viaje del miércoles 07 de mayo de 2003
Después de ver por televisión lo que estaba ocurriendo en la ciudad de Santa Fe agarré mi agenda con la idea de hablar con algunos amig@s que viven allí.
Me inundaba el miedo por lo que les hubiera podido ocurrir...
Luego de intentar con dos de ell@s y no poderme comunicar, finalmente escuche la voz de Miguel:
- Hola, Miguel?, habla Gerardo, como estás?
- De lo único que me salvé es del agua... pero estoy en Bagdad...
El diálogo transcurrió por relatos de la situación vivida y mis deseos de estar con él y la gente de “El Mango del Hacha” (el programa radial y revista virtual del colectivo al que pertenece), de encontrarnos para escucharlos (sentirlos) y construir pasos de colaboración para pensar y actuar juntos.
- Sería buenísimo que vengas y nos encontremos todos.
- El miércoles voy para allá.
Tomé “El Tata” de las 7 hs. Medio pasaje del colectivo estaba compuesto por mujeres y varones médic@s y enfermer@s que viajaban a socorrer santafesin@s, eran parte de un operativo que había comenzado el lunes anterior, se quedarían 2 días allá y luego serían relevados por otros. Durante el viaje duermen, la pesadilla comenzará cuando despierten.
Acercándonos a Santo Tomé (ciudad que está unos kms antes) la ruta se llena de neblina. Una bruma espesa se levanta desde las aguas que bordean el camino. Al final de Santo Tomé está el puente carretero que cruza el río Salado. El tránsito está regimentado por tipo y cantidad de vehículos con distintos horarios para evitar que la sobrecarga termine derrumbándolo.
Luego de una espera de una hora el colectivo en el que viajo comienza a moverse nuevamente para ser parte de un grupo de vehículos que encabezado por un patrullero y un camión del ejército al final cruza el puente a paso de mujer.
Ya en Santa Fe, entre la bruma que no se disipa, comienzo a sentirme en el Bagdad del que me habló Miguel.
A los dos lados del camino todo tipo de transportes del ejército, gendarmería, prefectura y policía.
A mi izquierda una barriada humilde inundada hasta los techos por aguas quietas usurpadoras de esos hogares.
A mi derecha, un campo, una hilera de grandes árboles, una alambrada que lo corta hacia el este, una montaña de bolsas de plástico negro custodiadas por hombres uniformados y una fila de personas tiritando a la espera recibir algo.
Más adelante, pasando el club Unión, el colectivo recorre una ciudad seca pero en la cual cada 2 o 3 cuadras hay apostados móviles de algunas de las “fuerzas de seguridad” y así llego a la estación terminal de colectivos.
Frente a la estación un alambrado de más de 100 metros, utilizado como soga para tender, muestra una infinita mezcla de prendas, colores y gestos tiesos secándose al sol. Detrás del alambrado un enorme galpón, antes era del ferrocarril, hasta antes de la inundación funcionaba como Centro de Exposiciones de la Municipalidad y ahora es un centro de evacuad@s con más de 500 personas. En el acceso al predio un camión del ejército.
[Por la noche, de regreso en Rosario, vería en televisión gente de ese centro de evacuad@s diciendo: - Acá lo que vemos es que los camiones del ejército descargan cosas que después, por otro portón, vienen y las cargan en otro camión del ejército... no pude no acordarme de Malvinas y toda esa solidaridad robada]
Para ir a encontrarme con una amiga (Miguel que labura hasta las 13 hs.) me tomé un taxi:
- Qué tal como están sobrellevando la inundación?
- Y poniendo el hombro. El intendente se borró, los ministros desaparecieron, los diputados y los senadores no sirven para nada igual que los concejales.
- Y Reutemann?
- No, ese no!!! El está dando la cara y pone el hombro.
- Bueno usted es hincha de Reuteman, pero él sabía lo que se venía y no hizo nada, y además los ministros, diputados, senadores, el intendente y los concejales del PJ llegaron ahí con su aval.
- Ojo yo no lo vote. Lo que le digo es que ahora hay que poner el hombro, los otros se borraron y él lo pone. Ahora no se puede criticar, hay que poner... después vemos.
- Y la ayuda a los evacuados, les está llegando?
- Hay que dejar que lo haga el ejército, son los que pueden, los políticos son inútiles ladrones.
- Pero usted tiene más de 55 años, y no se acuerda de Malvinas? Perdieron la guerra, que es de lo que se supone que saben y se robaban lo que les mandábamos a los soldados.
Es cierto pero los políticos son una mugre. Yo tengo siete evacuados en mi casa y seguro que ninguno de ellos alojó ni a un familiar...
[Terminé el viaje en el taxi pensando qué bien la estaba haciendo Reutemann dando la cara y poniendo el cuerpo!!! Su salvación de la catástrofe de la que es responsable era, precisamente, que no apareciera nadie más. Esto le abría la posibilidad de capear la bronca de la gente con “la clase política” frente a la inundación...se lo permitirá y podrá con las terribles secuelas quedarán?]
Así llegué hasta el centro cultural donde me esperaba mi amiga.
En una casa vieja que tiene un galpón al lado y donde se hace teatro y otras actividades culturales, había un grupo de estudiantes universitarios rodeados de bolsas con ropas y alimentos. Tomaban mate y repasaban listas de compañeros y docentes que estaban chequeando para verificar que estuvieran bien y ayudarlos en caso de estar inundados. También se distribuían para colaborar en centros de autoevacuados.
Cuando llegué mi amiga estaba diciendo:
- Che, hay que insistir con llamar a la casa de ... estoy preocupada porque hace un par de días que no me contesta nadie. Que alguien se llegue hasta la casa.
[las listas dicen que en Santa Fe habría más de 1.700 desaparecidos que el gobierno llama “desencontrados”, hoy 12 de mayo la han reducido a 500 pero la cifra oficial de muertos se mantiene en 22 cuando por otro lado circulan versiones de que tendrían en las 3 morgues más de 500 cadáveres]
Nos fuimos charlando con mi amiga por calles soleadas en un recorrido por el que cada edificio grande (escuela, iglesia, estación de tren) era el espacio mínimo donde se alojaba la enorme desesperación de cientos y miles de evacuados que permanecían acurrucados sobre colchones, o hacían colas o miraban el cielo parado frente a hijos que corrían, jugaban o se colgaban de sus ropas pidiendo upa.
- Me impresiona mi hijo.
- Por qué?
- No sabes todo lo que está haciendo. No para. Normalmente despertarlo para ir al colegio es toda una cuestión. Pero con esto se viene levantando de madrugada para ir a su escuela a ayudar a los evacuados. Y no es él sólo ni únicamente en su escuela. En general los pib@s y grupos de profesor@s de secundarias y terciarias, maestr@s y directoras fueron desde un primer momento la organización de la autoevacuación. Donde hubo director@s reticentes, ellos abrieron las escuelas para que entrara la gente, comenzaron a recolectar cosas, las distribuyen y garantizan el alimento.
- Ahora venía leyendo en el diario que discuten cuando recomienzan las clases.
- Ayer hubo una reunión en el Ministerio y muchos directores se pusieron firmes en que si todos somos santafesinos no es ético que algunos tengan clases y otros no, y que no se puede echar a la gente de las escuelas para tirarlas en cualquier lado. El gobierno aflojó y corrió la fecha hasta el 26 de mayo.
[Ahora el gobierno corrió la fecha para el 2 de junio. Es que la situación de las escuelas y colegios es donde se concentra la catástrofe. Según las cifras publicadas por el diario La Capital de Rosario con fecha 10-05-03 entre Santo Tomé y Santa Fe hay 310 edificios educativos en los cuales funcionan 446 institutos de educación pública y privada. En 111 institutos se albergan 20.000 evacuados. Hay 450 docentes inundados, 15 escuelas bajo las aguas y 15.000 alumnos sin aulas. El 30% de los evacuados son menores de 18 años].
Seguimos caminando para pasar a buscar a Miguel por su trabajo.
Nos contó que los trabajadores de Hidráulica de la provincia estaban golpeados porque sentían que el descabezamiento del funcionario que estaba al frente de la misma cuestionaba la seriedad de su trabajo. Realizaron una asamblea y votaron un comunicado de prensa donde señalan que ellos habían provisto al gobierno provincial de los estudios que permitían tomar todas las precauciones ante las aguas que ya avanzaban por no haber realizado las obras que ya se habían indicado desde hacía años.
Con Miguel nos fuimos hasta la Vecinal Guadalupe donde funciona un centro de autoevacuados y que es organizado por la gente de la Asamblea de Guadalupe que ha constituido la Asociación Paz y Esperanza. Allí conversamos un rato con gente abrumada y shoqueada por lo que había vivido durante la inundación, por lo que estaba viviendo en la evacuación y por lo que le esperaba cuando bajaran las aguas. Cada pesadilla que terminaba era el inicio de una nueva pesadilla.
[Según el gobierno unas 18.000 personas deberán ser trasladadas a carpas, vagones y galpones del ferrocarril y vivirán allí -por lo menos- durante los próximos 6 meses. Cuántos miles más vivirán amontonados en casas de familiares? Claro, si no los sacan de las escuelas dónde se va a votar, murmuran nerviosos los políticos.]
Al mediodía me encontré con todo el grupo de “El Mango del Hacha”. Integrado por docentes, médicos, estudiantes, trabajadores del estado, privados y cuentapropistas, se reunían para discutir la situación, su participación en las tareas que planteaba la catástrofe y la preparación del próximo programa radial y revista virtual.
Había quienes eran voluntarios en universidades y colegios, vecinales y centros de salud.
- E., el cuentapropista contaba como la inundación lo había afectado porque gente a la que el le vende estaban evacuados, le deben unos 1000$ entre todos y era conciente de que, no sólo no era momento de verlos por las deudas, sino que probablemente no las cobrara nunca.
- A., estudiante y voluntario en un centro de evacuados en una facultad, comentaba el impacto por ver concentrados en un mismo lugar gente proveniente de sectores sociales medios y habitantes de asentamientos precarios, con su diversidad de costumbres y vivencias.
- D., una médica comentaba los esfuerzos por brindar conocimientos de higiene a la gente desesperada de volver a sus casas, verdaderos focos de todo peligro, si no se realizan las tareas de limpieza a fondo y si no se los vacuna.
- D., un docente, contaba que algunos evacuados habían comenzado a discutir que se hiciera un relevamiento de casas desocupadas para que pudieran ser habitadas por inundados, que el estado pagara un alquiler a los propietarios y que se comenzara un plan de reconstrucción y construcción de viviendas dando trabajo a desocupados con un plan de pagos a largo plazo.
- M., señaló que con el préstamo de BM vendría mucha guita. Quién va a definir en qué, para qué y cómo se utiliza? Quién controlará esos dineros, Reuteman y los políticos responsables del desastre?
- A., apuntaba que los medios y los aparatos políticos habían cerrado un acuerdo para preservar a Reuteman y su gobierno. En los primeros días tanto el diario El Litoral como LT10 le daban como responsable. Ahora quedó sólo la Universidad y algunos organismos, pero desde la CTA, ATE, PSP, ARI están orientándose a colaborar con el gobierno. Y también Duhalde desde el gobierno nacional.
[En esos momentos el televisor mostraba la conferencia de prensa que conjuntamente ofrecían Reuteman y Duhalde, en la que este último le brindaba todo el apoyo y el máximo responsable del desastre era tratado como el abanderado de la reconstrucción de la misma ciudad que dejó sumergir bajo las aguas de el Salado]
Todos señalaban que desde la inundación a la fecha se podían ver dos momentos.
El primero sería desde que ocurre la inundación y la gente se autoevaccua y es ayudada, contenida, organizada, alimentada, curada, vestida, etc., etc., por sectores de la población.
Estudiantes, docentes y director@s abren las escuelas para alojarlos. Clubes, vecinales, universidades y casas de familia hacen lo mismo. Recurren a la solidaridad de la población para conseguir alimentos, colchones y ropa. Los médicos enfrentan todo tipo de situaciones críticas y de urgencia como pueden mientras los hospitales y unidades sanitarias son arrasadas por las aguas. La propia gente es la que toma en sus manos salvar a la gente y organizar la emergencia.
En esos momentos no hay ningún operativo previsto por el estado, ni defensa civil, nada. El colapso es completo. Es la escena culminante de lo que ha significado el ajuste prolijo de Reutemann en la provincia: 0 obra, 0 previsión, caja ajustada y el cinismo de la prolijidad y el orden... según todas las exigencias del FMI, BM y los grandes grupos económico financieros nacionales y extranjeros, y la gente que se joda.
El segundo momento es el del intento de Reutemann y el estado de retomar el control de la situación apuntado a 3 objetivos: cortar esta impresionante experiencia de autovaloración de la propia acción autónoma de la población; recobrar el lugar disciplinador y ordenador del estado y salvar su presente y futuro político.
Para esto se conforma un Comité de Crisis y barre algunos funcionarios. Sale a las zonas inundadas a dar la cara buscando aparecer como el único que pone el hombro ante la adversidad bancándose las puteadas.
[“Esto es como el 11 de septiembre....” dice y busca tener la misma actitud que el alcalde de Nueva York. Claro que habría que decir primero que los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas, en el caso de Santa Fe, los piloteaba el mismísimo Reutemann]
Paralelamente a tomar estas medidas, y como el Comité de Crisis colapsa por no dar respuesta a las urgencias y las posibilidades de grandes descontentos se acrecientan, Reutemann militariza todo el operativo dando participación preponderante a Ejército, Gendarmería, Prefectura y Policía.
Apoyándose en casos de robos en las zonas inundadas, en la complejidad del operativo para llegar con lo que necesitan los evacuados y en gente que retira ayuda sin necesitarla, articula la avanzada de las “fuerzas de seguridad” en el control de todo el operativo y de la ciudad.
Y si bien es cierto que hubo casos de saqueadores, estos fueron exagerados con “información” y tiroteos masivos durante la noche creando la desconfianza en las barriadas y abriendo el paso de Gendarmería. También es cierto que había quienes se aprovechaban de la solidaridad... pero eran punteros del PJ preparando su operativo para las elecciones del 27. Y, por último, la real complejidad del operativo evacuados por la escala de la catástrofe, utilizada para desarticular o controlar la red que la propia población había comenzado a construir enfrentando la terrible realidad desnuda de la política aplicada por Reutemann.
Algunos de estos pasos prácticos de la política de Reuteman fueron descriptos por E. en los últimos sucesos que habían vivido en el centro de autoevacuados de la Vecinal Guadalupe.
Ellos habían alojado gente en un Club de barrio. La ayuda comenzó a llegar de todos los vecinos. Juntaban las cosas las ordenaban, las listaban y luego las distribuían de acuerdo a las necesidades de la gente. En un momento ven que en el club aparecen una serie de punteros del PJ y que se iban hasta una pieza en el fondo. Luego de que se fueron, un grupo de voluntarios fue a ver que pasaba allí y se encontraron con colchones, bolsas y cajas que estos punteros se habían separado. Los buscaron y los advirtieron de que no aparecieran más por allí.
Luego de que ocurriera esto, por la noche, apareció el comisario recriminándole al grupo de voluntarios de que había recibido denuncias de que allí les daban cosas a gente que no la necesitaba y que él tenía que controlar lo que hacían.
Aquí comisario, le contestaron, le damos cosas a gente que no esta evacuada, claro, pero son familias que tienen evacuados en sus casas. Familias que están alojando a 4, 7, 10 personas y por su situación económica no pueden hacerse cargo solos. También hay familias pobres en las cuales los chicos recibían la copa de leche en la escuela y el almuerzo, ahora la escuela esta ocupada por evacuados. Nosotros les damos a esas personas. Son todos santafesinos afectados por la inundación... la cosa no termina solamente en quienes tienen la casa inundada. Y le dijeron a comisario que se fuera y que ellos se encargaban de todas estas cosas.
Pero la nueva situación la vivieron en forma contundente la mañana en que escasos de algunas cosas se dirigieron al galpón donde funcionaba un depósito de alimentos y ropas del Comité de Crisis (CC).
Así llegué hasta el centro cultural donde me esperaba mi amiga.
Fueron allí con un papel del CC que los autorizaba a pedir elementos, pero se encontraron con un gendarme en la puerta que luego de ver el papel les dijo que eso no servía más. Ellos insistieron y el gendarme llamó a un superior. Les dijo secamente que ese papel no servía porque ahora todo eso lo manejaban ellos. Que tenían que ir a hacer aquella cola donde deberían identificarse, quienes son, de donde vienen, para quién son las cosas y, también, hacer identificar a los evacuados. Ahora todo el mundo debe estar identificado, tener una ticketera con número y dejar su huella digital.
Vinieron a mi las palabras de Miguel:
- De lo único que me salvé es del agua... pero estoy en Bagdad...
Los últimos tramos de mi charla con el grupo transcurrió por dos carriles.
La preocupación por relacionarnos como sujetos con los evacuados. Cómo contribuir a que ni los dispositivos para tratarlos como objeto, ni aquellos que centralmente los victimisan los acallaran como personas, como personas dagnificadas con derechos, con voz y con capacidades para formular sus reclamos y construir como obtener lo que necesitan. Como tonificar, en una ciudad donde el enorme proceso autónomo iniciado el 19/20 no se expresó con la magnitud de Buenos Aires y Capital. En una ciudad donde el peso del estado recorre y penetra la vida y la cultura de la enorme mayoría de la población.
Cómo evolucionaría la situación? Qué haría la gente cuando la concentren en carpas o vagones de ferrocarril? Qué efecto causará cuando se conozcan los números de las muertes reales? Dejará la población afectada que el gobierno, el estado y los políticos manejes los fondos para la reconstrucción a su entera voluntad y discreción?
Los dejé después de articular como hacerles llegar nuestra solidaridad por los carriles autónomos que ellos nos indicaran y ofreciéndoles que estábamos dispuestos a ayudar según el plan que ellos pudieran construir con la gente.
Nos despedimos esperando encontrarnos la próxima semana nuevamente.
Mientras tanto Oscar ha viajado el sábado 10 en un tren llevándoles la solidaridad autónoma de cientos y miles de bonaerenses y porteños. Gerardo |