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Los Consejos de Seguro

Por Adrián Alvarado

     Quién es capaz de medir el tiempo cuando todo se acelera. El terraplén estaba, después tuvo un agujero y se vino el agua dulce del rio salado como nunca antes y lo que no pudo llevarse quedó inservible o muerto. En una semana se nos juntaron dos miércoles y el viernes nueve la avenida J.J. Paso ya tenìa las dos manos habilitadas y en las canchas de la vecinal de barrio chalet los arquitos de caño, que antes no se veían, dibujaban rectángulos de formas caprichosas con su reflejo y el humor era un cartel, algún vecino con el agua en las pelotas se tomó el laburo de tapar una señal de tránsito con un cartón pintado que decía "Complejo termal Marcelo Alvarez".

     Y Seguro Silva no se conformó con donar la comida que le dan en la cárcel, se vino a Santa Fe y pasó por los centros de evacuados contando y escuchando historias. Las historias, las fabulaciones, los cuentos que Seguro cuenta refieren a los mismos males que las víctimas sufren, el cree que lo mejor para el animo de un desgraciado es reirse o poetizar sus desgracias. El humor y la literatura son las herramientas que Seguro maneja con màs idoneidad, de hecho, son las unicas herramientas que maneja.

     Para la tercer entrega de este pasquín virtual nuestro artista eligió uno de los cuentos consejo que narrara a los evacuados cuyo título elegido para la letra de molde es: "Parábola inverosímil con mascota"

"Parábola inverosímil con mascota"

     Heranse tiempos de aguas sin freno y funcionarios corruptos, tiempos de decisiones rápidas y reflejos oportunos. El rio se metió en la ciudad y la familia Prato vivía en la ciudad. Felix Prato, Cecilia, la mujer, Raimundo y Amelia los hijos, Natividad la perrita pequinesa, Protagonista de esta historia.

     A las veintidós diecisiete el líqudo elemento comenzó a colarse por debajo de la puerta de los Prato y la primera en advertirlo fue Natividad que respondìa al nombre de Nati. Agarró un pizarrón y escribió, no sin dificultad, dado que era la primera vez que escribìa, una frase: "Ojo el agua". Con sus patitas de can arrastró el pizarrón, no sin dificultad, dado que era la primera vez que arrastraba un pizarrón, hasta el living de los Prato que estaban reunidos mirando la tele. En honor a la verdad el pizarrón no pasó por la puerta y el mensaje nunca fue leído por eso la Nati ladró y ladró hasta que don Prato dijo dirigiéndose a Amelia su hija menor: "Niña haz el favor de ver que carajo quiere la perra". La menor solo respondió: "Que vaya el bastardo" refirièndose a Raimundo que era adoptado. El niño, con la resignación pesándole en la espalda como una mochila, se dirigió a ver que quería la Nati sin protestar, al salir del living se tropezò con la pizarra atascada en la puerta y cayò de bruces dando con el mentòn en el antebaño ya anegado, de inmediato gritò: "¡El agua, se viene el agua!". El grito de Raimundo alarmó a Cecilia Prato quien le dijo a su marido que fuera a ver, este hizo caso omiso y siguió concentrado en el programa que utilísima satelital emitía en ese momento.

     Esta aclaración debía haberla escrito antes pero se me ocurrió ahora: Hace un tiempo la familia Prato ya había decidido apartarse del camino que seguían sus pares, la forma de aislarse fue consensuada y votada por unanimidad, utilísima satelital no sería solo canal también sería religión y no se permitirían ver otra cosa, por supuesto que a partir de ese momento también comenzaron a eleborar muebles utensillos y cientos de artefactos inútiles. De más está decir que todos estos objetos estaban realizados con materiales reciclados y que al primer contacto con el agua se deshicieron como se deshacen los sueños en la derrota.

     Después de gritar lo gritado Raimundo entra en shock y se desmaya. La Naty lo acomoda sobre la pizarra evitando que se ahogara y vuelve al living con intenciones de alarmar a sus amos, estos no le dan bola.

     Como último recurso Natividad decide hacer algo más radical, se dirige al cuarto de los Prato, se comunica telefónicamente con las oficinas de utilísima satelital y les explica, no sin dificultad, dado que era la primera vez que hablaba, la situación de sus dueños. La comunicación tuvo exito y los responsables del canal pusieron al aire una placa dando la voz de alarma.

     Los Prato salvaron lo salvable y se salvaron ellos, también salvaron a Natividad pero nunca se enteraron que fue gracias a aquella insignificante perra pequinesa.

     Natividad abandonó a los Prato y hoy se dedica a la venta de productos veterinarios por teléfono, pero esa es otra historia.

     Libertad a Seguro.
     La culpa es de Reutemann.

     La poesía no ha perdido su lugar en este espacio, y la dueña indiscutible de ese lugar es Delfina Contreras la esposa epistolar de Seguro Silva.

     De primaveras y pezones de arco iris
     estoy hecha
     y lagunas de negro
     y de tu rostro grabado en la pupila de mi frente madrugada.

     En la próxima entrega me comprometo a ocuparme de la historia en común que vivieron y viven Seguro y Delfina.

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