuenta que se llamaba Good Times, aunque no parece tener nada que ver con Binner. "¡Cuidado! Si llega un mensaje titulado 'Good Times', simplemente leyéndolo, el virus malicioso actúa y puede borrar todos los contenidos del disco duro", dicen que decía y yo bien que les creo, porque por estos días me llegaron unos cuantos que decían casi lo mismo.

De cualquier modo, los hoax en los correos electrónicos son harto conocidos. Hemos visto de a miles los que hablan de virus informáticos como aquel precursor, pero también nos han contado sobre riesgos que corremos los mortales cuando vamos al cine o cuando usamos el microondas, o nos han enviado cadenas que si no cortamos nos darán la salvación eterna, o supuestos mensajes de empresas que prometen darle plata a alguien con cada reenvío, o leyendas urbanas, o métodos para ganar dinero facilísimo, o denuncias que quién sabe.

Un hoax político

Llegó a mis manos un poco tarde. Investigando, me di cuenta que llevaba un tiempo largo en la red, pero eso al final terminó haciéndolo más interesante. Ocurre que quien me lo había pasado me lo pasó como novedad, prueba de que el engaño seguía funcionando todavía como rebote de un viejo engaño, como eco que sobrevive en la red, agazapado, que sigue allí a la caza de más y más incautos.

Es posible que la cercanía de las elecciones lo haya hecho resucitar. Digamos, antes de seguir, que se trata de un hoax antikirchnerista, lo que podría convertir a esta nota en una nota oficialista pero ojo, me ampararé en el parafraseo de Lenin y propondré entonces que disparemos contra el hoax fascista sobre el hombro de Kirchner. Porque no hay ninguna duda de que se trata de un hoax, ni hay duda de que su orientación es un poquito fascista, ni tampoco de que es muy original, porque el engaño esta vez reposa no en lo que se dice, sino en el quién dice lo que se dice.

La velocidad de propagación hace que los mensajes viajen rápido pero sería un error suponer que esa velocidad técnica es suficiente. Que el hoax debe ser creíble - o sea que esté construido sobre lo que el imaginario del receptor está dispuesto a considerar creíble - es una condición necesaria para su propagación, pero no suficiente. Su velocidad depende también de si aparece escandaloso o conspirativo, dos necesidades para un hoax que se precie de tal. Y este lo es, y quizá por eso ha sido clonado en tantos foros y en publicaciones virtuales que han citado una fuente inexistente sin preguntar nada.

El formato de presentación ha sido variado, pero todos aluden más o menos a que "el diario alemán Politik und Mitteilung (Política y Participación) publicó, hace algunas semanas, un artículo sobre la realidad argentina que da terror". Otros aluden a la traducción supuestamente realizada por un tal Ernesto Haldbach y otros arrancan citando al presunto autor Hans Edelhausen, que en algunos lugares es presentado como "uno de los más importantes periodistas políticos de Alemania".

La nota apunta a la situación económica argentina y anticipa que es posible "que otra gran crisis se desate en breve plazo en este encantador país", relata que "los ahorristas argentinos han comenzado a comprar divisas" y declara contundentemente que "los signos de la nueva crisis están en el ambiente y solo es necesario mirar con cuidado".

En uno de sus párrafos ensaya una crítica por izquierda y el tono suena un poco excesivo si uno piensa que el escriba es un famoso periodista político alemán: "la falta de asistencia médica en los hospitales de algunas provincias alimenta los cementerios de enfermos curables y de niños anémicos" dice.

La credibilidad del supuesto origen alemán ya se empieza a desbarrancar, pero es aún peor cuando la verdadera pluma del autor muestra su marca de fábrica: "durante 10 años Argentina sufrió las consecuencias de una guerra civil entre tropas de las Fuerzas Armadas regulares y los auto-designados "guerrilleros" o "combatientes" que cometieron muchos asesinatos, incluyendo mucha gente inocente y miembros de sus propias filas que quisieron desertar - nos dice este señor que ya empieza a sonarnos conocido - Esta guerrilla fue drásticamente eliminada por las tropas regulares con metodologías inaceptables. Treinta años después muchos de esos mismos guerrilleros tienen en sus manos los factores del gobierno, pero ya frustrado el ideario de transformar a Argentina en un satélite de Cuba y sin un proyecto político más allá de perpetuarse en el poder, se dedican simplemente a enriquecerse".

Ya el tono es evidente. Se trata de la vieja cantinela que reparten ciertas páginas que proliferan por Internet y que uno imagina escritas por periodistas de gorra. Pero todavía hay más: como frutilla del postre, nos enteramos de que "entre los verdaderos cerebros detrás de la autoridad presidencial se cuenta Horacio Verbitsky, referente argentino de una gran logia con sede en Alexandria, Estados Unidos, y agente vinculado a los servicios secretos israelíes".

Obviamente, después de esto uno se fija y revisa, pero no es necesario mucho esfuerzo para descubrir que Hans Edelhausen en realidad no existe, que su influyente publicación Politik und Mitteilung no tiene página web ni aparece citada en ninguna publicación alemana y que el supuesto traductor Ernesto Haldbach, era hasta ahora un ilustre desconocido.

Quién es quién

Es interesante observar que los elementos que desarrolla el hoax no difieren mucho de las diatribas que aparecerían en sitios como Seprin o como Política y Desarrollo, o como Periodismo de Verdad y en ese sentido no lo es, en ese sentido estricto no sería un hoax y podría considerarse verdadero en el sentido de que quien quiera puede escribir lo que allí está escrito, incluso si corre el riesgo de ser considerado poco serio.

Lo diferente es el desplazamiento del lugar del que habla y ahí está la mentira: la posición del emisor del discurso está realzada, socialmente mejorada, porque uno es forzado a leer a este señor que le es presentado como un Morales Solá alemán y desde allí interpreta lo escrito, desde allí lo traduce.

Como explica Pablo F. Lazo Briones, al leer un texto "lo que hacemos es poner en juego una serie de operaciones complejas, culturalmente situadas (lo que es lo mismo que decir que son sólo válidas para este tipo de cultura), que pueden llamarse "función de autor", y que se refieren a la forma en que los discursos que aparecen en los textos, y en los que se emiten alrededor de los textos, se recortan unos a otros, o bien permiten su continuidad, su producción o sus desplazamientos" (La escritura intrusiva de Michel Foucault).

Para intentar rastrear el origen y las razones de la multiplicación de este verso virtual, nos comunicamos con alguna gente que aparece citada y con medios de difusión que mantienen publicada la nota en cuestión. El señor Federico Kirbus se encuentra mencionado en la publicación Corrientes al Día como quien habría remitido el material para su publicación, y como lo ubicamos en su página web dedicada a viajes, le remitimos un mail consultándole sobre la veracidad de la cita: "Aunque coincido en buena parte con lo que dice el comentario, efectivamente no soy yo el autor del mismo, ni parece que Hans Edelhausen o la revista Politik und Mitteilung existen. El texto comenzó a circular en Internet primero sin mi firma, y luego con mi rúbrica, pero ignoro quién me eligió ni por qué. No me molesta ni afecta" nos respondió y nos alegramos de que no le preocupe aparecer ligado a este invento. Aguante la ficción, diría María del Carmen Valenzuela.

La revista New Polític aparecía como fuente en varias publicaciones como El Malvinense, Periodismo y Verdad y La caja de Pandora on line, sin embargo ante nuestra requisitoria respondieron que "los autores que solemos publicar son de apellidos latinos. La verdad es que no recuerdo haber publicado una nota de alguien con ese nombre".

La página tucumana Periodismo de Verdad también respondió a nuestra consulta: "lamentablemente tengo que decirle que esa nota no es nuestra ni de nuestra autoría y que apareció en nuestro portal producto de algún hacker que quiso perjudicarnos". Más tarde, apareció en el portal una aclaración pública firmada por Luz Hamilton, en la que se señala que "volvemos a comunicar a nuestros lectores que ésa nota no fue de nuestra autoría y que todo lo que allí se dice es falso ó por lo menos a nosotros no nos consta ni sabemos de donde la han sacado".

Más allá de estas confirmaciones y de estas historias en la que aparece gente que "coincide con buena parte del comentario" u otros cuyo perfil editorial los hace candidatos a la autoría, el hoax seguirá su vida en la red, ya librado de quienes lo crearon, una máquina autónoma de pescar de incautos. Eso, hasta tanto la verdad falseada haya perdido actualidad y con ello su sentido.

Hoy, puede encontrarse el texto completo en muchos foros y en ellos el trabajo de los que se tomaron el tiempo para dudar ya dejó su marca, entonces a continuación de la mentira aparecen las aclaraciones que ayudan a no caer en la trampa.

En otros tantos lugares (ver recuadro) el escrito del inexistente Hans Edelhausen sigue publicado y para los que lo vean será algo así como otra verdad revelada, dirán "es cierto, está en internet".

No tenga miedo, tenga cuidado, decía una simpática campaña contra el cólera. En Internet está casi todo, ya le dije, recetas impensadas, opiniones de todos los colores, versiones y reversiones de cosas que pasaron y de otras que no o que no tanto, el nombre del actor que tenés en la punta de la lengua y no te sale, el pronóstico meteorológico para esta tarde en Punta Arenas, la programación del canal Volver, las fotos de Britney sin bombacha, la distancia del sol a la tierra, la medida exacta de una milla náutica…...

Y también todas las mentiras, que aquí se llaman hoax.


Opiná sobre este tema

Titulo:
Comentario: (no más de 500 palabras please)
Firma:
E-Mail:
Así es como la gente del sitio baquia imagina un spam gallego

Estos son algunos de los lugares en que el hoax intitulado "¿Argentina hacia el abismo?" continúa publicado sin ninguna aclaración:

En un foro en La Caja de Pandora on Line que había publicado el hoax alemán, se puede encontrar esta humorada a título de respuesta.
¬ Anterior Ir a la Portada Siguiente ®